Archivo | octubre, 2014

El ambiente se caldea. Thomas Byrne y Tom Cassidy. Editorial Alianza (Recomendado: 14-16 años)

30 Oct

comosalvaralmundo
Después de recorrer varios kilómetros notas un poco de frío y decides poner la calefacción. Orientas el ventilador del salpicadero (1) que tienes frente a ti de manera que una agradable columna de aire caliente te dé directamente en la cara. Te sientes tan a gusto que, como es natural, te desesperas cuando, al dar un giro, desaparece ese chorro de aire caliente. En cambio, cuando enderezas el vehículo, reaparece al instante y restas importancia a todo el asunto al interpretarlo como una mera extravagancia (2) mecánica. Pero entonces, cuando tuerces otra esquina, ¡el chorro vuelve a desaparecer! Aquí está pasando algo muy raro y tú estás decidido a llegar al fondo del asunto.
Compruebas todos los equipos y todo parece funcionar bien, pero cada vez que giras sigue pasando lo mismo. Tras una inspección más detenida, reparas (3) en que no es que el chorro deje de fluir, sino que se desvía de tu cara; se desplaza hacia un lado u otro cuando giras y también parece depender del sentido de cada giro.
¿Cómo se mueve la columna de aire? Imagina que giras a la derecha, ¿hacia qué lado de la cara se desvía el aire caliente? ¿Hacia la derecha o hacia la izquierda? ¿Por qué?
Datos clave

  • Conduces por una carretera.
  • Un ventilador de la calefacción situado en el salpicadero del vehículo te lanza una columna de aire directamente a la cara.
  • Cuando giras hacia la derecha, la columna de aire se desvía de tu cara y después regresa cuando el coche endereza la marcha.

Desafío
Determina en qué dirección se desplaza la columna de aire cuando giras hacia la derecha.
Las superlectoras y los superlectores quizá no quieran mirar las soluciones que plantean los autores de este libro. Son muy libres de hacer lo que consideren oportuno. En cualquier caso, aquí las incluimos por si a alguien le interesan.

Solución:

El chorro de aire sigue al dar el giro, así que te recorre la cara en la dirección del giro. Por tanto, cuando giras hacia la izquierda, el aire te cruza la cara de derecha a izquierda y después regresa cuando enderezas la marcha. Quizá no sea lo que esperabas…
Olvídate de los ventiladores de aire por un momento y piensa en pelotas de tenis. Si dejaras rodar una pelota de tenis por el suelo del vagón de un tren en la dirección de la marcha, cuando el tren girara, la pelota siempre tendería a conservar la línea recta siguiendo su trayectoria original. Esto significa que se desplazaría en la dirección opuesta a la del giro: si el tren girara a la derecha, la pelota se desplazaría hacia la izquierda del vagón.
Pero sitúate ahora en el otro extremo del vagón y pon a rodar otra pelota de tenis por el vagón en el sentido contrario a la marcha. En este caso, cuando el tren toma una curva, la pelota hace lo opuesto: se mueve en la misma dirección que el giro porque igualmente tiende a conservar su trayectoria inicial.
El chorro de aire se comporta de manera idéntica a esta segunda pelota de tenis.

  1. Salpicadero: tablero situado delante del asiento de la conductora o del conductor.
  2. Extravagante: raro, extraño.
  3. Reparar: notar, advertir algo.

Thomas Byrne y Tom Cassidy. Cómo salvar al mundo con el aliño de ensalada y otros problemas científicos insólitos.  Editorial Alianza

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto
Pues sí. El título del texto es muy interesante. El ambiente se caldea. Fíjate en las definiciones que da el Diccionario de la Real Academia Española del verbo caldear:

  1. tr. Hacer que algo que antes estaba frío aumente perceptiblemente de temperatura.
  2. tr. Excitar, apasionar el ánimo de quien estaba tranquilo e indiferente.
  3. tr. Animar, estimular el ánimo de un auditorio, de un ambiente, de una reunión, etc.

