Archivo | febrero, 2015

Anoche se me ha perdido. Pedro Salinas. Editorial Edelvives (Recomendado: 16-18 años)

26 Feb

huertodelimonar
Anoche se me ha perdido
en la arena de la playa
un recuerdo
dorado, viejo y menudo
como un grano de arena.
¡Paciencia! La noche es corta.
Iré a buscarlo mañana…
pero tengo miedo de esos
remolinos nocherniegos (1)
que llevan en su grupa
-¡Dios sabe adónde!- la arena
menudita de la playa.

(1) Nocherniegos: que andan de noche.
Pedro Salinas. Huerto del limonar. Poetas del 27. Editorial Edelvives

Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS
Texto

Poesía sencilla, en la forma y en cómo nos cuenta el poeta. Magnífico texto para acercarnos a esa simplicidad, difícil de encontrar en las composiciones de las lectoras y de los lectores no iniciados, que consideran que el falso “gongorismo” aporta sabiduría, por su complejidad. Aspecto que no debemos desaprovechar, no obstante, para contar que el grupo se crea en el tercer centenario de la muerte de Góngora, en 1927, en Sevilla.

Aportamos las siguientes direcciones, como un buen compendio de la Generación y de sus componentes.

Leemos ahora este soneto de Góngora, que nos permitirá, analizando los versos y el resultado final, una fácil comparación con el poema de Salinas que ya conocemos.

A Córdoba
¡Oh excelso muro, oh torres coronadas
de honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
de arenas nobles, ya que no doradas!

¡Oh fértil llano, oh sierras levantadas,
que privilegia el cielo y dora el día!
¡Oh siempre gloriosa patria mía,
tanto por plumas cuanto por espadas!

Si entre aquellas ruinas y despojos
que enriquece Genil y Dauro baña
tu memoria no fue alimento mío,

nunca merezcan mis ausentes ojos
ver tu muro, tus torres y tu río,
tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España!

Hablamos de diferentes formas de entender la poesía. Son las épocas, los gustos, las autoras y los autores. Hemos leído el poema A Córdoba, de Luis de Góngora y Argote, uno de los autores más conocidos de esa corriente literaria que se llamó el conceptismo o culteranismo. Lo define el diccionario de la RAE como:  Estilo literario desarrollado en España desde finales del siglo XVI y a lo largo del siglo XVII, caracterizado, entre otros rasgos, por la riqueza abusiva de metáforas sorprendentes, el uso exagerado de cultismos y la complejidad sintáctica.

Nos hemos trasladado de autor con el que empezamos, Pedro Salinas, a un poeta cuatro siglos antes: Luis de Góngora, con quien hemos visto lo que es su “forma” de poesía. Esas palabras más rebuscadas. Ese fenómeno poético que se denomina cultismo o culteranismo.

Dependiendo de las capacidades, posibilidades e intereses del grupo, podemos organizar un trabajo de teatro, similar al que se ofrece en esta página.

Muy lejos queda aquella “esencia” que nos muestra la poesía de Pedro Salinas. Este análisis comparativo entre dos textos poéticos nos permite, si se considera útil y posible, un mayor acercamiento al lenguaje de la poesía.
Palabra magica
Entramos ahora en uno de los campos de trabajo de cada texto. Esa palabra importante que, de algún modo, representa algo fundamental; en este caso, en la poesía de Salinas, elegimos la palabra recuerdo. ¿Qué entendemos que quiere decir el poeta? ¿Se referirá a ese objeto pequeño, de color dorado, que lo tiene desde hace tiempo y que se le ha perdido en la playa? El poeta reflexiona y considera que no se puede acelerar en la búsqueda. Él mejor que nadie sabe la importancia de aquel objeto perdido; pero mantiene una esperanza. Quizá sea mejor esperar a mañana, con la luz del día.

¿Tienes tú recuerdos? Podías escribir una lista de las cosas que te gustan o que te parece bueno guardarlas. De las siguientes palabras, di cuáles están relacionadas con la palabra recuerdos.

1 Álbum
2 Fotografía
3 Carta
4 Pared
5 Canción
6 Libro
7 Tigre
8 Olor
9 Comida
10 Lugar
11 Música
12 Noticia

(Solución: álbum, fotografía, carta, canción, libro, olor, comida, lugar, música, noticia.)
Cuentame
Recuerdos, recuerdos, recuerdos. Vamos a pensar en el tiempo. Un periodo razonable para la memoria. Elegimos, como se hace en Google, en Youtube o, en general, en internet, lo más interesante, para ti, en el año que llevamos. Podemos, entre otros si te parece, elegir los siguientes campos:
Artista del año
Película del año
Video del año
Fenómeno del año
Noticia del año
Página web del año
Libro del año
Acontecimiento del año

Autor
Pedro Salinas

Nació el 27 de noviembre de 1891 en Madrid (España),  y murió el 4 de diciembre de 1951 en Boston (USA).
Dentro del contexto de la Generación del 27 se le considera uno de sus poetas mayores. Estudio Filosofía y Letras. Fue lector de español en La Soborna (París, Francia) y en Cambridge (Inglaterra). Se implico en la creación de la Universidad Internacional de Verano de Santander (España). Profesor en varias universidades españolas y del extranjero. Cuando terminó la guerra civil española se exilió en Estados Unidos hasta su muerte.

