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Era un niño que soñaba. Antonio Machado. Editorial Cátedra (Recomendado: 12 años)

11 Sep

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Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía…
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedose el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!

Antonio Machado. Campos de Castilla. Editorial Cátedra
Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS

Texto
Paco Ibáñez puso música a los versos de Machado, puedes escucharlos aquí.

La poesía que hemos leído de Antonio Machado es casi toda la historia de una vida. Un niño sueña con un juguete: un caballo de cartón. Puedes ver, en la siguiente página, cómo han ido variando las cosas que nos rodean o utilizamos, con el paso del tiempo. Es una página realizada por el Museo del Niño

Y la siguiente, más concretamente, a los juguetes.

Ahora, si te gusta el bricolaje, encontrarás la manera de hacer un juguete antiguo, de los que hoy están muy de moda. Es la construcción de ese caballo de cartón, del que habla la poesía.

No te pierdas tampoco, explicada por un chico más o menos de tu edad, cómo es su colección de juguetes antiguos.

Seguimos leyendo, en la poesía de Machado, y pasamos a otra edad. El niño se hizo mozo. ¿A qué edad crees que corresponde la palabra mozo? Elige entre las siguientes:

6-7 años            13-14 años            40-41 años              51-52 años

Palabra magica 
Hoy la palabra mágica es despertó. Es la última palabra del poema. Es como si el autor nos dejara la posibilidad, a las lectoras y a los lectores, de decidir si todo fue un sueño o de verdad, en la realidad, la muerte se lo llevó. Esto hace que quienes leemos seamos también protagonistas en la lectura. En toda la poesía de Machado, siempre nos da esa libertad.

¿Nunca has pensado que tu sueño, ese sueño del que te acuerdas, la mañana siguiente, se podía cumplir? Lo normal, lo que suele suceder es que los sueños son eso: sueños. Pero no olvidemos lo que la poesía nos cuenta. La historia de una vida entera: el niño, el joven, el viejo.

Autor

Antonio Machado

Nació el 26 de julio de 1875, en Sevilla (España). Murió en Collioure (Francia) en 1939.

Su familia se trasladó a Madrid (España) cuando Antonio tenía 8 años. Decía en uno de sus versos que su infancia la recordaba en un patio de Sevilla y en un huerto donde había un limonero… Cuando comienza el bachillerato va descubriendo que tiene afición por la literatura, sobre todo por el teatro. Fue traductor de francés para una editorial en Francia.

Obtuvo una cátedra de francés y eligió dar clases en Soria (España). Allí conocerá a su mujer, Leonor Izquierdo, con quien se casa en 1909. Consiguió en 1911 una pensión para estudiar filología francesa. Se marchan a vivir a Francia. Regresan a Soria porque su mujer enferma, esta muere en 1912. Antonio Machado abandona Soria y se instala en Madrid hasta que le nombran catedrático de instituto en Baeza (Jaén, España). En 1919 obtiene el traslado a un Instituto de Segovia. Fue miembro de la Real Academia de la Lengua española.

Escribió mucha poesía. Con su hermano, Manuel, publica y adapta varias obras para teatro.

Nuestro observatorio

En las siguientes páginas se puede ampliar la biografía y consultar diferente material de documentación sobre Antonio Machado.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de Antonio Machado en Canal Lector.

 

Patricia con P. Carlos Murciano. Ed. Hiperión. (Recomendado: 9-11 años)

5 Jun

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Patricia pinta un palomo
pillo, panzudo y pequeño:
le pone púrpura (1) el pico,
le pone de plata el pecho.

El palomo de Patricia
se ha posado en el perchero
y ella le peina las plumas
con la punta del pañuelo.

Pronto el palomo pasea,
presumido y postinero (2),
mientras Patricia se prende (3)
una petunia en el pelo.

Notas:
(1) Púrpura: rojo
(2) Postinero: que se da importancia
(3) Prende: sujeta.

