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La niña loba. Alvin Schwartz. Editorial Everest (Recomendado: 14-16 años)

9 Abr

historiasdemiedo

Si sales de Del Río, en Texas, y avanzas por el desierto en dirección noroeste, terminas llegando al Río del Diablo. Entre 1830 y 1840 un trampero llamado John Dent y su esposa Mollie se establecieron en el lugar donde Arroyo Seco desemboca en el Río del Diablo. Por allí había muchos castores y Dent los cazaba. Mollie y él construyeron una cabaña con ramas, y le añadieron un pequeño cobertizo para que les diera sombra.
Mollie Dent quedó embarazada. Cuando estaba a punto de dar a luz, John Dent se fue a caballo a la casa de sus vecinos más cercanos, a varios kilómetros de distancia.
-Mi mujer va a tener un hijo –les dijo al hombre y a su esposa-. ¿Pueden ayudarnos?
Ellos se ofrecieron para ir inmediatamente. Estaban a punto de ponerse en marcha, cuando se desató una gran tormenta. Un rayo cayó sobre John Dent, matándole en el acto. Los vecinos no pudieron llegar a la cabaña hasta el día siguiente. Cuando llegaron, Mollie también había muerto.
Parecía que había dado a luz a su hijo antes de morir, pero el matrimonio no pudo encontrar al bebé. Pensaron que había sido devorado por los lobos, ya que encontraron huellas de esos animales por doquier. Enterraron a Mollie y se fueron.
Unos años después, empezó a circular una extraña historia. Algunas personas juraban que no era más que la pura verdad. Otras decían que algo así no podía ocurrir de ninguna manera.
La historia comienza en un pequeño asentamiento a menos de veinte kilómetros de la tumba de Mollie Dent. Una mañana muy temprano, una manada de lobos salió del desierto a la carrera y mató unas cabras. Ataques como esos eran corrientes en aquella época, pero éste tuvo algo especial: un muchacho dijo haber visto a una niña desnuda de largo cabello rubio corriendo entre los lobos.
Un año o dos después, una mujer se encontró con un grupo de lobos devorando una cabra que acababan de matar. Afirmaba que una niña desnuda, de largo cabello rubio, estaba comiendo con ellos. Al ver a la mujer huyeron a la carrera. La mujer decía que al principio la niña iba a cuatro patas, como los lobos, pero que después se puso de pie y corrió como una persona, sólo que a la velocidad de los animales.
La gente empezó a preguntarse si esta “niña loba” no sería la hija de Mollie Dent. ¿Se la habría llevado una loba el día que nació y la habría criado con sus cachorros? Si era así, tenía que tener entre diez y once años.
Al hacerse la historia más popular, unos cuantos hombres comenzaron a buscar a la niña. Buscaron a lo largo de los márgenes de los ríos y en el desierto y sus cañones. Se dice que, un día, la encontraron caminando por un cañón con un lobo a cada lado. Cuando los animales huyeron, la niña se escondió en una hendidura de la pared del cañón.
Los hombres trataron de agarrarla, pero ella luchó mordiendo y arañando como un animal furioso. Cuando la capturaron empezó a gritar como una niña aterrada, al tiempo que aullaba de modo lastimero.
Sus captores la ataron con cuerdas, la colocaron boca abajo sobre un caballo y la llevaron a un pequeño rancho en el desierto. Decidieron entregarla al sheriff al día siguiente. Entre tanto, la metieron en una habitación vacía y la desataron; la pequeña, aterrada, se escondió en las sombras. La dejaron allí y cerraron la puerta.
Al poco rato se puso a gritar y aullar otra vez. Los hombres pensaron que iban a volverse locos si tenían que seguir escuchándola pero al cabo de un rato calló por fin.
Al anochecer se empezaron a oír aullidos de lobo en la lejanía. La gente decía que, cuando se callaban, la niña les respondía aullando.
La historia continúa diciendo que los aullidos fueron en aumento: llegaban de todas las direcciones y se acercaban cada vez más a la casa. De repente, como obedeciendo a una señal, los lobos atacaron los caballos y el resto del ganado. Los hombres salieron de la casa y, disparando sus pistolas, se internaron en la oscuridad.
En la habitación donde habían dejado a la niña, en lo alto de la pared, había una pequeña ventana con un tablón cruzado, sujeto con clavos. La niña arrancó el tablón, se deslizó por la ventana y desapareció.
Pasaron los años y no se volvió a saber nada de ella. Hasta que un día, unos jinetes en un recodo del Río Grande, cerca del Río del Diablo, divisaron a una joven de largo cabello rubio alimentando a dos lobeznos. Cuando la muchacha los vio, apretó los cachorros contra su pecho y corrió a esconderse en la espesura. La siguieron a caballo, pero no pudieron alcanzarla. Después buscaron por todas partes y no alcanzaron ni rastro de ella.
Eso es lo último que sabemos de la niña loba. Y es allí, en el desierto, cerca del Río Grande, donde este cuento termina.

