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Pobre Socky. John Newman. Editorial Siruela (Recomendado: 10 años)

3 Jul

mimi
Sally no me dice nada en toda la noche. Tal vez después de todo no sepa que soy yo quien lee su precioso diario.
Papá nos prepara pizzas para cenar, como siempre. Antes me encantaban las pizzas, pero ahora me pongo enferma solo de verlas, papá siempre las deja demasiado tiempo en el horno y quedan duras y quemadas.
-Lo siento, chicos –murmura mientras nos sirve media pizza a cada uno. No parece que le moleste mientras mastica su propia pizza como si masticara una suela de zapato vieja.
A Conor tampoco parece molestarle… Simplemente se pone a comer y le habla a papá de la liga de fútbol y ni siquiera parece notar que papá apenas le responde.
-Liverpool juega fuera de casa contra Manchester United este miércoles, papá –dice, con la boca medio llena.
-¿Ah, sí? –murmura papá como si viviera en otro planeta.
-Va a ser un partido reñido. Manchester echará de menos a Rooney…, tiene una distensión muscular.
-¿Ah, sí? –responde papá, pero no creo ni que esté escuchando. Conor también debe de estar hablando para sí mismo.
Sally y yo no comemos las pizzas de papá si podemos evitarlo.
Sally normalmente va hasta la puerta trasera, la abre y le tira la pizza a nuestra perra, Bengala. Un rato más tarde, yo hago lo mismo. A papá no parece importarle…, pero Bengala queda encantada. Ella nunca se cansa de la pizza. Cuando vivía mamá, Bengala solía correr por toda la casa, saltando y lamiendo a todo el mundo, o encontraba su correa y la sujetaba con la boca hasta que alguien la sacaba a dar un paseo. Ahora nunca está en casa, y nadie le hace mucho caso, y se está poniendo tan gorda con tanta pizza que ya no creo que pueda caminar hasta muy lejos.
Después de cenar, papá anda por ahí mirando viejas fotografías y eso lo pone más triste. Conor se lleva el plato a su habitación y comienza a tocar la batería. Ahora hace eso cada noche. Es el peor batería del mundo y también el más escandaloso. Hace tanto ruido que tengo que poner el volumen de la televisión a tope y Sally también tiene que poner a tope su reproductor de CD.
¡Vivimos en una casa triste pero al menos no es silenciosa!
Mi amiga Orla me envidia porque ella tiene que irse a la cama cada día a las nueve y media y yo en cambio puedo estar levantada todo el tiempo que quiera, pero esta noche estoy cansada y no hay nada para ver en la tele, así que me meto en la cama a las diez y media. Orla también envidia que yo pueda tirar mi ropa donde quiera porque tía B la recoge por la mañana. La tía B viene cada día cuando estamos en el colegio y limpia la casa de cabo a rabo, y cuando volvemos del colegio está todo de nuevo en su sitio.
Antes me costaba bastante dormirme con tanto ruido en casa, pero te puedes acostumbrar a todo, y después de hablar un poco con Socky se me empiezan a cerrar los ojos y el pulgar se me desliza en la boca.
-Buenas noches, Socky –le digo a mi títere de calcetín, y él asiente y me da también las buenas noches. Luego me lo quito de la mano y lo coloco debajo de mi almohada.
Antes de que muriera mamá, yo me había hecho ya demasiado grande para Socky, pero mamá siempre lo buscaba cuando me metía en la cama. “Pobre Socky”, decía, y lo sacaba todo polvoriento de debajo de la cama, y luego se lo ponía en la mano y le hablaba poniendo voz de tonta:
-A ver, Socky, Mimi ha crecido demasiado para ti, ¿verdad? ¿Y supongo que también está demasiado grande para unas cosquillas de su viejo amigo Socky? –y luego ella me hacía unas cosquillas de muerte con Socky en su mano. Cuando se marchaba de la habitación, yo lo tiraba otra vez debajo de la cama. Pero desde que mamá murió ya no soy demasiado grande para Socky.
Lo último que hago antes de quedarme frita es susurrar buenas noches a la foto de mami que hay en mi armario y pedirle que arregle el corazón roto de papá. Eso me hace llorar un poco, pero luego me quedo dormida.

John Newman. Mimi.  Ed. Siruela

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto
La muerte de una madre es la noticia más triste. Sally, Mimi, la protagonista que da nombre al libro, Conor y el padre de los tres están como en otro mundo. Falta esa figura que en el texto no aparece. La madre que ya no está. Murió antes, en un accidente de bicicleta. En esta parte del libro, en el fragmento que hemos leído, el padre de estos tres hermanos procura, sin conseguirlo, que al menos la cena siga siendo eso: cena. El texto presenta, cuando hablan o piensan los personajes, un símbolo que debemos conocer: un guión. Si observas detenidamente, verás que hay dos tipos de guiones: el que señala cuando habla algún personaje (Lo siento, chicos). Es lo que dice el padre.

El otro, se coloca cuando es un pensamiento, una reflexión de los personajes. En este caso, es Mimi la que piensa lo que le está sucediendo a papá: murmura mientras nos sirve media pizza a cada uno.

Ahora, una sencilla pregunta: ¿has cenado ayer? Bien, pues sólo tienes que escribir quiénes estuvisteis en la cena. Esos serán los nombres de los personajes. Después, piensa y escribe de qué hablasteis en la cena. A ver si la memoria no te falla y consigues, con una raya de diálogo, poner lo que dijo cada una o cada uno.