Carlos Murciano, La bufanda amarilla. Editorial Hiperión

Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS

Texto

Hoy nos toca un trabajo difícil. ¿Tienes una lupa, como la que usaba Sherlock Holmes, uno de los más famosos detectives que han existido? Pues bien. Utilízala, si la necesitas, para resolver este enigma. ¿Cuántas palabras tienen la letra P, en la poesía de Carlos Murciano, que acabas de leer? Elige la respuesta correcta:

1)   En la poesía hay 29 palabras que tienen la letra p
2)   En la poesía hay 28 palabras que tienen la letra p
3)   Incluido el título, en la poesía hay 30 palabras que tienen la letra p

Como a Carlos Murciano le gusta que lo pasemos bien con lo que él escribe, vamos a cambiar la letra de su poesía. Sí, en vez de pensar en cosas con la letra p, vamos a hacerlo con otra letra. Por ejemplo, la letra L

Lucía pinta un lagarto
listo, muy listo y muy largo.
Le pone luz en la cola
y así la Luna se asoma.

Elige tú otra letra y escribe, luego, cuatro versos, como hemos hecho Carlos Murciano y nosotros, porque nos ha dejado hacerlo. El poeta de verdad es él. Nosotros somos sólo aficionados. ¡Suerte y que te salgan cuatro versos preciosos!

Palabra magica
La palabra mágica hoy es pinta. Ya sabes que es una palabra que pertenece al verbo pintar. Es lo que se llama el presente de indicativo:
Yo pinto/Tú pintas /Él o ella pinta
Nosotros pintamos / Vosotros pintáis /Ellos o ellas pintan

¿Sabes realmente lo que significa pintar? Elige, entre las siguientes definiciones, cuáles corresponden al verbo pintar.

1)   Pintar es lo que hacen todas las personas que se llaman Patricia
2)   Pintar es dibujar en un papel o en un archivo, en el ordenador
3)   Pintar es cubrir con color una superficie que puede ser: un papel, una pared, una puerta, una ventana, o cualquier cosa
4)   Pintar es lo que hacen todas las personas cuando juegan
5)   Pintar es dar colores en la cara de alguien

Fíjate ahora en las palabras tos, pies, brinco, porque los números correctos acaban igual que ellas.
Cuentame

Hoy te va a resultar facilísimo contarnos algo. Como hemos estado haciendo muchas cosas con el verbo pintar, sólo tienes que llamar a la puerta de tu memoria y decirnos, con tus palabras, cuál ha sido el último dibujo que has hecho. O, a lo mejor, has ayudado a pintar algo en tu casa, en tu clase, o has participado en un concurso que hicieron en tu localidad, para menores de quince años. Cuéntanos cosas que tengan que ver con el verbo pintar. Si te apetece, dinos cuál es el último dibujo que has visto y por qué te gustó tanto. O por qué no te gustó nada.

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Carlos Murciano

Nació en Arcos de la Frontera (Cádiz, España) en 1931.
Estudió intendente mercantil. Fundó junto a su hermano Antonio, también escritor,  la revista poética Alcaraván. Es miembro de varias academias de Artes y Letras. Ha traducido a poetas anglosajones. Ha ganado varios premios, entre ellos, el Nacional de Literatura en 1970 y el de Literatura Infantil y Juvenil en 1982. Ha publicado más de 80 libros sobre todo poesía, pero también escribe prosa, hace crítica de arte y literaria y es musicólogo.

 

Nuestro observatorio

En la siguiente página se puede ampliar su biografía.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor en Canal Lector.

Arroyuelo sin nombre. Miguel de Unamuno. Ed. Alfaguara. (Recomendado: 16-18 años)

8 May

 poesiaespañolaparaniñosalfaguara

 

Arroyuelo sin nombre ni historia
que a la sombra del roble murmuras
bañando sus raíces,
¿quién llama a tus aguas?

Al nacer en la cumbre, en el cielo,
con el monte sueñas,
con el mar que en el cielo se acuesta,
¡arroyuelo sin nombre ni historia!

Miguel de Unamuno, Poesía española para niños. Editorial Alfaguara

Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS

Texto

La poesía de Arroyuelo sin nombre es un canto sincero y sencillo a lo trivial. Elige el autor esa vista de un río pequeño, un arroyo (al que incluso añade el sufijo –uelo), que no tiene ni nombre ni historia. Uno de tantos, en nuestra geografía. Cumple su función en la naturaleza, bañando las raíces de ese roble, árbol literario que tiene (según la RAE), por lo común de 15 a 20 metros de altura y llega a veces hasta 40. Con tronco grueso y grandes ramas. Su fruto son las bellotas. La madera es dura, de color pardo amarillento y muy apreciada.

