Archivo | septiembre, 2015

La llegada del erizo. Pablo Albo. Editorial Everest (Recomendado: 9-11 años)

24 Sep

rinoceronte

Antes de conocer a Flipi, nos parecía que un erizo de tierra era un animal poco adecuado para vivir en un domicilio.
“¿Quién será capaz de tener un bicho de esos en una casa?”, pensábamos cuando lo veíamos en las tiendas de animales. Pero a Flipi no pudimos cerrarle la puerta de nuestra humilde morada (1) por la manera en que llegó a ella. Nos lo trajo un vecino compungido (2) en una noche de luna llena.
-Le he dado un golpe con el coche, pobre –nos dijo-. En vez de salir corriendo y apartarse, cuando me ha visto venir se ha erizado y se ha quedado parado en medio de la carretera. Se le ve aturdido. Espero que no tenga nada grave. Yo salgo de viaje y no puedo atenderle, pero he pensado que a vosotros os deben gustar los animales y podríais haceros cargo de él –todo esto lo dijo en menos de medio minuto. Ese hombre hablaba a la velocidad del rayo.
Su coche estaba parado en medio de la calle y delante de él había una bola de pinchos. Mi hermana fue a casa y volvió con el bolso negro de mi madre, el nuevo. Con ayuda de un palo y mucho cuidado lo metimos en él y nos lo llevamos a casa. El vecino reemprendió la marcha dándonos las gracias a través de la ventanilla.
Los problemas empezaron cuando el erizo se negó a salir del bolso negro de mi madre, el nuevo. No había manera de hacerle entrar en razón. Permanecía como una pelota redonda con la que nunca jugarías descalzo al fútbol. Si te atrevías a acercar la mano, él pegaba unos saltitos que hacían más amenazadoras sus púas.
-Mira, pega espertugás –dijo mi hermana refiriéndose a los saltitos. Entonces, la tortuga, que era bastante cotilla y algo sorda, acudió a su ritmo. Lo hacía siempre que alguien decía una palabra que terminara en “uga” porque pensaba que hablaban de ella. Se llamaba Huga. Aunque, claro, a su velocidad, rara vez llegaba al lugar de los acontecimientos a tiempo de enterarse de algo. Eso le daba rabia, pero como era de gran corazón y buen carácter no tardaba en olvidar el incidente. Además, las tortugas, como todo el mundo sabe, son bastante olvidadizas. Pero tiempo habrá de hablar de la tortuga.
El caso es que el erizo permaneció erizado durante tres días con sus noches. Llegamos a pensar que ese era su estado natural. Pero al cuarto día, la bola empezó a abrirse y de ella asomó una trompita que olisqueaba el aire, unos ojitos saltones que miraban con curiosidad el mundo nuevo que se abría ante ellos y aquellas manitas… Conquistó nuestro corazón y se quedó a vivir con nosotros. Siempre tuvo la puerta abierta a pesar del peligro que seguía representando para él la carretera. “La libertad siempre tiene sus riesgos”, decía mi abuelo. Pero nunca quiso irse, prefería meterse en el bolso negro de mi madre, el nuevo, durante el día y pasar las noches buscando caracoles en el salón de casa. Mientras vivió con nosotros no hubo ni un caracol en el salón (“antes tampoco”, decía mi hermana).
Pensé en llamarle Felipe. Me parecía un nombre muy apropiado para un erizo. Pero mi padre dijo que no estaba bien que se llamara igual que un tío suyo y se quedó con Flipi.
Con el tiempo nos enteramos de que en realidad no era un erizo sino una eriza. Pero esa es ya otra historia.

(1) Humilde morada: casa más bien pobre, sin lujos de ningún tipo.
(2) Compungido: triste, apenado.

Pablo Albo. ¿Rinoceronte? ¿Qué rinoceronte? Editorial Everest

RECURSOS
Propuestas para mediadoras y para mediadores

Texto
Por si acaso no conoces muy bien a los erizos, a lo mejor, después de esta lectura y de lo que ahora vas a ver, resulta que te conviertes en una o un gran especialista en estos animalitos.

También puede ser que no te gusten mucho. Eso depende sólo de ti y de las posibilidades que tengas para vivir con ellos. Lo que pueden costar, cómo es tu casa, qué opinan los mayores y toda la familia y todas esas cosas que debemos tener en cuenta, para tomar decisiones importantes. Y la de tener un animal es muy, pero que muy importante. Que tengas suerte.

