¿Podría Pasteur frenar el virus de la rabia en el momento?
El 6 de julio de 1885, Louis Pasteur se vio metido en una lucha a vida o muerte. El niño de nueve años Joseph Meister, de Alsacia (Francia), llegó al laboratorio de Pasteur en París tras un viaje de 400 kilómetros. Dos días antes, el pequeño había sido salvajemente atacado por un perro rabioso. Había sufrido 14 mordeduras en total. Pasteur pidió a dos médicos franceses, Alfred Vulpian y Jacques-Joseph Grancher, que lo vieran. Los dos coincidieron en que, sin tratamiento, era muy probable que muriera.
Pasteur recordaba el terrible sufrimiento de las víctimas de la rabia que había visto cuando era un colegial. El virus de la rabia, transportado en la saliva del animal, tardaba varias semanas en llegar al sistema nervioso y atacaba a la médula espinal y al cerebro. Las víctimas sufrían espantosos temblores, fiebres y espasmos. También tenían alucinaciones, lo que quiere decir que veían cosas que no existían. Tragar les resultaba enormemente doloroso; al final entraban en coma. Poco después sobrevenía la muerte.
Pasteur y su ayudante, Émile Roux, llevaban unos tres años experimentando con un tratamiento contra la rabia, pero Pasteur pensaba que a su trabajo le faltaba mucho para estar concluido. Aunque había probado su vacuna en unos cuantos perros, aún tenía que probarla en un ser humano. Pasteur y sus ayudantes habían puesto en peligro sus propias vidas recogiendo perros rabiosos y sus babas infectadas.
Durante un período de 10 días terriblemente tenso, Pasteur inoculó a Joseph Meister 13 dosis de la vacuna contra la rabia, cada una más fuerte que la anterior. Esperó con inquietud que el tratamiento resultase eficaz. La reacción de Joseph a la vacuna significaría el triunfo o el fracaso de la carrera de Pasteur. Sin embargo, este sabía que las pruebas científicas estaban de su lado: la rabia no era la primera dolencia mortal que investigaba. En 1877 se había extendido por Europa el ántrax, un virus letal que mató a miles de ovejas.
El ántrax era capaz de infectar y matar seres humanos además de ovejas. Gracias a sus experimentos, Pasteur halló que podía crear una forma debilitada de la enfermedad. Cuando la inoculaba a las ovejas, sus cuerpos producían unas sustancias que combatían la enfermedad con éxito. En 1881, Pasteur inyectó su nueva vacuna contra el ántrax a un rebaño de ovejas.
Veinte días después infectó con ántrax no debilitado a estos mismos animales y a otro grupo no vacunado. Todos los animales que no habían recibido la vacuna de Pasteur murieron. Todos los que la recibieron, vivieron. Pasteur utilizaba esta experiencia para crear su vacuna contra la rabia. Averiguó que la médula espinal de los conejos rabiosos, si se dejaba secar, producía una versión mucho más débil del virus.
Cuando se le inoculaba a un animal, la versión más débil del virus no causaba un brote completo de la enfermedad. ¡Por el contrario, hacía que el cuerpo produjera sustancias llamadas anticuerpos, que combatían la dolencia!
Por la misma razón, el tratamiento aplicado al joven Joseph Meister fue un enorme éxito. Sobrevivió y regresó a su casa. Pasteur fue aclamado y los pacientes acudieron en tropel a París. Entre octubre de 1885 y diciembre de 1886, Pasteur y sus compañeros trataron a 2.682 personas que creían estar infectadas de la rabia. Más del 98 por ciento de aquellos pacientes sobrevivieron. Joseph llegó a ser un adulto sano. Tras servir en el ejército francés durante la 1ª Guerra Mundial, trabajó como portero en el Instituto Pasteur, desde entonces un centro que es líder mundial en la investigación microbiológica y de enfermedades.