 Palabra magica
Hoy la palabra mágica nos va a proporcionar una prueba más para los fantásticos y las fantásticas Detectives de lectura. El grupo DELEC,

La palabra mágica hoy es batería. Ya has leído que Conor se lleva el plato (de la cena) a su habitación y comienza a tocar la batería. Ya han ido Sally y Mimi a dar pizza a Bengala, que por eso se está poniendo demasiado gorda y camina muy poco.

Esta es la batería que le gustaría a Conor. Pero creemos que no era como ésta. Era algo más sencilla.

Ahora bien. Imaginemos que los vecinos están ya bastante hartos de oír esa batería de Conor. Esos vecinos convocan una reunión de comunidad, donde le sugieren a Conor que toque otros instrumentos y a una hora que puedan dormir.

Escribe, debajo de cada instrumento, su nombre. A ver si consigues que Conor se aficione por alguno. Y que procure no tener problemas con sus vecinos.   Compara los dos dibujos y, si puedes, hazlo en un archivo. Si prefieres, en una hoja de papel, dibuja el instrumento y pon, debajo, su nombre.

instrumentos musicalesinstrumentos musicales 2

 

Cuentame
¿Tienes, en algún lugar de tu casa fotos de tu familia al completo? ¿Falta alguien que murió? ¿Conociste tú a aquel familiar que ya no está? De los que están vivos y queriéndote mucho, dinos cuál es tu preferida o preferido. ¿Sabes qué es lo que más le gusta? ¿Le gusta leer? ¿Y ver películas? ¿Te ha dicho, alguna vez, que te lo puedes pasar fantásticamente leyendo aquel libro? ¿Le gusta, especialmente, alguna aplicación en internet?

 Autor
John Newman

Nació en Dublín (Irlanda). Profesor de día y escritor de noche. Escribe en el comedor, después de cenar. Cuando era niño escribía poemas y cuentos.  Estudió Filología y Filosofía. Ha ganado varios premios.
Nuestro observatorio

Se pueden consultar más datos biográficos sobre John Newman en la página del autor.

 

Noticias para Pablo Topo. Grégoire Solotareff. Editorial Anaya

12 Dic

cuentosdeverano

-Cógeme, cógeme –gritaba Josefina, cuando de repente desapareció por un hoyo en medio del campo.
Sofía había oído a su amiga Josefina, pero, cuando levantó la cabeza y aguzó el oído, ya no pudo verla ni oírla. Allí estaban esos enormes caballos alazanes, tumbados, como focas, y también Jerónimo Ligero, que perseguía a las moscas gritando como un imbécil; pero ¡Josefina ya no estaba!
“¿Cómo ha podido desaparecer así, en unos segundos? –se preguntó Sofía-. ¡Para mí que esto es magia!”.
Buscó detenidamente, y al cabo de un momento vio un hoyo en el suelo entre las hierbas altas.
“Aquí está”, pensó. Se acercó al hoyo, y, ¡zas!, desapareció ella también.
En realidad, no había desaparecido. Se deslizó por el agujero y encontró a Josefina, un poco más abajo, en compañía de Pablo Topo.
Pablo era gordo y bastante mayor. Hacía hoyos en el campo a derecha e izquierda, y esperaba a que alguien cayese dentro de ellos y le diese noticias del mundo. No veía nada desde hacía mucho tiempo y quería seguir informado de todo lo que pasaba fuera sin arriesgarse a ser atrapado por las garras de Lucas Gavilán o de José Cernícalo. Había encontrado este sistema para tener noticias al menos una vez al día. Era algo así como si recibiese el periódico a domicilio.
-¡Y bien, adorables muchachas! Sois muy amables al venir a saludar al viejo Pablo. ¿Qué hay de nuevo por ahí arriba? Contádmelo todo.
Sofía y Josefina, aún bajo el impacto de su caída, se miraron la una a la otra y, sin duda por los nervios, se echaron a reír. Molesto, creyendo que se reían de él a causa de su ceguera, cosa que no era para nada cierta, Pablo Topo se encerró en el fondo de la galería.
Sofía y Josefina aprovecharon para subir a la superficie y se dirigieron rápidamente a sus casas.
Y Pablo Topo se quedó ese día sin noticias.

Grégoire Solotareff. Cuentos de verano.  Ed. Anaya

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto
Nos hemos encontrado con alguien “necesitado” de saber lo que sucede en el mundo. Casi un perturbado por informarse. Menos mal que hoy podemos conseguir información de muchísimas maneras. ¿Os imagináis tener que organizar lo que hizo Pablo Topo, para saber qué pasa ahí fuera, en el mundo?
Vamos a echar un vistazo por la historia, en España, de cómo han evolucionado los periódicos.

Lo que sí sabemos es que este cuento de Grègoire Solotareff nos presenta la cosa más extraña del mundo. Un individuo que sólo quería informarse. ¿Te imaginas que, en vez de Sofía y Josefina, eres tú el que cae al hoyo que había hecho Pablo Topo? Piensa un poco y dinos: ¿qué noticia le habrías contado tú a Pablo Topo? ¿De qué manera, en tu casa, en el colegio os informáis? ¿Cuál es el medio de información que usáis: la prensa escrita, la televisión, la radio, internet…? ¿Qué noticia te habría gustado darle a Pablo Topo, después del tiempo que llevaba allí abajo?

 Palabra magica
Hoy nuestra palabra es más mágica que nunca, porque es la palabra magia

Pero ahora, en el apartado siguiente, nos cuentas si tú crees que Sofía tenía razón y lo que pasó allí es que se produjo un truco de magia y por eso desaparecieron Sofía y Josefina.