En la lectura, ya ha llegado a casa ese nuevo habitante.
Todo comienza con un golpe que un vecino le da al erizo, con el coche. A partir de ahí, el vecino, que sabe que a los otros vecinos les gustan los animales, no duda en llevar al erizo a esa casa. Lo que pasó a partir de ahí, sólo lo saben los hermanos. Lo que sí sabemos es que lo llamaron Flipi, porque iban a llamarlo Felipe y a su padre no le gustó. Un tío suyo se llamaba Felipe y no estaba dispuesto a que un erizo se llamara igual. Lo que sí sabemos es que el erizo acabó en casa, porque lo pusieron en un bolso de su madre, nuevo. Pasó un tiempo en su casa y parece que no quería irse. Tenía la puerta abierta, pero nada. Que de allí no se iba. De hecho, el abuelo dijo una cosa importante, para explicar a los hermanos que lo estaban haciendo bien: “La libertad siempre tiene sus riesgos”. Es decir: ellos ya no podían haber hecho más. Lo llevaron en el bolso nuevo de su madre, lo subieron y le ofrecieron la casa entera, para lo que él quisiera. Era sólo que Flipi quisiera quedarse allí o que se fuera. Lo que también sabemos es que la tortuga iba a su ritmo. O sea, muy despacio. Aquí tienes a una.

Seguro que conoces una expresión que se dice en español.
“Vas más lento que una tortuga”. Y este texto de Pablo Albo que hemos leído, nos permite, también, jugar con las palabras. Puedes ahora, uniendo las expresiones y sus significados, pasar un buen rato con las palabras y demostrar que dominas tu lengua: el español.

1)Habla a la velocidad del rayo a) Duerme mucho tiempo
2)Duerme como una marmota b) No dice nada
3)Hace mucho el ganso c) Me está ya enfadando
4)Me está tocando las narices d) Hace mucho el tonto
5)No dice ni mu e) Habla muy deprisa

(La solución es combinar los siguientes números con las letras, de esta forma: 1- e ;  2 – a ;  3 – d ;  4 – c ;  5 – b).

Palabra magica
La palabra mágica hoy es conquistó. Conquistar, como puedes leer en tu diccionario es ganar, conseguir algo. En este caso, el erizo “conquistó nuestro corazón”. Es decir, se ganó el cariño de los protagonistas. La palabra es tan mágica que consiguió que los dos hermanos se quedaran, por fin, con el erizo en casa. Y ahora, si vas al apartado de cuéntame, lo único que queremos saber es cómo habrías reaccionado tú, si te sucede lo mismo que a los protagonistas de la historia. ¿Crees que también, si te pasa a ti la llegada del erizo, habrías hecho lo mismo?

Cuentame

Ya te hemos anticipado lo que te íbamos a pedir: que nos cuentes tú cuál habría sido tu reacción, si el vecino llega a tu casa con un erizo. Oye. Y una cosa más, para que nos la cuentes: ¿y si en vez de ser un erizo, hubiera sido un perro, que estaba en la calle y casi lo atropella un coche? ¿Y si hubiera sido un gato? ¿Y si hubiera sido un caballo, que se escapó y estaba perdido en tu ciudad? Cuéntanos a qué animal podrías alojar en tu casa, con tu familia, con tus vecinos, con tus amigas y amigos. ¿Dónde crees que habría problemas? ¿Cómo crees que podrías ayudar a algún animal que lo necesitara?

Y otra cosa más fácil. Vamos a pensar ahora en las personas, no en los animales. Seguro que conoces a gente que necesita ayuda. ¿Por qué crees que la necesita? ¿Conoces a alguna organización que ayuda a la gente que lo necesita? ¿Y a alguna persona que haga eso alguna vez?

Autor
Pablo Albo

Nació en  1971 en Alicante (España).
Se diplomó en Trabajo social por la Universidad de Alicante, aunque no ejerció. Simultaneó los estudios con la Animación sociocultural. Es narrador además de escritor y ha participado en numerosos festivales. Ha colaborado también en la radio contando historias y recomendando libros.

Nuestro observatorio

Podemos leer más información sobre el autor en su página web.

Bibliografía
Ofrecemos, a continuación, una relación de libros tomada de Canal Lector.

 

Cura para una enfermedad asesina. Dr. Mike Goldsmith. Editorial Siruela (Recomendado: 16-18 años)

17 Sep

eureka

¿Podría Pasteur frenar el virus de la rabia en el momento?