Son las dos estrofas de la poesía de Unamuno un viaje, desde el nacimiento del arroyo, allá en la cumbre, en lo más alto. Tan alto que parece que está en el cielo. El monte está abajo, allí, tan abajo, que el riachuelo sueña con ese monte. La primera etapa del viaje, la ha realizado el arroyuelo. Soñó con el monte y se cumplió su sueño. Ahora, es el final, su final deseado, donde está el mar. Lejos, muy lejos. Tan lejos que el mar y el cielo se tocan:
con el mar que en el cielo se acuesta.

Lo ha conseguido todo, en ese final feliz de la “película” del arroyuelo. Aunque él sigue sin nombre ni historia.

 

Palabra magica

La palabra mágica hoy es sueñas. El arroyuelo no tenía nombre; no tenía historia. Pero consiguió soñar. Soñar es una palabra que tiene diferentes significados. Por tanto, es una palabra polisémica. ¿Cuál de los siguientes crees que se adapta a la palabra soñar, en este texto del arroyuelo?

El arroyuelo tiene muchas pesadillas.
El arroyuelo desea llegar al monte, desde la cumbre, desde lo más alto.
El arroyuelo también quiere llegar al mar.
El arroyuelo no se acuerda de nada.

 

Cuentame

¿Qué has soñado la última noche? ¿Te acuerdas? ¿Ha sido un sueño gracioso o un sueño triste? Muchas veces, soñamos despiertos, porque también soñar nos permite pensar con ilusión. De que algo se puede cumplir. A ver si eres capaz de contarnos ese sueño maravilloso que te encantaría que se cumpliera. ¿Con qué tiene que ver tu ilusión? ¿Con algo muy personal, que se refiere a tu futuro, con los próximos años? ¿Tiene que ver con tu familia? ¿Y con tus amigas y amigos?

Ojalá que se cumplan tus deseos, tus ilusiones, tus sueños.

Autor

Miguel de Unamuno

Nació el 29 de septiembre de 1864 en Bilbao y murió en Salamanca el 31 de diciembre de 1936.
Escritor, filósofo, uno de los representantes de la Generación del 98.  Estudió Filosofía y Letras en Madrid aunque pasó la mayor parte de su vida en Salamanca, al acceder a la Cátedra de Lengua y Literatura griega. Fue nombrado Rector de la Universidad salmantina tres veces.
Fue un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda constante y quedó reflejado en toda su obra. Escribió ensayo, novela, teatro y poesía.

Nuestro observatorio

En la siguiente página se puede ampliar su biografía .

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor en Canal Lector.