Cuentame
¿De verdad crees que Pablo Topo era un mago? ¿Has visto alguna película o leído algún libro donde aparece la magia? Lo que seguro que sabes es un montón de trucos de magia. ¿Qué truco has realizado la última vez? ¿Es un truco con cartas, como este que vas a ver ahora?

Cuéntanos ahora cómo es tu truco favorito y dónde lo realizas.

Por si te interesa la magia, agárrate bien, no vayas a salir a dar un paseo y notes que no estás pisando el suelo. Estás levitando y la gente se espanta, porque no saben que es pura magia. Aquí tienes algunos libros donde la reina de todo es la magia. Desde Perro de cristal, que protege gracias a los encantamientos del hechicero, hasta la chica que, con El dedo mágico consigue transformaciones increíbles en lo que no le gusta. Sin olvidarnos de Harry Potter, desde El cáliz de fuego a La piedra filosofal y tantas otras.

En Canal Lector, encontrarás bastantes libros que te recomendamos.

 Autor

Grégoire Solotareff

Nació en Alejandría (Egipto) en 1953. Pasó su infancia en Egipto, Líbano y Francia. A este último país llego cuando tenía 7 años y desde entonces se ha quedado a vivir allí. Estudió medicina y la ejerció durante cinco años pero ha preferido dedicarse a dibujar y a escribir. Empezó a ilustrar libros porque cuando contaba cuentos a su hijo, este le pedía que se los dibujase, fue en el año 1985. Ha preferido ponerse el apellido de su madre, Solotareff.

Nuestro observatorio

Otros datos biográficos sobre Grégoire Solotareff en la página dedicada al autor.

Bibliografía 

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor  tomada de  Canal Lector.

El invierno. Luis García Montero. Ed. Comares

17 Oct

 lecciones

Sábado por la tarde.
Son las cuatro.
En la mesa dos tazas de café
y en la televisión un videojuego.
Mientras los padres hablan y recuerdan
historias del pasado,
un luchador derrota a su enemigo
y  pasa la pantalla.
La mano inteligente de la calefacción
acaricia los libros de la casa,
las cortinas de paño,
el equipo de música,
los almohadones rojos del sofá
donde se duerme el gato de la tarde.
Las cinco campanadas del reloj
guardan ecos de lana
y pasos muy tranquilos
de perro San Bernardo.
En la calle hace frío,
mucho frío.
Detrás de la ventana pasa el viento.

Luis García Montero, Lecciones de poesía para niños inquietos. Ed. Comares

Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS

Texto

Has leído una poesía muy íntima. Sí, el poeta nos presenta su casa, nos invita a ver qué hace, quiénes están con él, qué hora es. Lo que sí aparece, en esa mesa es la charla, la conversación, el valor de las palabras. Hay, como si fuera una película, varias imágenes por las que la cámara va pasando, gracias a la poesía. Vemos el reloj: las cuatro. Es una tarde, donde unos hablan y otros juegan a un videojuego. Una imagen totalmente real, cotidiana, que podría ser incluso de cualquiera de nuestras familias. Pero ¿cómo es esa tarde en familia? Nos vamos a trasladar con nuestra cámara por los distintos versos. Incluso podemos hacer el recorrido completo, la lectura de principio a fin, los veintiún versos y, luego ir de adelante hacia atrás; podemos también ir dando saltos en el poema y colocarnos perfectamente en la situación del poeta.

Nos asomamos a una ventana por la que vemos el viento que pasa. Se nota frío en la calle. Es posible que se vean abrigos, gabardinas, bufandas… Sabemos que hay un perro, un perro grande, un San Bernardo.      

En la casa hay libros y un equipo para escuchar música. Y aunque no suelen llevarse bien los perros y los gatos, en casa del poeta hay un gato. Hace calorcito por la calefacción, que parece que se pasea por los libros. Hay, en la televisión un videojuego, que podría ser cualquiera de estos o también otros, que seguro que tú conoces.

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es campanadas. En el poema ha pasado una tarde de invierno en casa. Con el café, la charla, el perro, el gato, los libros que rodean… Un rato de la tarde agradable, que dura una hora. Empieza la poesía a las cuatro. Sucede lo que hemos leído. Nada raro ni extraño. Pero el poeta oye las campanadas. Son las cinco de la tarde. Es una hora que está muy por encima de algo tan sencillo y tan simple como esa agradable tarde de invierno. Las cinco de la tarde es, para el poeta, una hora mágica. Donde tantos acontecimientos recuerda que se han producido en la literatura, en la poesía y en la historia de España. Esa hora quizá le recuerde a Luis García Montero, el autor de esta poesía, su memoria por otro de sus poetas preferidos, que murió, ejecutado, en una espantosa guerra civil española, Federico García Lorca.

Si quieres saber más de la vida y obra de Federico García Lorca, te sugerimos esta página, realizada por la Fundación Federico García Lorca

Cuentame

Gracias a nuestro autor de hoy, vamos a dar un pequeño paseo por la poesía. Le hemos leído a él. Hemos leído y visto cosas de otro gran poeta, Federico García Lorca. Y ahora, por seguir con Luis García Montero, te presentamos un libro que puede que coincida contigo, aunque sólo sea por el título: Lecciones de poesía para niños inquietos, de la editorial Comares.

¿Has leído algún libro o visto alguna página de internet donde haya poesía? ¿Te gusta la poesía? ¿Prefieres otros tipos de textos? Cuéntanos qué es lo último que has leído. ¿De qué trataba? Por si acaso te apetece leer algo de poesía, te recomendamos estos libros. Seguro que encuentras alguno que te hará disfrutar.

          Ciudad laberinto, de Pedro Mañas Romero, en la editorial Faktoría K de libros.