El 6 de julio de 1885, Louis Pasteur se vio metido en una lucha a vida o muerte. El niño de nueve años Joseph Meister, de Alsacia (Francia), llegó al laboratorio de Pasteur en París tras un viaje de 400 kilómetros. Dos días antes, el pequeño había sido salvajemente atacado por un perro rabioso. Había sufrido 14 mordeduras en total. Pasteur pidió a dos médicos franceses, Alfred Vulpian y Jacques-Joseph Grancher, que lo vieran. Los dos coincidieron en que, sin tratamiento, era muy probable que muriera.
Pasteur recordaba el terrible sufrimiento de las víctimas de la rabia que había visto cuando era un colegial. El virus de la rabia, transportado en la saliva del animal, tardaba varias semanas en llegar al sistema nervioso y atacaba a la médula espinal y al cerebro. Las víctimas sufrían espantosos temblores, fiebres y espasmos. También tenían alucinaciones, lo que quiere decir que veían cosas que no existían. Tragar les resultaba enormemente doloroso; al final entraban en coma. Poco después sobrevenía la muerte.
Pasteur y su ayudante, Émile Roux, llevaban unos tres años experimentando con un tratamiento contra la rabia, pero Pasteur pensaba que a su trabajo le faltaba mucho para estar concluido. Aunque había probado su vacuna en unos cuantos perros, aún tenía que probarla en un ser humano. Pasteur y sus ayudantes habían puesto en peligro sus propias vidas recogiendo perros rabiosos y sus babas infectadas.
Durante un período de 10 días terriblemente tenso, Pasteur inoculó a Joseph Meister 13 dosis de la vacuna contra la rabia, cada una más fuerte que la anterior. Esperó con inquietud que el tratamiento resultase eficaz. La reacción de Joseph a la vacuna significaría el triunfo o el fracaso de la carrera de Pasteur. Sin embargo, este sabía que las pruebas científicas estaban de su lado: la rabia no era la primera dolencia mortal que investigaba. En 1877 se había extendido por Europa el ántrax, un virus letal que mató a miles de ovejas.
El ántrax era capaz de infectar y matar seres humanos además de ovejas. Gracias a sus experimentos, Pasteur halló que podía crear una forma debilitada de la enfermedad. Cuando la inoculaba a las ovejas, sus cuerpos producían unas sustancias que combatían la enfermedad con éxito. En 1881, Pasteur inyectó su nueva vacuna contra el ántrax a un rebaño de ovejas.
Veinte días después infectó con ántrax no debilitado a estos mismos animales y a otro grupo no vacunado. Todos los animales que no habían recibido la vacuna de Pasteur murieron. Todos los que la recibieron, vivieron. Pasteur utilizaba esta experiencia para crear su vacuna contra la rabia. Averiguó que la médula espinal de los conejos rabiosos, si se dejaba secar, producía una versión mucho más débil del virus.
Cuando se le inoculaba a un animal, la versión más débil del virus no causaba un brote completo de la enfermedad. ¡Por el contrario, hacía que el cuerpo produjera sustancias llamadas anticuerpos, que combatían la dolencia!
Por la misma razón, el tratamiento aplicado al joven Joseph Meister fue un enorme éxito. Sobrevivió y regresó a su casa. Pasteur fue aclamado y los pacientes acudieron en tropel a París. Entre octubre de 1885 y diciembre de 1886, Pasteur y sus compañeros trataron a 2.682 personas que creían estar infectadas de la rabia. Más del 98 por ciento de aquellos pacientes sobrevivieron. Joseph llegó a ser un adulto sano. Tras servir en el ejército francés durante la 1ª Guerra Mundial, trabajó como portero en el Instituto Pasteur, desde entonces un centro que es líder mundial en la investigación microbiológica y de enfermedades.

Dr. Mike Goldsmith . ¡EUREKA! Los descubrimientos científicos más asombrosos de todos los tiempos. Editorial Siruela

RECURSOS

Propuestas para mediadoras y para mediadores

Texto
Ahora disponemos de una gran herramienta, Internet, que nos permite acercarnos a ideas, conceptos, métodos de trabajo, grandes personajes, soluciones a diferentes problemas y mucho más. En el texto hemos leído cómo Louis Pasteur llegó al descubrimiento y solución del problema de la enfermedad de la rabia.
Lo que parece muy evidente es la importancia que tiene la información, la investigación y el estudio, si queremos llegar a descubrir cosas fundamentales para la Humanidad. Y si nos acercamos a los grandes sabios o a las grandes sabias en el mundo y en el tiempo pasado, presente y quién sabe si también futuro, iremos descubriendo desde quiénes somos hasta quiénes podríamos llegar a ser. Temas tan apasionantes como, por ejemplo, la astrofísica, en la que también trabaja el autor de nuestro texto de hoy, pueden resultarnos más comprensibles y cercanos, escuchando conferencias, charlas, palabras, como las que puedes descubrir hoy, en esta página, donde oiremos al doctor Montesinos, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Palabra magica
Nuestra palabra mágica hoy es información. Gracias a la información de algo o sobre algo podemos llegar al conocimiento. Así se mueven las personas que luego generan el saber, el conocimiento de lo que estudian y nos transmiten.