El hombrecito vestido de gris. Fernando Alonso. Editorial Alfaguara

26 Sep

hombrecito

Había una vez un hombre que siempre iba vestido de gris. Tenía un traje gris, tenía un sombrero gris, tenía una corbata gris y un bigotito gris.
El hombrecito vestido de gris hacía cada día las mismas cosas.
Se levantaba al son del despertador.
Al son de la radio hacía un poco de gimnasia.
Tomaba una ducha, que siempre estaba bastante fría; tomaba el desayuno, que siempre estaba bastante caliente; tomaba el autobús, que siempre estaba bastante lleno; y leía el periódico, que siempre decía las mismas cosas.
Y todos los días, a la misma hora, se sentaba en su mesa de la oficina.
A la misma hora.
Ni un minuto más. Ni un minuto menos.
Todos los días, igual.
El despertador tenía cada mañana el mismo zumbido.
Y esto le anunciaba que el día que amanecía era exactamente igual que el anterior.
Por eso, nuestro hombrecito del traje gris, tenía también la mirada de color gris.
Pero nuestro hombre era gris sólo por fuera.
Hacia adentro… ¡un verdadero arco iris!
El hombrecito soñaba con ser cantante de ópera.
Famoso.
Entonces llevaría trajes de color rojo, azul, amarillo… trajes brillantes y luminosos.
Cuando pensaba aquellas cosas, el hombrecillo se emocionaba.
Se le hinchaba el pecho de notas musicales, parecía que le iba a estallar.
Tenía que correr a la terraza y…
-¡Laaa-lala la la la laaa…!
El canto que llenaba sus pulmones volaba hasta las nubes.
Pero nadie comprendía a nuestro hombre.
Nadie apreciaba su arte.
Los vecinos que regaban sus plantas, como sin darse cuenta, le echaban una rociada con su regadera.
Y el hombrecito vestido de gris entraba en su casa, calado hasta los huesos.
Algún tiempo después las cosas se complicaron más.
Fue una mañana de primavera.
Las flores se despertaban en los rosales.
Las golondrinas tejían en el aire maravillosas telas invisibles.
Por las ventanas abiertas se colaba un olor a jardín recién regado.
De pronto, el hombrecito vestido de gris comenzó a cantar:
-¡Granaaaaaadaa…!
En la oficina.
Se produjo un silencio terrible.
Las máquinas de escribir enmudecieron.
Y don Perfecto, el Jefe de Planta, le llamó a su despacho con gesto amenazador.
Y, después de gritarle de todo, terminó diciendo:
-¡Ya lo sabe! Si vuelve a repetirse, lo echaré a la calle.
Días más tarde, en una cafetería, sucedió otro tanto.
El dueño, con cara de malas pulgas, le señaló un letrero que decía:
Se prohibe cantar y bailar
Y lo echó amenazándole con llamar a un guardia.
Nuestro hombre pensó y pensó.
¡No podía perder su empleo!
Tampoco quería andar por el mundo expuesto a que lo echaran de todas partes.
Y, al fin, se le ocurrió una brillante idea.
Al día siguiente, fingió tener un fuerte dolor de muelas.
Se sujetó la mandíbula con un pañuelo y se fue a su trabajo.
Así no podría cantar.
¡Aunque quisiera!
Y día tras día, año tras año, estuvo nuestro hombrecito, con su pañuelo atado, fingiendo un eterno dolor de muelas.
La historia termina así.
Así de mal. Así de triste.
La vida pone, a veces, finales tristes a las historias.
Pero a muchas personas
no les gusta leer finales
tristes; para ellos hemos
inventado un final feliz…
Pero, nuestro pobre hombrecito, merecía que le dieran una oportunidad.
Así que…
Cierto día, conoció a un director de orquesta.
Y éste quiso oírle cantar.
El hombrecito, muy contento, pero con un poco de miedo, salió al campo con el director de orquesta.
Y allí, rodeados de flores y de pájaros, nuestro hombrecito se quitó el pañuelo y cantó mejor que nunca.
El director de orquesta estaba tan entusiasmado que lo contrató para inaugurar la temporada del Teatro de la Ópera.
Y la noche de su presentación, que se anunció en todos los periódicos, don Perfecto, el Jefe de Planta, los vecinos que le habían regado, el dueño de la cafetería y todos los que le habían perseguido con sus risas, hicieron cola y compraron entradas para oírle cantar.
Y asistieron al triunfo del hombrecito.
Y el hombrecito quemó todos sus trajes y corbatas de color gris.
Tiró por la ventana el despertador.
Se afeitó el bigotito de color gris y nunca, nunca más, volvió a tener la mirada de color gris.
¿FIN?

Fernando Alonso.  El hombrecito vestido de gris. Ed. Alfaguara

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto

Gracias a Fernando Alonso conocemos, de su mano, lo que en realidad es la Literatura. Esa posibilidad que un autor, maravilloso como persona y como escritor, que es Fernando, nos da para transitar, pasear, disfrutar y descubrir la vida. Esa que él nos cuenta. ¿Qué nos dice Fernando de cómo era la vida del hombrecito? ¿Era cierto que su color preferido era el gris y por eso todo lo que tenía era gris? ¿Sería que nuestro protagonista, el hombrecito, estaba encantado de que todo fuera siempre igual y así no tenía que pensar nunca en nada nuevo? Pues no, pronto nos dice que el color gris, hasta en sus ojos, era sólo por fuera. Pero lo que sucedía por dentro era algo totalmente diferente. ¿Con qué soñaba el hombrecito?

