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Invierno. Blas de Otero. Ediciones de la Torre (Recomendado: 16-18 años)

12 Mar

blasdeotero

Ahora desciende el sol al sótano,
con cuidado, suavemente.
Ahora van oscureciéndose las escaleras
del cielo. Encenderemos la lámpara
de la luna.
Ahora un sol amarillo resbala sobre el papel
con un cuidado infinito
de no romperlo ni mancharlo.
Ahora son las cinco y veinticinco de la tarde,
una tarde de invierno
en Madrid.

Blas de Otero. Blas de Otero para niños y niñas… y otros seres curiosos. Ediciones de la Torre

Propuesta para mediadoras y mediadores

Texto
Asistimos a un atardecer. Es el momento en que el poeta mueve la cabeza, atiende con sus ojos a lo que hay alrededor. Ese momento del día en que todo parece que se está yendo. Va descendiendo el sol. Va pasando con cuidado, de forma suave, hasta el sótano. No se percibe ningún sonido en la bajada de la escalera. Al tiempo, arriba, en el cielo, cambia el paisaje. El sol se despide, mientras alguien ocupa el lugar del astro rey. Está el poeta “dentro” de ese paso del tiempo. Dice adiós al que era “jefe” todavía, el sol, mientras se iba resbalando “sobre el papel con un cuidado infinito”.
La luz se apaga y se acaba. Hay que encender una luz. Son las cinco y veinticinco de la tarde. ¿Qué luz enciende el poeta? Elige entre estas respuestas:

  1. Es una luz que alumbra la escalera de su casa, a esa hora.
  2. Cuando se van oscureciendo las escaleras del cielo, es cuando vemos esa lámpara, que es la luna.
  3. En invierno, se produce un fenómeno natural: todo el cielo se ilumina a las cinco de la tarde.

(Solución: respuesta número 2).

Palabra magica
Si echas una ojeada, de nuevo, a la poesía de Blas de Otero, te diremos una intuición de lector. Puede que percibas, como nosotros, en los versos que él nos va diciendo, una palabra. Quizá mejor un concepto. Es la luz. Esa del sol, luego de la luna, por la hora que va llegando: las cinco y veinticinco de la tarde.
Y ahora, intenta conectarte a esta página, pero lee lo que en ella pone, con un aviso anterior. Vamos a comprobar que esa intuición inicial no es un absoluto error. Y serás tú quien nos lo diga.  Podrás decirnos si estás o no de acuerdo en que la luz es, en las palabras de Blas de Otero, algo sobre lo que giran sus líneas. Tanto en el poema que hemos leído, como en las páginas de Fidelidad.

Así pues, consideramos hoy luz, como palabra mágica en lo que hemos leído y visto de lo que escribió el poeta.
Cuentame

Hemos dicho que nuestra palabra mágica de hoy es luz. Pero fíjate también en la importancia de algunas palabras. Por ejemplo, los adverbios. Dice la RAE que son palabras invariables, cuya función consiste en complementar la significación del verbo, de un adjetivo, de otro adverbio y de ciertas secuencias. Hay adverbios de lugar, como aquí, delante, lejos; de tiempo, como hoy, mientras, nunca; de modo, etc. Pero vamos a fijarnos en uno concreto, que el poeta usa para que la lectora o el lector se sitúen perfectamente en el pensamiento del poeta. Es un adverbio de tiempo. ¿Sabrías decirnos cuál utiliza Blas de Otero para situarnos correctamente, en el momento que él recuerda cuando escribe? Como pista, te diremos que te fijes en los versos 1, 3, 6 y 9. Y este último, el noveno verso, hay, además del adverbio de tiempo ahora, una mayor precisión del poeta. Ahora son las cinco y veinticinco de la tarde. ¿Te das cuenta de la importancia que el poeta concede al momento presente, el que está viviendo en ese preciso momento? Por eso emplea el adverbio de tiempo: ahora.

Podías, ayudándote de la poesía del maestro Blas de Otero, decirnos algo tan “simple”, tan “sencillo”, como lo que él nos cuenta, poéticamente. Inténtalo. A lo mejor descubres que te encanta escribir. Y más, poesía. Si no lo intentamos alguna vez, nunca lo sabremos. Aquí tienes algunas ideas.