La primera acepción vale perfectamente para lo que el texto nos cuenta. Pero ya con la segunda y la tercera acepción, nos introducimos en la aventura. Pensamos, planeamos, nos informamos, como verás en las próximas direcciones y decidimos. Eres tú misma o tú mismo quienes os ponéis las pruebas, para ver si las sabéis resolver. Elige el lugar al que quieres ir. Vas a ir en automóvil. Alguien conducirá para poder llegar. Ya luego, cuando llegues, podrás elegir si te apetece andar, montar en bicicleta o en otro medio de transporte, en ese lugar al que has llegado. Sólo una cuestión anterior a tu viaje: apunta, en algún cuadernito o papel que lleves, cuántas veces ha cambiado el ventilador del salpicadero. ¿Lo has notado, como dice el texto?


Palabra magica
Hoy la palabra mágica es recorrer. Este verbo, recorrer, significa efectuar un trayecto. Vamos a leer algunas palabras, entre las que hay sinónimos (ya sabes: palabras que tienen la misma o muy parecida significación) de recorrer y otras que no lo son. El reto de esta prueba es ordenar, alfabéticamente, los sinónimos de recorrer. Siempre está el diccionario para conseguir el cien por cien de “aciertos”. Y como es muy fácil, indica a qué conjugación pertenece cada verbo sinónimo de recorrer.

Ordenar             Viajar                 Circular              Investigar

Visitar                Ir                       Contar                 Correr

Navegar             Trotar                Sentir                 Deambular
La solución es:

Viajar (1ª), circular (1ª), visitar (1ª), ir (3ª), correr (2ª), navegar (1ª), trotar (1ª), deambular (1ª).

Cuentame
Hoy nos pierde nuestra curiosidad. Estamos deseando que nos cuentes tu último viaje en coche. Pero la cosa no se queda ahí. Eso es muy fácil y lo recordarás estupendamente. ¿Y la siguiente proposición que nos plantean los autores del libro? ¿Has viajado, últimamente en tren? ¿Habías leído ya el libro Thomas Byrne y Tom Cassidy de Cómo salvar al mundo con el aliño de ensalada y otros problemas científicos insólitos? ¿Conseguiste ser capaz de dejar rodar una pelota de tenis por el vagón donde ibas? Quizá fuera imposible, porque en los trenes hay reglamentos que no permiten a los viajeros que hagan lo que quieran. Y eso es lógico, porque si cada una o cada uno hiciéramos lo que quisiéramos, los viajes se harían insoportables. Pero si ibas con alguien que te pudo ayudar, a lo mejor conseguiste hacer los experimentos que cuenta el libro. Si fue así, nos lo podías contar, porque estamos muy intrigados. ¿Crees que lo podríamos hacer nosotros? ¿Crees que hay algo especial, muy especial que hay que tener para conseguirlo? Las curiosas y los curiosos te lo agradeceríamos mucho. Muchas gracias y que disfrutes de tu próximo viaje.

Autor

Los autores, Thomas Byrne y Tom Cassidy proponen en Cómo salvar al mundo con el aliño de ensalada y otros problemas científicos insólitos un planteamiento entretenido y original para acceder al funcionamiento elemental de la física y las matemáticas para los aficionados, que deben enfrentarse a varios problemas que tienen diferentes grados de dificultad. Las soluciones se ofrecen al final de forma razonada y clara.

El olmo del paseo. Ignacio Sanz Martín. Editorial Edelvives (Recomendado: 9-11 años)