Una furtiva lagrima . Luciano Pavarotti
Placido Domingo, Jose Carreras, Luciano Pavarotti

Caruso. Luciano Pavarotti

Sí, si has entrado en estas páginas, habrás visto y oído a fantásticos intérpretes de óperas famosas. Y el hombrecito quería, alguna vez, estar ahí, con su foto y su canto. Ese que hacía en la terraza, y que nadie apreciaba.
No estaba acostumbrado a mentir nunca. Él era fiel y legal. Pero no tuvo más remedio que idear algo, para conservar su trabajo y que no lo echaran de la oficina. Aquel eterno dolor de muelas, por el que llevaba un pañuelo.
Todo parecía que iba a acabar mal, con la tristeza de un hombrecito vestido de gris, sentenciado a no poder cantar nunca, que era su mayor ilusión en la vida. Pero Fernando Alonso, nuestro escritor hoy, pensó en quienes leyeran su libro. Claro que hay ocasiones en que la vida es muy triste y las cosas salen mal. ¿Qué hace Fernando? Con su sinceridad de siempre nos dice:
“Pero a muchas personas no les gusta leer finales tristes; para ellos hemos inventado un final feliz… Pero, nuestro pobre hombrecito, merecía que le dieran una oportunidad”.

Federico Fellini. El papel del Director de orquesta con los músicos
Los mejores directores de orquesta

Y no. No fue a un auditorio como estos maravillosos que hemos visto en las páginas seleccionadas. No. Tuvo la mayor suerte que podía imaginar. Un día conoció a un director de orquesta. Y ¡¡¡Síííí!!! El hombrecito pudo cantar y ahí empieza una nueva vida para él. Se acabaron, para siempre, el gris de los trajes, de las corbatas del bigotito y de la mirada.
La última palabra, entre interrogantes, parece querer decirnos que la historia, al final, le pertenece siempre a quien lee. A la lectora o al lector que la ha leído y la ha vivido. Ahora, tuya es la palabra.

Palabra magica

Hoy la palabra mágica es color.

Es como si el hombrecito nos invitara, a quienes hemos leído este texto, a pensar en un mundo de color. Un mundo en el que intentemos que nadie se quede sin disfrutar de una vida mejor. Al hombrecito se le ocurrió una brillante idea, para no cantar y así perder su trabajo. Pero la verdad es que era un poco incómodo eso de llevar un pañuelo siempre, como si tuviera un terrible dolor de muelas. Pero la cuestión es pensar.

Vamos a pensar ahora, durante un rato, qué podríamos hacer, en nuestra vida particular, para mejorar algunas cosas y hacer un mundo más agradable. Con más color, no tan gris. El hombrecito sacó valor y, al final, consiguió una oportunidad para ser más feliz. Luchó por un sueño. Como mucha gente que lo hace a diario.

Fíjate en este programa que hay en la RTVE

http://www.rtve.es/television/20121021/lucha-sueno/570845.shtml

A propósito, ¿has visto hoy algún árbol? ¿Está de color verde? ¿Qué hacemos para que siga estándolo? Si te gusta ese color en la Naturaleza, escribe las cuatro cosas que creas más importantes y que podemos hacer, para conservar ese color. Los árboles, las plantas, la Naturaleza te lo agradecerá.

Cuentame

Hoy hablamos de colores y de ilusiones. ¿Cuál es tu color preferido? ¿Dónde se ve, en la Naturaleza, ese color que tanto te gusta? Y lo que sí es seguro es que hay algo que te hace una ilusión enorme. Cuéntanos cuál es tu mayor ilusión. ¿Con quién se cumpliría? ¿Es para que suceda algo? ¿Con quién tiene que ver tu ilusión? ¿Es para ti sola o para ti solo? ¿Preferirías que también disfrutaran tus amigas, tus amigos, tu familia, quien tú más quieras? ¿Cómo se lo dirías? ¿Se ha cumplido alguna vez una ilusión que has pensado mucho? ¿Cuál fue?

Lo que sí podemos imaginar es cuáles son algunas de las ilusiones de la gente que hemos visto en el video. Son ilusiones para vivir de esa forma que no necesita otra cosa que ser persona. Y ser una persona válida, a pesar de sus problemas. Cuéntanos tus ilusiones y nos vas a hacer pasar un rato fantástico. A lo mejor, si lo deseas mucho, te podemos ayudar a que tu ilusión se cumpla muy pronto. ¡Mucha suerte! Y ojalá que ese ¿FIN?, que pone Fernando Alonso al final, sea muy feliz para todas y todos vosotros.