          Vivir es fácil. Antología, de Gabriel Celaya, en la editorial Edelvives

          Carmen Conde para niños y jóvenes, de la editorial Ediciones de la Torre.

 

Autor

Luis García Montero

Nació el 4 de diciembre de 1958 en Granada (España).

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Granada donde se doctoró en 1985 con una tesis sobre Rafael Alberti. Es catedrático de dicha Universidad aunque ahora en excedencia.
La característica más destacable de Luis García Montero es la narración en sus poemas, de una estructura casi teatral o novelística con un personaje o protagonista que cuenta o vive su historia a través de la memoria, del recuerdo o del deseo.  Su poesía se caracteriza por un lenguaje coloquial y por la reflexión a partir de acontecimientos o situaciones cotidianas.
Es columnista de opinión y crítico literario. Ha cultivado el ensayo además de la poesía. Es un viajero curioso. Ha recibido varios premios.

Nuestro observatorio

En las siguientes páginas se puede ampliar su biografía y consultar otra documentación sobre  Luis García Montero.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor en Canal Lector.

Won-a-Nee. Scott O´Dell. Editorial Noguer

11 Jul

isladelfines

Un día, cuando me hallaba en el arrecife llenando de mariscos la canoa, vi una manada de nutrias marinas jugando en un banco de algas inmediato. Se perseguían unas a otras, hundiéndose por debajo del banco repentinamente para aparecer de pronto unos metros más allá. Era algo parecido al juego que solíamos emprender los chicos y chicas de mi tribu metiéndonos entre los matorrales de la isla. Busqué a “Mon-a-nee”, pero todos aquellos animales parecían iguales.
Llené, pues, mi canoa de abalones, y empecé a remar hacia la orilla con una de las nutrias siguiéndome. Cuando me paré repentinamente, ella se puso frente a mí. Estaba aún alejada de la embarcación, pero ya sabía quién era. Nunca pensé llegar a distinguirla de sus compañeras, aunque ahora estaba tan convencida de que se trataba de “Mon-a-nee”, que puse en alto, un poco separado de la canoa, uno de los peces que acababa de capturar.
Las nutrias marinas son animales de movimientos rapidísimos dentro del agua, y antes de que pudiera darme cuenta ya me lo había quitado de la mano.
Durante un par de lunas no volví a ver el bicho, y luego una mañana, mientras estaba pescando, emergió de repente en el banco de algas. Llevaba detrás a dos crías. Eran del tamaño de unos perritos de pocos días, y se desplazaban con tal lentitud que “Mon-a-nee” tenía que darles prisa para acelerar sus movimientos. Las nutrias de mar no saben nadar cuando nacen, y su madre tiene que enseñarles en seguida. Poco a poco logra mostrarles lo que tienen que hacer, dándoles golpecitos con sus aletas, y después nadando en círculo alrededor de las crías, hasta que éstas han aprendido a imitar su forma de proceder.
“Mon-a-nee” llegó muy cerca del arrecife, momento que aproveché para arrojar un pez vivo dentro del agua, de los que ya tenía en mi cesto. No lo atrapó instantáneamente, según era su costumbre, sino que estuvo esperando a ver qué harían sus crías. Cuando éstas demostraron interesarse más por mí que por su comida, y el pez empezaba a deslizarse veloz hacia la libertad, lo cogió con sus agudos dientes lanzándolo justo delante de las pequeñas nutrias.
Volví a echar otro pez delante de “Mon-a-nee”, y de nuevo hizo lo mismo. Pese a ello las nutrias pequeñas no supieron lanzarse a por el pez, y al fin, cansada de los juegos de pérdidas de tiempo, nadó hasta ponerse junto a ambas crías y empezó a darles empujones con el hocico. Entonces fue cuando comprendí que “Mon-a-nee” era su madre. Las nutrias escogen compañera para toda la vida, y si muere la madre, el padre se encarga de alimentar y cuidar a las crías. Eso es lo que debía haber ocurrido a “Mon-a-nee”. Miré a la familia de nutrias que nadaba feliz junto al arrecife.
-“Mon-a-nee” –le dije-. Voy a darte un nuevo nombre. El que te corresponde es “Won-a-nee”, porque significa “La chica de los Ojos Grandes”.
Las crías de nutria son animales de un crecimiento muy rápido, y pronto estuvieron aquellas tomando directamente el pescado de mi mano, aunque el abalone por mí lanzado alcanzase el fondo del arrecife, se zambullía, emergiendo con un marisco sujeto al cuerpo con una aleta, y llevando en la boca un pedazo de roca. A continuación se ponía a flotar de espaldas y, colocando el abalone sobre su ancho pecho, lo golpeaba una y otra vez con la roca hasta romper la concha.
Enseño a sus crías a hacer otro tanto. A veces estaba yo sentada en el arrecife la mañana entera, viéndolas a las tres golpear la dura concha contra el pecho. Si no hubiese sabido que todas las nutrias del contorno hacían lo mismo para poderse comer los abalones, me habría parecido que “Won-a-nee” era la inventora de un nuevo juego, sólo por su afán de complacerme. Pero lo cierto es que sus camaradas lo hacían igual. Algo que me maravillaba entonces, y que sigue dejándome perpleja hoy.
Después de aquel verano, una vez que me hice amiga de “Won-a-nee” y sus crías, nunca he vuelto a matar una nutria marina. Tenía a la sazón una capa de piel de ese animal, y la seguí llevando hasta su completo desgaste, pero jamás quise hacerme otra.
Tampoco volví a matar un cormorán para hacerme con sus plumas magníficas, aun siendo pájaros con un cuello largo y delgado, que están siempre emitiendo desagradables sonidos cuando hablan entre sí. Ni siquiera maté ya focas para aprovechar sus tendones; a partir de entonces me serví de algas para ligar o coger lo que necesitaba.
Incluso dejé en paz a los perros salvajes, a los elefantes marinos, a todos.
Ulape se hubiera reído de mí, y lo mismo el resto de la tribu. Pero el que más se hubiese divertido con mi proceder, a buen seguro, habría sido mi padre. Y, sin embargo, así es cómo había llegado a sentir en mis relaciones con los animales que se convirtieron en mis amigos, y también con los que aún no lo eran, pero con el tiempo podían llegar a serlo.
Si Ulape y mi padre hubiesen aparecido riéndose, y todos los demás de la tribu otro tanto, aun entonces hubiera continuado procediendo del mismo modo. Porque lo animales terrestres, los pájaros, son como la gente para mí ahora, aunque no hablen ni hagan otras cosas que nosotros podemos realizar. Sin ellos este mundo sería un lugar muy triste.