23 Oct

103210_CubTD_Hombre.indd

Mi pueblo tiene una estación o un apeadero por donde pasan los trenes. Trenes de mercancías y de personas.
Supongo que cuando construyeron la estación, allá en su día, era lo más importante que había pasado en la historia de Piñares. Aquello fue, creo yo, en las últimas décadas del siglo XIX.
O sea que han pasado los últimos años del siglo XIX, todo el siglo XX y los años que llevamos del XXI. Lo de los siglos me lo enseñaron hace unos cuantos cursos.
El Ayuntamiento de esa época, que quería que el pueblo progresara, hizo un paseo arbolado que uniera el pueblo con la estación. Y, para que la gente paseara a la sombra, plantaron olmos, una larga hilera de olmos a cada lado del paseo.
Me imagino a las distinguidas veraneantes llegadas de las ciudades, unas señoritas vestidas con faldas largas y estrechas paseando con la sombrilla, como en los cuadros y en las viejas fotos en blanco y negro, acompañadas de señores muy peripuestos tocados (1) con sombrero de copa y con bastón, yendo y viniendo a la sombra de los olmos.
El paseo quedó muy bonito; qué digo bonito, una verdadera preciosidad. Todo un paseo arbolado por el que iban y venían los carros y los carruajes de caballos con pasajeros y maletas, y luego los coches y los camiones con sus mercancías.
Lo describo con tanto detalle porque en el súper de mi abuelo hay un panel con postales en blanco y negro.
En aquella época, si la gente quería salir a lucirse, como dice mi madre, no le quedaba más remedio que ir de arriba abajo por el paseo de la estación. Hasta que llegó la “grafiosis”. ¿A que suena a enfermedad? Normal, porque es una enfermedad que en vez de atacar a las personas ataca a los árboles.
Y ni eso, porque en realidad sólo ataca a los olmos. Y los mata, no importa lo altos y grandes que sean. Una verdadera plaga. Se los carga.
Y eso fue lo que pasó en el año 1981 o en 1982. No estoy muy segura porque yo todavía no había nacido. Anda que no me quedaban años para venir al mundo. Pero nos lo contó Marcial con todo detalle. Fue una de las mayores catástrofes de la historia de Piñares.
Doña Upe, que sí había nacido, sabía la historia. Por eso invitó a Marcial a nuestra clase la víspera de una primavera para que nos contara la historia del olmo del que intento hablar desde el comienzo.
“Maldita grafiosis”, dice la gente cuando recuerda el paseo de la estación, un paseo frondoso (2) que se convirtió en un paseo de troncos esqueléticos con las ramas secas y ennegrecidas.
Así que, al Ayuntamiento de Piñares, cien años después de plantar los olmos, no le quedó más remedio que contratar una cuadrilla de leñadores para que los talaran.
No sé si estoy dando un rodeo muy grande para explicar esto de los olmos y de la grafiosis.
Pero, en realidad, del que quiero hablar es de Marcial. Así que tampoco es que esté perdida con tantas explicaciones.
Marcial formó parte de aquella cuadrilla de ocho leñadores a quienes se encargó que hicieran leña de todos los olmos del paseo. A todos. Cien en total: cincuenta a un lado y cincuenta al otro. Esa era la orden. Cuatro leñadores a cada lado del paseo. Imagino a los jubilados y a los curiosos que andarían por allí, observando los trabajos en silencio.
Las cuadrillas tenían por delante una buena tarea: talar cien olmos. Claro, un olmo de cien años no es un arbolito cualquiera; aunque estuvieran enfermos, eran unos árboles muy grandes.
El capataz decidió empezar por la estación. Los leñadores, con sus motosierras, hacían una cuña en la parte baja del tronco y daban un corte transversal buscando su caída. El olmo se daba de bruces con el suelo como un gigante desplomado. Luego cortaban las ramas grandes y después el ramaje menudo. Como hacíamos Marcial y yo con el ramaje de los pinos.