Autor

Fernando Alonso

Nació el 3 de julio de 1941 en Burgos. Doctor en Filología Románica por la Universidad de Madrid, posee el Diploma de Experto en Literatura Infantil y Juvenil. Es, además, Titulado Superior en Medios de Comunicación de Masas y ha realizado diversos Cursos Superiores de Programación y Producción en el Instituto Oficial de Radio y Televisión.

Su trabajo ha sido muy variado, desde editoriales, radio, pasando por televisión. Participa habitualmente en simposios, congresos, mesas redondas, presentaciones de libros, encuentros con lectores y profesores, sesiones de animación a la lectura; e imparte conferencias sobre literatura para niños y jóvenes.
Su obra El hombrecito vestido de gris (Madrid: Alfaguara, 1978), por la que recibe el Premio “Lazarillo” en 1977, fue seleccionada en el VI Simposio sobre Literatura Infantil y Lectura, organizado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en junio de 2000, como una de las cien obras de la Literatura Infantil Española del Siglo XX.

Nuestro observatorio

En la siguiente página web de Cervantes se pueden ampliar datos biográficos y curiosidades, también en Canal Lector.

Bibliografía 

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de Fernando Alonso tomada de Canal Lector.

Los sueños del sapo. Javier Villafañe. Ed. Colihue

26 Jun

suenossapo

Una tarde, un sapo dijo:
-Esta noche voy a soñar que soy árbol-. Y dando saltos, llegó a la puerta de su cueva. Era feliz; iba a ser árbol esa noche.
Todavía andaba el sol girando en la rueda del molino. Estuvo un largo rato mirando al cielo. Después bajó a la cueva; cerró los ojos y se quedó dormido.
Esa noche el sapo soñó que era árbol.
A la mañana siguiente contó su sueño. Más de cien sapos lo escuchaban.
-Anoche fui árbol –dijo-; un álamo. Tenía nidos. Tenía raíces hondas y muchos brazos como alas; pero no podía volar. Era un tronco delgado y alto que subía. Creí que caminaba, pero era el otoño llevándome las hojas. Creí que lloraba, pero era la lluvia. Siempre estaba en el mismo sitio, subiendo, con las raíces sedientas y profundas. No me gustó ser árbol.
El sapo se fue; llegó a la puerta y se quedó descansando debajo de una hoja de acelga.
Esa tarde el sapo dijo:
-Esta noche voy a soñar que soy río.
Al día siguiente contó su sueño. Más de doscientos sapos formaron rueda para oírlo.
-Fui río anoche –dijo-. A ambos lados, lejos, tenía las riberas. No podía escucharme. Iba llevando barcos. Los llevaba y los traía. Eran siempre los mismos pañuelos en el puerto. La misma prisa por partir, la misma prisa por llegar. Fue una lástima. No vi una sola sirena; siempre vi peces; nada más que peces. No me gustó ser río.
Y el sapo se fue. Volvió a la huerta y descansó entre cuatro palitos que señalaban los límites del perejil.
Esa tarde el sapo dijo:
-Esta noche voy a soñar que soy caballo.
Y al día siguiente contó su sueño. Más de trescientos sapos lo escucharon. Algunos vinieron desde muy lejos para oírlo.
-Fui caballo anoche –dijo-. Un hermoso caballo. Tenía riendas. Iba llevando un hombre que huía. Iba por un camino largo. Crucé un puente, un pantano; toda la pampa bajo el látigo. Oía latir el corazón del hombre que me castigaba. Bebí en un arroyo. Vi mis ojos de caballo en el agua. Me ataron a un poste. Después vi una estrella grande en el cielo; después el sol; después un pájaro que se posó sobre mi lomo. No me gustó ser caballo.
Otra noche soñó que era viento. Y al día siguiente, dijo:
-No me gustó ser viento.
Soñó que era luciérnaga, y dijo al día siguiente:
-No me gustó ser luciérnaga.
Después soñó que era nube y dijo:
-No me gustó ser nube.
Una mañana los sapos lo vieron muy feliz a la orilla del agua.
-¿Por qué estás tan contento? –le preguntaron.
Y el sapo respondió:
-Anoche tuve un sueño maravilloso. Soñé que era sapo.

Javier Villafañe. Los sueños del sapo.  Ed. Colihue .