Alvin Schwartz. Historias de miedo 3. Editorial Everest
Propuestas para mediadoras y mediadores
Texto
Estamos en el Río del Diablo, con John Dent, el trampero y su esposa Mollie. Estamos en un lugar donde había muchos castores. Quizá alguno de estos que vamos a ver ahora. Puede que sean de los que se salvaron de John Dent, experto cazador, en el texto de Alvin Schwartz, de su libro Historias de miedo.
Porque eso es la Literatura. La que nos permite trasladarnos a sitios tan lejanos, de Texas a Canadá, con historias tan distintas. De los lobos a los castores. Vemos a los castores, en esta página.
Y nos habla Schwartz, en Historias de miedo, de aquella niña desnuda, de largo cabello rubio, que iba corriendo entre los lobos. Todo son historias. Es decir, sucesos reales o imaginarios. En el fondo, aventuras.

Palabra magica
Nuestra palabra mágica hoy es rayo. Es el rayo, que el diccionario de la RAE define como «chispa eléctrica de gran intensidad producida por descarga entre dos nubes o entre una nube y la tierra», el que mata a John Dent.
Cualquiera como uno de los que aparecen en esta página.
Pues sí. Quienes hemos leído y releído el texto, hemos llegado a la conclusión de que es la palabra en torno a la que se desarrollan todos los acontecimientos que suceden. Es decir: la historia de este texto. ¿Estás de acuerdo con nosotros? Responde a las siguientes cuestiones:

  • Los vecinos del matrimonio Dent fueron muy deprisa y gracias a ello se salvaron la niña y la madre. (B)
  • A la niña de los Dent la vio, mucho tiempo después, un muchacho que dijo haber visto a una niña desnuda, de largo cabello rubio. (R)
  • Unos hombres, años más tarde, dijeron que esa niña tenía que ser adoptada. Y una pareja lo hizo y la llamó Loba Perdida. (N)
  • Años más tarde, unos jinetes vieron a una joven, de cabello rubio, alimentando a unos lobeznos. (A)
  • Después de que los jinetes vieran a la joven, todo el pueblo salió a recibirla para que se quedase con ellos. (P)
  • Cuando aparecieron los jinetes, la joven apretó a los cachorros contra su pecho. (Y)
  • Al final, ni los jinetes ni nadie pudo alcanzar a la muchacha. (O)

Si con tus respuestas puedes formar el nombre de una chispa eléctrica de gran intensidad, ¡enhorabuena!
Cuentame
Y ahora, si todavía te quedan fuerzas, es tu turno. Quizá no te haya pasado nunca. No hay problema. Queríamos que nos contaras la última historia que has vivido, donde pasaste miedo, de verdad. ¿Nunca se te han llenado de color rojo, las páginas del libro de crímenes que estabas leyendo? Ah, no. Quizá los gritos que has oído provenían del ordenador. De aquellas páginas que viste y que hoy recuerdas diciendo: ¿por qué les haría caso? Sólo a mí se me ocurre ver el miedo, el horror.

Autor

Alvin Schwartz

Nació el  25 de abril de 1927 en Nueva York (USA) y murió el 14 de marzo de 1992 en Nueva Jersey (USA).
Autor de más de cincuenta libros, le gustaba el folclore y los juegos de palabras. Estuvo una temporada en la marina para después interesarse por la escritura, siendo periodista en varios medios. Posteriormente se dedicó a la literatura, siendo sus libros de miedo los más conocidos.
Nuestro observatorio
Más datos biográficos de Alvin Schwart aquí

Bibliografía
Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor tomada de Canal Lector