Empezamos. ¿Que está sucediendo a tu lado? ¿Qué hora es? ¿Qué estás viendo? Miras al cielo y descubres cómo está. ¿Está nublado? ¿Tiene pinta de ir a llover? ¿Hay todavía un poquito de sol? ¿Cuánto crees que te queda, antes de que caiga la noche? La hora exacta, como hace el poeta, nos dará una pista definitiva.
Autor
Blas de Otero

Nació el 15 de marzo de 1916 en Bilbao (España) y murió el 30 de junio de 1979 en Majadahonda, Madrid (España).
Sus primeros estudios fueron en su ciudad natal,  los acaba en Madrid pues la familia tuvo que trasladarse por problemas económicos. Comenzó a estudiar Derecho aunque le costó acabar la carrera porque tenía que trabajar para mantener a su familia, al morir el padre. Siente la vocación de escritor desde muy joven. Colaboró con varios medios. Un viaje a París provoca su transformación, y se convierte en un paladín de la libertad. Viajará por toda España para conocer sus gentes y posteriormente también al extranjero, principalmente a los países de la órbita socialista. Fue uno de los representantes de la poesía social de los años 50.

Nuestro observatorio

Más datos biográficos sobre el autor en la página web de su Fundación.

Bibliografía
Libros y otras publicaciones sobre  Blas de Otero recogidos en la página web de la Fundación que lleva su nombre.

Janosch cuenta los cuentos de Grimm. Janosch. Editorial Anaya

21 Nov

janosch

Érase una vez un joven muchacho a quien el dinero y la riqueza le daban exactamente igual. Todo cuanto poseía lo llevaba puesto: un pantalón, una chaqueta, una camisa, zapatos y, en invierno, un gorro. En cuanto tenía algo más, lo dejaba tirado por ahí para que otro lo encontrara. Para él sólo existía la música y sabía tocarla de maravilla. Allá donde fuera, tocaba una canción; siempre escuchaba música en su interior y se sentía impulsado a tocarla. ¡Qué bonito!
Si llegaba a una montaña en la que había madera secada por el viento, se sentaba y se tallaba una flauta. Y todas las canciones que el viento soplaba a través de la montaña, las sacaba el muchacho con acierto de la madera de la flauta.
Si se hallaba sentado junto a un lago, se hacía una flauta de caña, y todas las canciones que cantaban las aguas y las aves acuáticas a través de los juncos, él sabía tocarlas.
Si se sentaba en un prado, se construía un pequeño violín.
Así iba caminando y llegaba a otros países. De la comida y de la bebida no tenía por qué preocuparse. La gente le daba de las dos cosas por hacer música.
Una vez estuvo en una isla en la que había poca gente; tan sólo bosques áridos, arena caliente, mar y sol.
Yendo el muchacho por la arena, se encontró un hueso de pájaro. Era una pata de pájaro blanca, quebradiza y hueca. Con ella se hizo una flauta. Y cuando se puso a tocar, sonaba una música muy extraña, encantada, bella. Era una canción, pero también una historia. Una historia de un pájaro sagrado. Y el chico empezó a flotar por encima del mar, muy arriba, atravesando países de ensueño que nadie conocía.
El hueso era una pata del pájaro sagrado Kolp, al que los hombres habían matado ochocientos años atrás. Nadie había encontrado su cuerpo, pues el viento se lo había llevado y lo había depositado en la arena de la isla. Y cuanto más tocaba el muchacho, mejor sonaba la pata del pájaro. El tiempo dejó de existir: ayer era hoy y hoy era ayer y ayer era mañana; todo sucedía al mismo tiempo, todo era una sola cosa.
Una vez el chico dejó de tocar. De nuevo vio gente y, cuando cantaba la pata del pájaro, sucedía algo maravilloso: cada uno oía una historia diferente. Aquel sonido era una canción, eran tonos de música, pero también era una historia. Por ejemplo, el que buscaba algo, sabía de repente dónde podía hallarlo. O el que tenía preocupaciones sabía de pronto si valía la pena seguir preocupado (la mayor parte de las veces, no). Al que se le había muerto un amigo sabía de pronto dónde estaba: no muy lejos, por cierto, sino allí mismo, a su lado. Y los muy felices frotaban por el aire, muy arriba; eran como el pájaro sagrado Kolp, eran nubes y cielo y fuego y arena, eran risa y llanto y lluvia y sol, pero también un árbol.
Cuando el muchacho soplaba en su pata de pájaro, todo marchaba bien. Como si aún viviera el pájaro sagrado Kolp.