RECURSOS

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

Texto

¿Qué crees que le pasa, en realidad, al pobre sapo? Pues toda la lectura se basa en algo que no se puede ver: sus sueños. ¿Y por qué soñaba?

La respuesta es muy fácil. Tú la sabes. Porque se sentía muy feo. Y la verdad es que al sapo siempre se le ha considerado un animal feo. Imagina la diferencia con un gato, un perro, un hámster, un conejito ¡o incluso una rana! Pero un sapo… Aquí lo tienes.

Aunque no a todo el mundo le sucede eso. Hay gente que adora a todos los animales, ¡incluido el sapo! Lee si no este libro, Noche de sapos, que habla de Jon, un niño que decidió tener uno en casa (y hasta se lo permitieron).

Lo que sí es cierto, porque lo hemos oído y, a lo mejor incluso dicho, es esta frase: ¡Es más feo que un sapo!

Y el sapo lo sabía. Quería ser hermoso. Y por eso sueña, imagina, tiene ilusiones. Sueña, sobre todo, con lo que hay a su alrededor.

Y soñó que era un árbol. No un árbol cualquiera.

-¿Y fue maravilloso ser árbol en vez de sapo?

-¡Noooo! Aquí empiezan los problemas de los sueños del sapo.

Y llega su primer no. Sí, eran árboles maravillosos, pero a él no le gustaba cambiar su vida de sapo por la de árbol. “No me gustó ser árbol”
Y a su lado también había cosas extraordinarias, además del árbol. Pasaba, ni más ni menos, que un precioso río.
Soñó que era árbol, río, caballo, viento

Lo que sí conseguía el sapo era algo fantástico, que seguro que tú conoces. ¿Has ido alguna vez a una sesión de animación a la lectura? Intenta hacer memoria y, a lo mejor, recuerdas alguna en que estabas rodeada o rodeado de sapos, cientos de sapos. ¿Sería un sapo el contador de historias? Porque lo que sí lograba el sapo, quizá sin saberlo, es la magia de las historias, de los cuentos. Allí se arremolinaba todo el mundo para escucharlo.

Pero nada le gustaba. ¿Sería que el sapo era un gruñón, un inconformista, que no iba a haber en toda la faz de la Tierra algo que le gustara?

Pues sí. ¡Claro que lo había! Y por eso estaba tan contento cuando lo encontraron los amigos sapos, por la mañana, en su lugar habitual, a la orilla del agua. Cuando le preguntaron, el sapo respondió:

-Anoche tuve un sueño maravilloso. Soñé que era un sapo.

Palabra magica

La palabra mágica hoy es Yo. Sí. Hoy la palabra mágica parece la más fácil del mundo. Porque es la nuestra. La de cada una y cada uno de nosotros. Yo. ¿Hay alguna palabra que diga mejor quiénes somos? Pero ¿nos gusta cómo somos o nos gustaría, como al sapo, ser diferentes?

Sugerimos la visita a Canal Lector  donde se pueden ver biografías de personajes interesantes.

Cuentame.

Esta historia del sapo, de Javier Villafañe, nos permite también soñar, imaginar. Fíjate en algunos animales.
¿Cuál te gustaría ser? ¿Por qué?

Pero lo bueno que tiene imaginar, soñar es que podemos ir donde queramos. ¿Adónde te gustaría ir si pudieras?

Relacionar con libros de aventuras por ejemplo en la selva.

Autor

 Javier Villafañe

Nació el 24 de junio de 1909 en Buenos Aires (Argentina) y murió el 1 de abril de 1996  en Buenos Aires.
Fue poeta, escitor y  titiritero. Con su carreta La Andariega viajó por Argentina y varios países americanos realizando funciones de títeres.  Se fue a  Venezuela donde, trabajando para la Universidad de Los Andes, fundó un Taller de Títeres para formar artistas de esa disciplina. En 1978, con el auspicio del gobierno venezolano, repitió su experiencia trashumante en el Viejo Continente.  Recorrió España con un teatro ambulante y volvió en 1984 a su país, Argentina.

Nuestro observatorio

En las siguientes páginas se puede ampliar la biografía y consultar diferente material de documentación sobre Villafañe.

Bibliografía

Muchos de sus libros se pueden ver en Imaginaria.