Scott O´Dell.  Won-a-Nee.  Ed. Noguer

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto

Las primeras palabras de la protagonista, cuando está en su canoa, allí, en el arrecife, nos dan una pista de cómo es este animal marino. Sí, la nutria. Hay una palabra clave que nos define el comportamiento de estos animales: jugando. Son comportamientos que nos parecen casi increíbles, porque desconocemos mucho del mundo animal.

¿Sabes cómo son las nutrias? El diccionario de la RAE nos dice que es un mamífero carnicero, de tres a cuatro decímetros de altura y unos nueve desde el hocico hasta el arranque de la cola. Que tiene pelaje espeso, muy suave y de color pardo rojizo. Vive a orillas de los ríos y arroyos, se alimenta de peces, y se la busca por su piel, muy apreciada en peletería.

Aquí tienes a las nutrias nadando de la mano y jugando, gracias a las imágenes que hemos visto en Youtube.

Y ¿dónde tienen un problema las nutrias? Como dice el diccionario, se la busca por su piel, muy apreciada en peletería. No olvidemos que el ser humano busca también, por la calidad y lo que cuesta su piel, a animales como tigres, leopardos, jaguares, visones, martas, armiños, linces, osos, serpientes, lagartos, iguanas, cocodrilos y, por desgracia, un largo etcétera.

Sí, esto es real y quizá hayas oído hablar de ello. Procura ayudar a esos animales y conservarlos, mientras podamos. Podríais elaborar un cartel, con imágenes que obtengáis de internet o, mejor, dibujándolas, con un mensaje que elaboréis de protección a los animales. Aquí tienes a varios que están en peligro de extinción.

Lo que sí hemos aprendido con este texto de Scott O´Dell, de ese precioso libro que es La isla de los delfines azules, es que las nutrias escogen compañera para toda la vida y si muere la madre, el padre se encarga de alimentar y cuidar a las crías.

Palabra magica

Nos dice la protagonista:

“Ulape se hubiera reído de mí, y lo mismo el resto de la tribu. Pero el que más se hubiese divertido con mi proceder, a buen seguro, habría sido mi padre. Y, sin embargo, así es cómo había llegado a sentir en mis relaciones con los animales que se convirtieron en mis amigos, y también con los que aún no lo eran, pero con el tiempo podían llegar a serlo”.

Nuestra palabra mágica de hoy es amigos. Lo dice, como leemos en la contracubierta del libro de la editorial Noguer, Karana, “que así se llamaba la muchacha india que pasó dieciocho largos años viviendo en completa soledad”.

Si piensas un poco, seguro que en la literatura, en el cine o en la televisión, recordarás un montón de personajes que fueron o son amigos muy famosos. Ahí están Epi y Blas, Batman y Robin, Tom y Jerry, Mortadelo y Filemón…

Cuentame

Seguro que para ti, también la amistad es algo fundamental. Podrías contarnos qué esperas de las amigas y de los amigos. ¿Qué es lo que más valoras en la amistad? ¿Cuándo y con quién empezaste a sentir que había nacido la amistad? ¿Cuáles han sido los momentos más felices en tu relación de amistad? ¿Lo recuerdas?

Si tuvieras que empezar ahora una amistad verdadera con alguien, qué es lo que buscarías, entre toda la gente que conoces. ¿Crees que es lo mismo la familia que los amigos o amigas o son cosas totalmente diferentes? ¿Qué ha sido lo más importante que ha hecho por ti un amigo o una miga? ¿Y tú por ella o por él?

Autor

Scott O’Dell nació en Los Ángeles, California (USA) , el  23 de mayo de 1898 y falleció en Mount Kisco, Nueva York (USA),  el 15 de octubre de 1989. Estudió en varias universidades. Realizó diversos trabajos, especialmente en el mundo del cine y periodismo. Como escritor, destacó con sus libros de aventuras  destinados a los jóvenes.

Recibió numerosos premios entre ellos  el Premio Hans Christian Andersen.
Nuestro observatorio

En la siguiente página se puede ampliar algunos datos sobre Scott O’Dell.

Bibliografía 

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor  tomada de  Canal Lector.