Fueron cayendo uno tras otro. Pero al llegar a uno de aquellos olmos, Marcial se dio cuenta de que le brotaban unas ramas verdes y no estaba seco del todo. Entonces él, como si fuera un médico que ve signos de esperanza en un enfermo, les dijo a los compañeros que aquel olmo no se cortaba.
-A este le vamos a dar una tregua.
Pero sus compañeros le recordaron que los habían contratado para talar todos los olmos. Y que aquel tenía unos brotes, sí, pero que, antes o después, le esperaba el mismo destino. Que la grafiosis no lo perdonaría.
-Ya he dicho que no; que a este no –se mantenía en sus trece.
-Marcial, no seas cabezota.
Estuvieron un rato porfiando entre ellos y, como Marcial no cedía, sus compañeros avisaron al capataz, que andaba con la otra cuadrilla.
El capataz dijo con autoridad:
-A todos. A este también.
-No, a este no –respondió Marcial muy sereno.
Pero el capataz no cedía:
-Todos, Marcial. Debemos cortar todos los olmos. Tenemos ese compromiso con el Ayuntamiento.
-A este le vamos a dar unas semanas de tregua. A lo mejor se recupera.
-Si han muerto todos, este no tardará en morir. Una plaga es una plaga. Parece mentira que no lo sepas.
-Este no, todavía no.
-No seas cabezota, Marcial. Tengo orden de cortar todos.
-Este no.
-Este sí, Marcial.
Entonces Marcial trepó tronco arriba y, para dejar claro que no pensaba bajarse de allí, gritó:
-¡Tengo un presentimiento con este olmo, y no me bajo aunque me tenga que comer aquí las uvas de Navidad!
-¿Qué presentimiento vas a tener? Ya estás viendo que padece grafiosis.
-Pero nosotros no vamos a adelantarnos a la enfermedad. No lo vamos a tumbar antes de la grafiosis.
Como todos sabían que Marcial era muy terco, el capataz desistió y no quiso seguir discutiendo.
-Está bien, está bien; entonces, que decida el alcalde.
Y el capataz avisó al alcalde para que supiera de la cabezonería de Marcial.
Poco después llegó el alcalde y le dijo que no quería escenitas, que todos estaban muy tristes por la tala, pero que se bajara de inmediato porque no había más remedio que seguir con la tarea.
-Yo no pienso poner los pies en el suelo –advirtió Marcial sin alterarse- si antes no se me asegura que la vida de ese olmo va a ser respetada.
Marcial es el tipo más terco que he conocido, y supongo que el alcalde de esa época no quería escándalos. De ningún tipo. Y un hombre viviendo en la copa de un árbol durante semanas, meses o incluso años, daría mucho que hablar. A lo mejor pensó que un hombre subido en un árbol podía ser un reclamo (3) para la prensa y hasta la televisión.
Así que se llegó a un compromiso a tres bandas entre alcalde, capataz y leñador. Se respetaría el olmo, pero, si más adelante se secaba, Marcial sería el encargado de tirarlo. Él tendría que asumir la responsabilidad, por su cuenta y sin contraprestaciones (4) por parte del Ayuntamiento. Si necesitaba obreros que le ayudasen, el Ayuntamiento se lavaría las manos. Porque la contrata estaba hecha. Y la contrata incluía todos los olmos.
-De acuerdo –dijo Marcial-. Me comprometo.
Las cuadrillas siguieron tirando olmos un día tras otro hasta dejar el paseo limpio de troncos y ramas. Todos menos uno, gracias a la terquedad de Marcial.
Aquel olmo, poco a poco, se fue recuperando, como un enfermo que deja atrás una gripe. Marcial nos confesó en la clase que al árbol le ayudaron mucho sus abrazos, y cada uno de los cubos de agua con fertilizantes (5) y abonos que derramó al pie del tronco. Así que él salvó el olmo. Precisamente él, que se ganaba la vida tirando árboles.
Hoy el olmo es un ejemplar magnífico con una copa redondeada. Y gracias a que Marcial lo defendió cuando querían tirarlo, todos los que nacimos después de aquel año negro de la grafiosis sabemos lo que es un olmo centenario.