Hemos llegado, gracias a internet, a “ver”, a leer lo que hizo Louis Pasteur hace muchos años, cuando descubrió la manera de combatir la enfermedad de la rabia. Pero hemos visto y trabajado gracias a un soporte, es decir, el material donde se comunica la información. Porque el soporte es sólo eso, una herramienta. Pero lo trascendental, lo fundamental para el ser humano es leer, o sea, la lectura.

Y para disfrutar de ella y conseguir el conocimiento, nos trasladamos, en un vertiginoso cambio de soporte, a uno que conocemos muy bien. Ese objeto maravilloso, que emplea como material el papel y que denominamos libro. Como lugares donde ir para transitar por esos objetos mágicos, te recomendamos las bibliotecas, las librerías y, también, por supuesto, internet. En la siguiente página puedes comprobarlo.

Cuentame
Queremos, ahora, escucharte, leerte. ¿Has dicho, hace poco, ¡Eureka!, alguna vez? Es decir: ¿has encontrado algo que buscabas con mucho afán o ilusión?

Explícanos en qué ha consistido ese descubrimiento. ¿Ha sido el reencuentro con una persona, que creías desaparecida de tu vida y la has vuelto a ver? ¿Has vuelto a ir a ese lugar, al que hace tanto tiempo que no ibas? ¿Lo has encontrado como lo imaginabas o ha cambiado tanto que casi no lo recuerdas? Si eres amante del deporte, ¿qué te ha satisfecho muchísimo hace muy poco? ¿Has escuchado a tu cantante o a tu grupo favorito y siguen siendo buenísimos? ¿Has visto aquella película que te encantó, cuando eras más joven? La evolución de tu familia y amigas o amigos, ¿sigue por los caminos que tú pensabas? O, por el contrario, ¿te has llevado unos chascos terroríficos?

También nos podrías contar tus impresiones y consejos que nos puedes dar sobre lecturas determinadas. Lo leeremos con mucho cuidado y ya, de antemano, te damos las gracias por ello.

Autor
Mike Goldsmith
Nació el 12 de julio de 1962 en Londres (Inglaterra).
Licenciado en Filosofía y Física en la Universidad de Keele. Se doctoró en astrofísica. Ha trabajado en un Grupo de Acústica en el Laboratorio Nacional de Física de Inglaterra. Ahora trabaja de forma independiente.  Ha publicado muchos artículos científicos e informes técnicos, principalmente sobre astrofísica y acústica.  Ha escrito además 40 libros de ciencia para niños y adultos.

Nuestro observatorio
Se pueden consultar más datos biográficos y otras curiosidades en su página web

Bibliografía
Ofrecemos, a continuación, una relación de libros tomada de Canal Lector

Pregón. Rafael Alberti. Editorial Labor (Recomendado: 9-11 años)

10 Sep

Albertiaire

¡Vendo nubes de colores:
las redondas, coloradas,
para endulzar los calores!

¡Vendo los cirros (1) morados,
y rosas, las alboradas (2),
los crepúsculos (3) dorados!

¡El amarillo lucero,
cogido a la verde rama
del celeste duraznero (4)!

Vendo la nube, la llama
y el canto del pregonero.

 

1. Cirro: nube suave, alargada.
2. Alborada: tiempo de amanecer, empezar el día.
3. Crepúsculo: final de la tarde, al caer el sol.
4. Duraznero: árbol. Se parece al melocotonero. Su fruto es algo más pequeño que el melocotón.

Rafael Alberti. ¡Aire, que me lleva el aire! Editorial Labor

RECURSOS
Propuestas para mediadoras y para mediadores

Texto
Seguro que hemos leído muchas poesías. Pero hay algo que, a lo mejor, hemos hecho menos. Escucharla despacio, oírla para disfrutarla. Vamos a oír, con ese silencio que oímos la música en casa, en un concierto,  la poesía de Rafael Alberti.

Y la que hace Sheila, con menos años de los que hemos recomendado para esta poesía.