Las tres plumas. Joan Manuel Gisbert. Editorial Bruño

13 Jun

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Cuando Clara cumplió los ocho años, su padre le dijo que ya tenía edad para atravesar el bosque sola. Así podría ir a llevarle a la abuela cada semana una buena cantidad de las frutas silvestres que encontraba.
Pero el bosque era tan espeso que impresionaba. Le daba miedo a Clara, y se lo dijo a su padre.
-No te preocupes. Las aves te darán lo que necesitas.
Su padre llamó al cuervo y le preguntó:
-Cuervo amable, ¿le darás una de tus plumas a Clara?
El cuervo se arrancó una pluma negra y se la dio.
-¿Qué voy a hacer con ella? –quiso saber la niña.
-Te dará valor. No tendrás miedo en el bosque –respondió su padre.
-No es bastante –dijo Clara-. Me perderé.
Entonces el buen hombre llamó a la golondrina, y la golondrina acudió.
Le dijo el padre:
-Golondrina amable, ¿le darás una de tus plumas a Clara?
-La golondrina se arrancó una pluma gris y se la dio.
-¿Qué voy a hacer con ella? –preguntó la niña.
-Te ayudará a orientarte. No te perderás en el bosque –dijo el padre.
-No es bastante –dijo Clara-. Me cansaré.
Entonces el padre llamó a la urraca, y la urraca apareció. Le dijo el nombre:
-Amable urraca, ¿le darás una de tus plumas a Clara?
El ave se quitó una pluma azul y se la dio.
-¿Qué voy a hacer con ella? –dijo la niña, aunque ya lo adivinaba.
-Te dará fuerza y vigor. No te cansarás en el bosque.
A continuación, le puso las tres plumas en el pelo y le dijo:
-Ya estás preparada. En marcha. No te toques las plumas por nada. Las llevas muy bien colocadas. No se te caerán.
Convencida de que las plumas la protegerían, Clara se puso en camino a través del bosque.
Pasado un rato, el cuervo se sintió molesto a causa de la pluma que le faltaba y decidió recuperarla.
Sin que Clara lo notara, pasó volando sobre su cabeza y se la llevó.
A la niña le pareció sentir miedo, pero se dijo:
-No puedo tenerlo. La pluma negra de cuervo que llevo en el pelo no deja acercarse al miedo.
Y el miedo se le quitó. Siguió andando.
Más tarde, la golondrina notó que volaba mal a causa de la pluma que le faltaba y decidió ponérsela otra vez.
Sin que Clara se diese cuenta, pasó volando por encima de su cabeza y se la quitó.
En aquel momento, la niña temió estarse perdiendo en el bosque, pero pensó:
-No puedo perderme. La pluma gris de la golondrina está en mi pelo. Voy bien orientada.
Tenía razón. Lo estaba. Siguió andando sin preocupación.
Más adelante, la urraca se miró en un lago y no le gustó nada a causa de la pluma que le faltaba. Sin que Clara lo advirtiera, pasó volando sobre su cabeza y la recuperó.
En aquel momento, la niña se se sintió muy cansada y temió no poder dar ni un paso más, pero se dijo:
No puede ser. La pluma azul de urraca que llevo en el pelo me da vigor y fuerza. No estoy cansada.
Y siguió andando con más ánimo que antes.
Ya era media tarde cuando un rayo de sol atravesó las copas de los árboles y alcanzó a Clara.
La niña vio su sombra proyectada y se alarmó:
¡En su pelo no estaba ninguna de las tres plumas! Se llevó las manos a la cabeza y comprobó el desastre. De pronto, todos los miedos le volvieron. El bosque la asustaba y se sentía perdida y muy cansada, incapaz de dar ni un paso más.
Casi a punto de llorar, quieta en el sitio, miró adelante. Al momento, el gran susto se le pasó.
¡Ya se veía la casa de la abuela! ¡Había cruzado el bosque! Clara se dijo en seguida:
-Seguro que las plumas se me cayeron al poco de haber echado a andar. ¡He hecho todo el camino sin ellas, ya no las volveré a necesitar!
Y echó a correr llamando a la abuela.

Joan Manuel Gisbert.  Compañeros de sueños. Ed. Bruño

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto

A lo mejor, esta lectura te recuerda a una que leíste o escuchaste, cuando tenías menos años. ¿La recuerdas?
Sí, exactamente. Te acuerdas. Era Caperucita roja. Aquí puedes encontrar cuentos de los autores más conocidos
Cuentos de Perrault
Caperucita y otros cuentos de los Hermanos Grimm

En este texto, Joan Manuel Gisbert nos cuenta la historia de Clara, que también iba a ver a su abuelita. Aunque aquí no va a llevarle una tartita. Le llevaría unas cuantas frutas silvestres.

Clara vio el bosque y tuvo miedo. ¿Y quién no lo tendría? Si quieres pasar miedo, pero miedo de verdad, aquí te ofrecemos algunos títulos de libros, para que los leas cuando estés cerca de alguien que te ayude:
La cala del muerte
Monstermanía. Todo lo que necesitas saber sobre fantasmas, hombres lobo, brujas y vampiros 

Cuando Clara tuvo miedo, se lo dijo a su padre y fue él quien pensó la solución. Él era amigo de las aves y estas ayudarían a su hija en el tenebroso bosque. El cuervo, la golondrina y la urraca conseguirían, si prestaban una pluma cada una, que su hija atravesase aquel bosque. Clara iba a tener así: valor, orientación, fuerza.
El cuervo, la golondrina y la urraca conseguirían, si prestaban una pluma cada una, que su hija atravesase aquel bosque. Clara iba a tener: valor, orientación y fuerza.
Lo que sí parece es que aquel padre y aquella hija, Clara, tenían una fantástica relación. Confiaban los dos.