Nuestro observatorio
En las siguientes páginas se puede ampliar su biografía y un estudio sobre su poesía.

Bibliografía
Obras de Nicolás Guillén

Yo tenía diez perritos. Popular. Editorial Edebé (Recomendado: 6 años)

19 Feb

zoovivo

Yo tenía diez perritos,
uno se perdió en la nieve:
solo me quedaron 9.

De los nueve que tenía,
uno se tragó un bizcocho:
no me quedan más que 8.

De los ocho que tenía,
uno se llenó de fiebre:
solo me quedaron 7.

De los siete que tenía,
a uno se lo llevó el rey:
no me quedan más que 6.

De los seis que me quedaban,
a uno le pilló un triciclo:
solo me quedaron 5.

De los cinco que tenía,
uno se cayó en un charco:
no me quedan más que 4

De los cuatro que tenía,
uno se volvió al revés:
solo me quedaron 3.

De los tres que me quedaban,
a uno le atacó la tos:
ya solo me quedan 2.

De los dos que yo tenía,
uno se murió de un susto:
¡ay, que solo queda 1!

El perro que me quedaba
se perdió detrás de un cerro.
Ya no tengo ningún perro.

José Mª Plaza (Recopilador). Zoo vivo. Poemas con animales. Editorial Edebé

Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS
Texto
Disponemos, con esta canción, de la posibilidad de acercarnos al vocabulario. ¿Consideramos que es una cosa normal, habitual, corriente, tener diez perritos? Eso sucede en la literatura popular. Podemos jugar, con los versos; no es una locura pensar en las sílabas, por ejemplo, contando nosotros con las manos y marcando con los dedos, en voz alta (también es muy frecuente, marcar con palmadas. Eso es a gusto de la usuaria o del usuario). Yo/te/ní/a/diez/pe/rri/tos. Sí, vamos diciendo, después, señalando claramente con los dedos, y contando, en alto, toda la clase: uno/dos/tres/cuatro/cinco/seis/siete y… ¡Ocho! Nos acercamos, sin ninguna dificultad y sin siquiera mencionar el concepto de sílaba, al verso octosílabo. Como realizamos diferentes sinalefas (y naturalmente ni siquiera lo comentaremos), si los niños consiguen saber que en algunos versos hay siete, en lugar de ocho sílabas, ¡estupendo! Conseguirán un reconfortante hallazgo, que los situará en el descubrimiento de sus posibilidades léxicas y matemáticas.

Y seguimos jugando. Vamos a pensar en algo que sea más fácil que tener diez perritos. Volvemos a sacar nuestra mano en alto, porque vamos a contar. Pe/rri/tos. ¡Sí! ¡Hemos sacado tres dedos!

Ahora, vamos a buscar casi un secreto. Tenemos que encontrar una palabra de animal, que tenga también tres dedos, cuando la decimos.

(Puede haber una cantidad importante de nombres de animales, por lo que tendremos que estar muy pendientes de que sean animales y, también, de que al pronunciarlos nos salgan los tres dedos –tres sílabas-. Por ejemplo, pa/ti/tos. Contamos y “son tres dedos”. Nos valdrían: gatitos, monitos, toritos, cabritos, etc. Lo que hay que hacer, les diremos a la clase, es que terminen igual que perritos. ¿Cuántos animalitos seremos capaces de encontrar?
Palabra magica
Hoy la palabra mágica es perder. Palabra muy dramática en las edades tempranas, y que tan recordada es por los adultos que acompañan a niñas y a niños. La hemos leído dos veces en la poesía. En el verso dos: ¿dónde se pierde el primer perrito?

Respuesta: se perdió en la nieve.

Y al final, en el verso veintinueve, ¿dónde se perdió el último perrito?

Respuesta: se perdió detrás de un cerro.
Cuentame
Una cosa. ¿Tienes en casa una mascota? Si la tienes, cuéntanos qué es. ¿Se te ha perdido alguna vez? Si no la tienes, podías contarnos si te gustaría tener una, que viviera contigo. ¿Cuál te gustaría más? ¿Sabes los cuidados que tendrías que tener con tu mascota?

Teo y también Juan y Tolola tienen animales que conviven en su casa con ellos.

Puedes ver, en esta página,  lo importante que puede ser, para los animales (y más los abandonados) que alguien los adopte. Seguro que en tu ciudad, en el pueblo donde vives o donde pasas días de descanso, hay alguna sociedad, alguna veterinaria o algún veterinario de profesión, que protege a estos animales desvalidos: perdidos, abandonados, maltratados… No permitas que ningún animal pase una horrible vida. Coméntalo con los mayores y ayúdalos. Te lo agradecerán siempre.
Autor

Absurdo, casi imposible, según creemos, es introducirnos en el concepto de autoría de esta (o de otras) poesías del acervo popular. Quizá podamos, eso sí, adentrarnos en: “¿quién canta esta canción u otras? ¿La o las has oído alguna vez: padres, abuelos, tíos, primos, amigos…? ¿Cuándo se cantan esas canciones? ¿Te gustan a ti?

Si consideramos que la actividad pudiera ser participativa y de relaciones interpersonales, podríamos ir avanzando en que niñas y niños consigan otras canciones, poesías o, incluso, en combinación con quien detenta la responsabilidad de la educación física, una actividad como la de la página siguiente, muy adaptable a las canciones o versos infantiles.

Bibliografía:

Libros sobre canciones en Canal Lector