Sugerimos una futura grabación a los alumnos por parte del mediador, pues puede ser interesante que observen cómo leen y recitan el poema. Incluso podrían hacer un concurso y votar la lectura que más les haya gustado.

Palabra magica
La palabra mágica en la poesía de Rafael Alberti es vendo. Para los más pequeños, dentro de ese gran abanico con que planteamos esta poesía de Alberti, de los 9 a los 18 años, conviene, antes que nada, leerla y, sobre todo, dar el significado correcto de todas las palabras. No está de más, después de decir lo que significa la palabra pregonero, “dramatizar” esa lectura, al modo que lo harían pregoneros o pregoneras. Esas personas que van diciendo algo al público, para informar de lo que sucede.

¿Hemos escuchado, alguna vez, a ese pregonero que va diciendo cosas que él conoce y otros no? ¿Lo hemos escuchado vender algo? Quizá en mercados o plazas (según la denominación que se utilice en ese lugar), hemos oído a esa figura del pregonero.

Y como la palabra con que hacemos magia es vendo, podemos invitar a los oyentes a hacer de pregoneros vendiéndonos algo que nos interese. ¿Será algo material, que interese a los oyentes? ¿Será una ilusión compartida por oyentes? ¿Será un libro que queremos leer, porque nos han dicho que es fantástico? ¿Será una canción que hemos escuchado y nos encanta? ¿Será que deseamos que se cumpla una promesa que nos han hecho? ¿Será ese regalo que nos han prometido? ¿Será ese programa de ordenador, que nos ofrece, si ganamos el concurso, un fabuloso regalo? ¿Será algo que nosotros hemos comprado para regalar? ¿A quién iría ese regalo?

Cuentame

Vamos a ir de la mano del poeta. Qué pena que no esté vivo. Era tan amante de la juventud y de la poesía, que con seguridad nos habría permitido una charla con él, para contarnos cosas, muchas de su poesía y otras de su vida. Pero si hay algo maravilloso de lo que puede disfrutar el ser humano es de la imaginación. Y a ella vamos.

Primero, contamos el número de sílabas que tienen los siguientes versos:

Vendo nubes de colores

Ven(1) do(1) nu(1) bes(1) de(1) co(1)lo(1)res(1)

Total: 8 sílabas

Y efectivamente. Tiene 8 sílabas. Comprueba tú ahora, cuántas tienen los siguientes versos. ¿Tienen ocho sílabas todos los versos?

Bien. Pues ya has encontrado el ritmo de la poesía. Ahora, después del ritmo, vienen las letras. Como en las canciones. A ver qué tal te sale esta poesía. ¿Qué crees que puedes vender en esa increíble tienda que tienes? La prueba te permite dos cosas: hacer una poesía entera nueva o, también, cambiar sólo algunas palabras; por ejemplo, los colores, la forma de las nubes, la temperatura que rodea a esas nubes, la época del año en que las ves, el momento del día en que te parecen más hermosas y todo lo que te sugieran esas preciosas nubes.
Autor
Rafael Alberti

Nació el 16 de diciembre de 1902, en el Puerto de Santa María (Cádiz, España). A los quince años, se traslada a vivir a Madrid con su familia. A él lo que le gustaba era la pintura  y en esos años hubiera querido ser pintor.
Fue amigo de Federico García Lorca, Pedro Salinas, Jorge Guillén…Comienza, en esa época, a escribir su primer libro de poesía Marinero en tierra, en el que habla de su nostalgia por el mar.  Con él obtuvo el Premio Nacional de Literatura, en 1924. Desde entonces se dedicó sobre todo a la poesía, aunque nunca abandonó la pintura. Le gustaba trabajar desde el alba. Formó parte de la generación del 27.  Se casó en 1930 con la escritora Mª Teresa León.  Tuvieron una hija, Aitana.
Viajó por  muchos países, dando conferencias y recitales.

Después de la Guerra Civil  se exilió fuera de España.  Vivió muchos años en Argentina y en Italia. En 1977 regresa a España. En 1983 recibe el premio Cervantes. Muere en el Puerto de Santa María (Cádiz) en 1999.

Nuestro observatorio
En las siguientes páginas se puede ampliar la biografía y consultar diferente material de documentación: Fundación Rafael AlbertiBiblioteca virtual Miguel de Cervantes. Además de ver la última entrevista realizada en 1993, con motivo de su noventa y cuatro cumpleaños, al equipo del programa «Al sur» de CSTV

Bibliografía
Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de Rafael Alberti en Canal Lector.