¿Podrían lograr que algo tan simple, tan sencillo como unas plumas lograr esas cosas mágicas? No, no eran las plumas de cuervo ,golondrina y urraca. Eso pertenece a la magia que tiene la literatura. En este caso, el precioso texto de Joan Manuel Gisbesrt nos presenta el amor en una familia que se quiere y por ello confían.
Muchas veces, en la familia, en los amigos, en los vecinos y en nosotros mismos hemos escuchado esta frase:
¡Es que no me fío de él (o de ella)! Yo creo que me está engañando.
Y cuando eso sucede, es posible que la relación se acabe. Aunque esto no ocurría con Clara y su padre.

Sucedieron muchas cosas en aquel camino por el bosque. E incluso Clara perdió lo más preciado que llevaba: las plumas que su padre consiguió de las aves, por su amistad con ellas.
Cuervo
Golondrina
Urraca

Palabra magica

La palabra mágica de hoy es seguir.

El cuervo recuperó su pluma negra y Clara se quedó sin ella. Pero siguió andando. La golondrina decidió volver a ponerse su pluma, para volar mejor y Clara se quedó sin ella. Pero siguió andando. La urraca, después, también se llevó su pluma azul. Pero Clara siguió andando. Muchas fueron las complicaciones que tuvo Clara. Puede resultar terrible perderse en el bosque y lo sabía. Pero siguió andando.

Las cosas que hacemos, que pensamos, que queremos no siempre salen como nos gustaría que saliesen.
“Me he pasado todo el día haciendo esto y ¡mira! Se ha ido a la porra. ¿Por qué? ¡Se acabó! Ya no lo hago más.
¡No hay derecho! ¡Es una injusticia! Lo había preparado perfectamente y ¡mira! Lo he perdido todo.
No hay solución. Lo siento, pero estoy harta (o harto). Ya no sigo. Me da igual lo que pase”.

Esto lo has dicho o lo has oído muchas, muchísimas veces. Pero lo que recomendamos  Clara y nosotros es nuestra palabra mágica de hoy: seguir. “Y siguió andando con más ánimo que antes” –dice el autor del texto. Ya no había plumas que la guiasen. Estaba a punto de llorar por el desastre que ocurrió al perder sus guías. Su GPS que la llevaba donde quería, ese mapa de navegación que le dieron las aves con sus plumas.

Pero atención: Clara lo consiguió y allí, adelante, pasaron los miedos y el gran cansancio. ¡Ya se veía la casa de la abuela! Y fue entonces cuando se dio cuenta de que nunca más necesitaría aquellas plumas. Lo había logrado ella sola.

Cuentame

¿Cuál ha sido tu hazaña más difícil? ¿Cuándo has sentido miedo de verdad? ¿Has tenido que ir a perseguir, en la noche más oscura, a esos terribles fantasmas, que sólo existen en nuestra mente? ¿Iba con su sábana, aterrorizando a toda la casa?

Dependiendo del grado de maduración de los lectores, podemos tratar determinados temas.

De los siguientes miedos que muchos y muchas hemos sentido o sentimos, escribe, en este cuadro, cómo puntuarías los miedos, de 1 a 5. El que más miedo te da es un 5 y un 0, el que menos.

Nuestros miedos

Animales

Daño físico a tu cuerpo

Tormentas

Tu aspecto físico

La muerte

No tengo miedo a nada

Los niños de 9 a 12 años
-Miedos que disminuyen: separación de los padres, oscuridad, seres imaginarios y soledad.
-Miedos que se mantienen: animales, daño físico y tormentas.
-Miedos que aumentan: escuela (exámenes, suspensos), aspecto físico, relaciones sociales y muerte
.
Los miedos

Autor

Joan Mnuel Gisbert

Nace en Barcelona el 16 de abril de 1949. Estudió Ingeniería Técnica Eléctrica. Se da cuenta que su vocación es la de escritor después de varios trabajos. Residió en París y estudió técnicas teatrales. Vuelve a Barcelona como director de un grupo de teatro alternativo. Realiza encuentros con lectores.  Escribe guiones para la televiisón e imparte cursos a profesores.
Ha recibidos varios premios.

El autor dice de sí mismo: «Soy y quiero ser un transformador de historias, alguien que mezcla hechos reales e imaginarios, y los cuenta al oído de las gentes, cuando el atardecer viene más oscuro que otras veces y el viento toma voz entre las ramas de los árboles.»

Nuestro observatorio

En la siguiente página web del autor se pueden ampliar datos biográficos y curiosidades.

Bibliografía 

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de Joan Manuel Gisbert  tomada de  Canal Lector.

Fin de invierno. Juan Ramón Jiménez. Ediciones de la Torre

22 May

 Juan ramon

Cantan, cantan.
¿Dónde cantan los pájaros que cantan?

Llueve y llueve. Aún las casas
están sin ramas verdes. Cantan, cantan
los pájaros. ¿En dónde cantan
los pájaros que cantan?

No tengo pájaros en jaula.
No hay niños que los vendan. Cantan.
El valle está muy lejos. Nada…

Nada. Yo no sé dónde cantan
los pájaros (y cantan, cantan)
los pájaros que cantan.

Juan Ramón Jiménez.   Juan Ramón Jiménez para niños y niñas… y otros seres curiosos   . Ediciones de la Torre
VV.AA. Antología poética del paisaje. Ediciones de la Torre.

1 simétrico: dos partes iguales.  2 esquelética: muy delgada, sin hojas. 3 verdinosa: de color verde.

 Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS

Texto

La poesía y la vida. Los poetas saben ver, mirar, oír, escuchar y luego, decir, escribir. Ese es el secreto de los grandes poetas. Al fin y al cabo, y a pesar de cómo la vida y su ritmo avanzan vertiginosamente, la naturaleza, los seres humanos seguimos transitando, pasando por ella. Pero el poeta observa cuidadosamente y, papel u ordenador cerca, lo va transformando todo. Mira, piensa y escribe.