(1) Tocados: que llevaban una prenda en la cabeza. En este caso, un sombrero.
(2) Frondoso: abundante en hojas y ramas.
(3) Reclamo: sistema para llamar la atención.
(4) Contraprestaciones: pagos.
(5) Fertilizante: sustancia para favorecer el crecimiento de los frutos, las hojas, las flores, etc.

Ignacio Sanz Martín. El hombre que abrazaba los árboles.  Editorial Edelvives

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto
En el texto que hemos leído, hay una serie de momentos y situaciones claves en la historia de Piñares. Valoraremos, numerando por su importancia, los hechos que sucedieron en este pueblo, lo que nos permitirá evaluar el nivel de comprensión lectora de los lectores. Hay también situaciones falsas, que no son verdaderas o que nunca se produjeron. Señalaremos con una F estas últimas y con una V las que son verdaderas.

El pueblo está situado muy cerca del mar. Casi en la playa. (F)
El pueblo tiene estación de autobuses y aeropuerto. (F)
En el siglo XIX, construyeron la estación de tren. (V)
En el paseo de la estación pusieron olmos y quedó precioso. (V)
Al pueblo llegó una enfermedad que atacaba a personas y animales. (F)
La grafiosis acabó con todos los olmos plantados. (F)
Uno de los vecinos, Marcial, dijo que un olmo había que salvarlo. (V)
Como todos sabían que Marcial era muy terco, el capataz de los leñadores dijo que decidiera el alcalde lo que había que hacer, para no tener pelea. (V)
Marcial se comprometió a que aquel olmo se recuperara. Le dio abrazos y le echó agua con fertilizantes. (V)
Al final, el olmo no se recuperó. (F)
El olmo se recuperó gracias a Marcial y hoy es un maravilloso árbol centenario. (V)


Palabra magica
Hoy la palabra mágica es: centenario. Gracias a Marcial, el olmo sobrevivió y ahora es un ejemplar magnífico. A ver si sobrepasa los cien años. Y es que cien años es mucho tiempo de vida. Por eso, cuando se llega a esa edad, la gente felicita a quien los cumple, porque es difícil tener tanta vida.

Árboles centenarios

Ancianos centenarios

Monumento a la Constitución de 1812

Vayan ahora nuestras felicitaciones a todos y a todas los que han celebrado ese fantástico cumpleaños (quizá tendríamos que decir “cumplesiglos”). Transmite a los mayores que conozcas nuestro deseo de que cumplan muchos más.


Cuentame
Marcial defendió a aquel olmo “contra viento y marea”. Esta expresión significa que todo estaba en contra de que se cumpliera su deseo. Es lo que le puede pasar a un barco, que va por el mar con viento que sopla fuerte y crea un movimiento de las olas, una marea, que puede llegar a hundirlo.

¿Has conseguido alguna vez algo por lo que has luchado contra viento y marea? ¿Cuál ha sido la situación más difícil que has pasado? ¿Por qué sucedió aquello que querías lograr? ¿Te ayudaron a salir bien del problema? ¿Pudiste dar las gracias a quien le correspondía?

Marcial superó la situación y el olmo siguió viviendo. La verdad es que es casi un final feliz del olmo atacado por la grafiosis.

Cuéntanos ahora tu final, en aquella situación tan difícil que viviste y de la que conseguiste salir con bien.


Autor

Ignacio Sanz Martín

Nace en Lastras de Cuéllar (Segovia) en 1953.
Es Licenciado en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.
Ha trabajado como ceramista, etnógrafo, narrador oral y escritor. Desde 1980 visita colegios, institutos de enseñanza secundaria y centros culturales incentivando a los jóvenes a la lectura, y participa en encuentros, contando cuentos.
Amante de las costumbres y tradiciones del pueblo, dedica una parcela de su vida al estudio etnográfico y es experto en cultura tradicional.
Ha recibido varios premios.

Nuestro observatorio

Se pueden consultar más datos biográficos sobre Ignacio Sanz Martín en Canal Lector,  y ver varios videos sobre sus actividades.

Bibliografía 

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros tomada de Canal Lector.

Cuentos como pulgas. Beatriz Osés. Kalandraka Ediciones Andalucía (Recomendado: 8-10 años)

16 Oct

cuentoscomopulgas

Las lágrimas de la Jirafa
Cuando la jirafa lloraba, las lágrimas resbalaban por su largo cuello. Resbalaban, resbalaban, resbalaban y no llegaban a tocar nunca el suelo.