Janosch. Janosch cuenta los cuentos de Grimm. Ed. Anaya

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto

El autor de este texto que has leído se llama Janosch. Y el libro a que pertenece este texto se llama Janosh cuenta los cuentos de Grimm. ¿Te acuerdas de los hermanos Grimm? Fueron Jacob y Wilelm, que se llevaban sólo un año entre ellos. Se dedicaron, durante mucho tiempo, más de diez años, a recoger los cuentos que sabían, los que había oído, los que les contaba la gente a la que preguntaban. Como ellos dijeron, a la literatura popular. La que sabía el pueblo.

Janosh, parece que hace un homenaje a aquellos fantásticos hermanos, gracias a quienes perviven los cuentos de años y años. Los que oyeron tantas niñas y tantos niños y mayores durante décadas, y que hoy los podemos considerar casi como un tesoro que tiene la Humanidad.

En el libro que verás en esta página, puedes encontrar muchos de los cuentos de los hermanos Grimm. Algunos muy famosos, como los que ya hemos mencionado y otros menos conocidos. Muy probablemente, si tienes afición por los cuentos, te gustará.

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es música. Aquí tienes unas cuantas páginas de música, interpretadas con un instrumento que, seguro que conoces y que se parece mucho al que pudo construir nuestro protagonista. Recuerda lo que dice el texto:

Si llegaba a una montaña en la que había madera secada por el viento, se sentaba y se tallaba una flauta. Y todas las canciones que el viento soplaba a través de la montaña, las sacaba el muchacho con acierto de la madera de la flauta.

Música con flauta 1
Música con flauta 2

¿Te imaginas que alguno de estos profesionales de la música haya empezado como el chico del cuento? ¿Por qué no? Porque nuestra palabra de hoy sí que es absolutamente mágica. Sabes que, además, la música que hoy escuchamos también lleva letras, historias que nos cuenta, como la del muchacho del cuento de Grimm. ¿Conoces alguna que te guste mucho? ¿Sabrías interpretarla, con el instrumento que seguro que sabes manejar: flauta, guitarra, piano, batería…?

Cuentame

Hoy vamos a jugar una gran competición europea: la Champions Grimm. La competición se juega entre dos equipos, que han llegado a la final. Consiste en averiguar cuáles de los siguientes títulos pertenecen a cuentos de los hermanos Grimm. Una vez que toméis las decisiones, hay que contar muy brevemente el argumento de los dos primeros cuentos de Grimm. Podéis comprobar que sabéis mucho de los cuentos de Grimm, en estas páginas:

Canal Lector
Cuentos de Grimm
Rincón castellano

La competición consiste en saber cuáles de los siguientes títulos corresponden a obras de los hermanos Grimm. ¡Atención!, porque se ha colado alguno que no es de ellos. Si conseguís los puntos que se necesitan, sólo os quedará contar el cuento que elijáis. Si lo lográis, ¡enhorabuena! Seréis nombradas o nombrados campeones de la Champions Grimm. ¡Suerte!

1 El frutero que sabía demasiado
2 El sastrecillo valiente
3 La bella durmiente
4 La casa de Tócame Roque
5 Blancanieves
6 Caperuza naranja
7 Hansel y Gretel
8 Cenicienta

Autor

Janosch

El verdadero nombre del autor es Horst Eckert.  Janosch es un seudónimo que le sugirió su amigo el editor,  George Lenz.
Janosch nació el 11 de marzo de 1931 en una ciudad fronteriza llamada actualmente Zaborne (Polonia).
Es escritor e ilustrador, sus libros se caracterizan por el humor.
Los primeros años de su vida los pasó con sus abuelos. Fue al colegio hasta los 13 años. Después trabajó en una herrería y en una fábrica de telas.  Marchó a Munich y allí estudio arte, aunque no termino la carrera.  Todos los libros los firma con sus seudónimo.
Desde 1980 vive en Tenerife (España).
Ha recibido varios premios.

Nuestro observatorio

Más datos biográficos y curiosidades sobre Janosch en Biblioteca virtual y en su página web.

BIbliografía 

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor  tomada de  Canal Lector.