¿Los escuchas? ¿Los oyes cantar? ¿De dónde viene ese canto? ¿Te gusta? ¿Te ha recordado esta poesía a algunos pájaros? ¿Cuándo los oíste piar?

 (Encontramos muchas páginas con el piar de diferentes pájaros. Puede ser una buena ambientación antes de la lectura de la poesía de Juan Ramón. También se pueden buscar otras, como actividad interesante para buscar, ver, escuchar y respetar las indicaciones de propiedad intelectual).

Si la situación lo permite, podemos sugerir la grabación de algunos pájaros que escuchemos en casa, en alguna salida familiar o escolar, con algún grabador que permita el paso al ordenador, hasta llegar a confeccionar un «álbum» de grabaciones de nuestros pájaros. En las páginas de Youtube que siguen podemos enlazar dos maravillosos sonidos, que tan perfectamente se combinan, como son el piar de los pájaros y la música. Una elección de música al gusto de los oyentes puede resultar una opción interesante y multidisciplinar.

Palabra magica

La palabra mágica hoy es cantan. Jugamos con las palabras. El poeta eligió la palabra cantan. Podía haber dicho, pían, trinan, gorjean, etc. Pero elige la palabra cantan.

Nos daremos una vuelta por nuestros animales preferidos, esos que nos gusta ver en la calle, en el zoo, en las películas, en los libros que hemos leído y que nos han gustado… Y hablemos de ellos. De los animales y seguro que sabemos qué hacen. Si un pájaro canta, pía, trina… ¿Qué hace un tigre? ¿Y un elefante? ¿Y un gato? ¿Y una rana? ¿Y un toro?

Podemos elegir la palabra correspondiente al sonido de cada animal, entre estos verbos. La actividad consiste en unir el nombre al verbo correspondiente.

Rugir                  Barritar               Maullar                     Croar                 Mugir

La palabra mágica del poeta, cantan, nos ha llevado al léxico, al diccionario y, ahora, al mundo animal. Nueva oportunidad para comentar la necesidad de su protección y cuidado. Ofrecemos una página de interés, en este sentido.

Cuentame

Es el final de una estación. El título nos lo dice. La «cámara» del poeta va recorriendo los espacios. ¿Qué nos aporta la llegada de la primavera? Todavía no ha llegado. Llueve y llueve, porque aún es invierno y no se ven las ramas verdes que nos anunciarían el paso del frío. No están los símbolos del paso del tiempo. Pero Juan Ramón escucha. Y aparece el leitmotiv del poema: los pájaros que cantan. El poeta no tenía pájaros en jaula.

¿Somos partidarios de tener jaula con pájaros? ¿Qué pensamos de la libertad de los animales? ¿Sabemos que algunos sólo pueden vivir si están en jaula, porque no son capaces de vivir en libertad?

La opinión de personas cualificadas en este tipo de cría de animales puede llegar a ser sumamente interesante para un grupo de niños o jóvenes, que les permita expresar sus opiniones y gustos.

Lejos quedan, no obstante, situaciones derivadas de la edad del poeta, donde, por ejemplo, en Madrid, era frecuente ver a niños que vendían pájaros, para criarlos en jaulas. «No hay niños que los vendan», dice un verso.

Transportarnos a situaciones de abuso de la infancia en la actualidad, laborales, familiares, sociales, en general, es algo que los medios de comunicación nos transmiten constantemente. ¿Dónde sucede? ¿Qué ocurre? ¿Cuál es nuestra actitud ante tales sucesos o acontecimientos?

Autor

Juan Ramón Jiménez

Nació el 23 de diciembre de 1881 en Moguer (Huelva, España) y murió el 29 de mayo de 1958 en (Puerto Rico.  Dice el escritor sobre su nacimiento e infancia: “Nací en Moguer, la noche de Navidad de 1881. Mi padre era castellano y tenía los ojos azules; y mi madre, andaluza, con los ojos negros. La blanca maravilla de mi pueblo guardó mi infancia en una casa vieja de grandes salones y verdes patios. De estos dulces años recuerdo que jugaba muy poco, y que era gran amigo de la soledad…»

En sus primeros años fue a un colegio de Moguer. Después con 11 años fue internado en un colegio jesuita en El Puerto de Santa María (Cádiz, España). Marchó más tarde a Sevilla donde intentó estudiar Derecho pero no fue así aunque sí se inició en la pintura. Se dedica poco a poco a escribir. Marcha a Madrid en 1900 donde le esperan varios amigos.

Con 20 años tiene una pequeña depresión y le ingresan en un hospital en Francia, después estuvo en un sanatorio de Madrid. Su familia se arruina. Conoce a Zenobia y se casará con ella en 1916 en Nueva York. Continúa escribiendo y viajará por toda España.

Abandonan España en 1936 al ser nombrado agregado cultural de la Embajada española en Washington. Vivirán en varios países de América y Juan Ramón seguirá escribiendo y dando conferencias. En 1951 se instalan definitivamente en Puerto Rico. Le conceden el Premio Nobel de Literatura en 1956. Se muere su mujer a los pocos días. Ambos están enterrados en el cementerio de Moguer (Huelva, España).

Juan Ramón dijo sobre la poesía: “Mi vida es todo poesía. No soy un literato, soy un poeta que realizó el sueño de su vida…”

Nuestro observatorio

En las siguientes páginas se puede ampliar la biografía y consultar diferente material de documentación sobre Juan Ramón Jiménez.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de Juan Ramón Jiménez en Canal Lector.