Esperando la lluvia
Uno a uno los niños se tumbaron sobre las hierbas azules del bosque de cometas. Ya se habían ajustado las gafas de natación y estaban impacientes… Desde aquel lugar podían ver cómo se acercaban lentamente unas gigantescas nubes de color naranja. A la señal de Juan Luna, todos abrieron la boca. Poco después, comenzó a llover un zumo dulce que sabía a verano. Y el aire olía a azahar (1).

Quiero volar
Todas las mañanas el pájaro del reloj de cuco se sienta en su ventana y piensa: “quiero volar”. Pero las agujas del reloj le señalan el cielo y hablan de los otros pájaros y le hacen entender que nunca volará. Entonces el reloj de cuco vuelve a su cama. Convencido. Pasan las horas sin tiempo y la noche le trae una suerte de olvido (2). Al amanecer, regresa a su ventana y se dice bajito, para que no lo escuchen: “quiero volar”.

Tobogán

Uno a uno los niños se fueron arremolinando en torno al tobogán del parque al tiempo que miraban hacia arriba. Luego inventaron toda clase de gritos de ánimo y agitaron los brazos para que se tirase. Pero él no se movía. Al verle allí sentado, una pequeña se acercó a la escalera y decidió subir los peldaños hasta llegar a su altura. “¿Puedes bajar ya?”, le preguntó conmovida. Él negó con la cabeza lanzando al aire un pequeño suspiro azul. “ ¡¡Nosotros también queremos subir!!”, exclamaron los niños a coro desde la arena. Pero él se limitó a encoger los hombros con resignación (3). Fue entonces cuando comprendieron que se había quedado atascado otra vez y decidieron subir en tropel para darle un último empujón… El elefante pudo sentir, como cada tarde, la brisa en las orejas mientras descendía por la rampa del tobogán.

(1) Azahar: flor del naranjo con perfume intenso.
(2) Una suerte de olvido: una especie de olvido.
(3) Resignación: resignarse, conformarse.

Beatriz Osés. Cuentos como pulgas.  Kalandraka Ediciones Andalucía

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto
Lecturas breves, niñas y niños protagonistas, situaciones sensibles, casi poéticas, donde la realidad y la fantasía se dan la mano, en las palabras de la autora. Materias y temas que aparecen en los libros que ha leído o está leyendo. Aquí están La historia Interminable, Alfanhuí, o autoras y autores: Poe, Wilde, Christie, Delibes, García Márquez… Se autodefine nuestra autora como lectora anárquica y compulsiva. Lejos de esas listas preconcebidas, con métodos y procedimiento de leer que, sin duda, pueden resultar útiles. Aunque, recomendamos vivamente, en este sentido, las páginas que escribió la gran bibliotecaria Geneviève Patte: ¿Qué los hace leer así? Los niños, la lectura y las bibliotecas. Fondo de Cultura Económica, 2011, 270 págs. ISBN: 978-607-16-0792-8.

El presente trabajo es el último ensayo de Geneviève Patte (1936-), bibliotecaria francesa excepcional que cuenta entre otras distinciones la Orden Nacional de Mérito o la condecoración de Chevelier des Arts et Lettres por la consagración de toda una vida al fomento de la lectura infantil en todos los dominios geográficos. El libro, traducido al español por Lirio Garduño Buono, se estructura en doce capítulos, cada uno de los cuales puede leerse de forma autónoma, si bien tomados en su conjunto refuerzan el objetivo que se propone la autora, que es el de transmitir mediante argumentos de experiencia propia la clave humana en la que se asienta la labor del bibliotecario, y en particular la del bibliotecario infantil de hoy”.

 Palabra magica
De los muy atractivos títulos en los apartados del capítulo (Las lágrimas de la jirafa, Esperando la lluvia, Quiero volar y Tobogán), hemos seleccionado, para hoy, la palabra mágica volar.