Dr. Mike Goldsmith . ¡EUREKA! Los descubrimientos científicos más asombrosos de todos los tiempos. Editorial Siruela
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Ahora disponemos de una gran herramienta, Internet, que nos permite acercarnos a ideas, conceptos, métodos de trabajo, grandes personajes, soluciones a diferentes problemas y mucho más. En el texto hemos leído cómo Louis Pasteur llegó al descubrimiento y solución del problema de la enfermedad de la rabia.
Lo que parece muy evidente es la importancia que tiene la información, la investigación y el estudio, si queremos llegar a descubrir cosas fundamentales para la Humanidad. Y si nos acercamos a los grandes sabios o a las grandes sabias en el mundo y en el tiempo pasado, presente y quién sabe si también futuro, iremos descubriendo desde quiénes somos hasta quiénes podríamos llegar a ser. Temas tan apasionantes como, por ejemplo, la astrofísica, en la que también trabaja el autor de nuestro texto de hoy, pueden resultarnos más comprensibles y cercanos, escuchando conferencias, charlas, palabras, como las que puedes descubrir hoy, en esta página, donde oiremos al doctor Montesinos, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Nuestra palabra mágica hoy es información. Gracias a la información de algo o sobre algo podemos llegar al conocimiento. Así se mueven las personas que luego generan el saber, el conocimiento de lo que estudian y nos transmiten.
Hemos llegado, gracias a internet, a “ver”, a leer lo que hizo Louis Pasteur hace muchos años, cuando descubrió la manera de combatir la enfermedad de la rabia. Pero hemos visto y trabajado gracias a un soporte, es decir, el material donde se comunica la información. Porque el soporte es sólo eso, una herramienta. Pero lo trascendental, lo fundamental para el ser humano es leer, o sea, la lectura.
Y para disfrutar de ella y conseguir el conocimiento, nos trasladamos, en un vertiginoso cambio de soporte, a uno que conocemos muy bien. Ese objeto maravilloso, que emplea como material el papel y que denominamos libro. Como lugares donde ir para transitar por esos objetos mágicos, te recomendamos las bibliotecas, las librerías y, también, por supuesto, internet. En la siguiente página puedes comprobarlo.
Queremos, ahora, escucharte, leerte. ¿Has dicho, hace poco, ¡Eureka!, alguna vez? Es decir: ¿has encontrado algo que buscabas con mucho afán o ilusión?
Explícanos en qué ha consistido ese descubrimiento. ¿Ha sido el reencuentro con una persona, que creías desaparecida de tu vida y la has vuelto a ver? ¿Has vuelto a ir a ese lugar, al que hace tanto tiempo que no ibas? ¿Lo has encontrado como lo imaginabas o ha cambiado tanto que casi no lo recuerdas? Si eres amante del deporte, ¿qué te ha satisfecho muchísimo hace muy poco? ¿Has escuchado a tu cantante o a tu grupo favorito y siguen siendo buenísimos? ¿Has visto aquella película que te encantó, cuando eras más joven? La evolución de tu familia y amigas o amigos, ¿sigue por los caminos que tú pensabas? O, por el contrario, ¿te has llevado unos chascos terroríficos?
También nos podrías contar tus impresiones y consejos que nos puedes dar sobre lecturas determinadas. Lo leeremos con mucho cuidado y ya, de antemano, te damos las gracias por ello.
Mike Goldsmith
Nació el 12 de julio de 1962 en Londres (Inglaterra).
Licenciado en Filosofía y Física en la Universidad de Keele. Se doctoró en astrofísica. Ha trabajado en un Grupo de Acústica en el Laboratorio Nacional de Física de Inglaterra. Ahora trabaja de forma independiente. Ha publicado muchos artículos científicos e informes técnicos, principalmente sobre astrofísica y acústica. Ha escrito además 40 libros de ciencia para niños y adultos.
Se pueden consultar más datos biográficos y otras curiosidades en su página web
Bibliografía
Ofrecemos, a continuación, una relación de libros tomada de Canal Lector
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