¿Se puede pedir más belleza, exactitud, mejor manera de pasar el tiempo? A muchos relojes les encantaría ser una joya como estos que hemos visto. Un delicioso sonido que va acompañando a quienes viven con ellos. Son los relojes de cuco. Seguro que conoces muchos tipos de relojes. De torre, de pared, de sobremesa, de bolsillo, de muñeca, etc. ¿Y estos?

Reloj de agua. Máquina, aparato para medir el tiempo por medio del agua que va cayendo de un vaso a otro.
Reloj de arena. Máquina o aparato que se compone de dos ampollas unidas por el cuello, y sirve para medir el tiempo por medio de la arena que va cayendo de una a otra.
Reloj de cuco (el que tiene un pajarito mecánico que sale por una abertura y da las horas con su canto).
Reloj de pulsera (el que se lleva en la muñeca formando parte de una pulsera).
Reloj de sol (aparato ideado para señalar las diversas horas del día, según variamos con respecto al sol).
Reloj despertador (el que oímos todas las mañanas, para levantarnos)…

Y también usamos la palabra reloj, cuando decimos que alguien está como un reloj (está sano y ágil). Ser alguien un reloj, o como un reloj (muy puntual), etc.

Cuentame
Hemos visto cantidad de relojes. Algunos maravillosos. Pero ahora vamos a imaginar. ¿Te gustaría ser el cuco, en un reloj de cuco, que saliera de su casa cantando, cada vez que pasa el tiempo? Piensa que tienes que ver con pájaros con los segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años… ¿Crees que sería una buena profesión, para realizar ese trabajo? A lo mejor te resulta pesadísimo, estar pendiente siempre del tiempo que pasa y avisar a quienes viven contigo.

Si descartamos la profesión del cuco de la casa, ¿qué otra preferirías? ¿Podrías ser paragüero o paragüera, que tiene que ir con alguien del brazo, cada vez que llueve, para protegerlos? ¿Quizá preferirías ser una sombrilla, para que alguien no tome nunca el sol, en su vida? ¿Y si lo mejor para ti es ser un juguete, pero de los que se juega en el ordenador, donde estarías siempre? Nos queda una posibilidad. ¿Piensas que a ti te gusta ser como eres, porque en la vida lo pasas fantásticamente? Puede que tu frase preferida sea: yo quiero ser yo.

Pues te deseamos que tengas suerte y lo consigas.

 vNq6

Beatriz Osés Garcia

Nace en Madrid el 24 de noviembre de 1972. Licenciada en  Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Profesora de Lengua y Literatura en un Instituto en Hornachos (Badajoz, España). Colabora en diferentes iniciativas de promoción de la lectura en Extremadura (España). Ha recibido varios premios, entre ellos, el Premio Lazarillo de Creación Literaria, año 2006, por el libro Cuentos como pulgas.

Nuestro observatorio

Más datos de la autora en su página web y su blog

Bibliografía

Libros de Beatriz Osés en Canal Lector y en su página web

Un niño en el mar. Gianni Rodari. Editorial SM (Recomendado: 7-9 años)

9 Oct

rodari retahilasSM;

Conozco a un niño que es tan pobre
que nunca ha podido ver el mar.
El puente de agosto voy a ir a buscarlo
y en tren a la playa lo voy a llevar.
“¡Ahí está, mira!”, le diré.
“¡Este es el mar, te lo puedes quedar!”
Entre tanta gente, con su cubito,
podrá robar solo un poquito,
pero en los ojazos que abrirá
el mar entero se llevará.

Gianni Rodari. Retahílas de cielo y tierra. Editorial SM

Propuestas para mediadoras y para mediadores.

RECURSOS

Texto
La literatura de Rodari llega a todas las edades que podemos abarcar: desde esos primeros cursos de la escolaridad, 6-8 años, hasta los últimos que recogen, en la ESO y en el Bachillerato, a las edades de 15 a 18 años. Un niño en el mar, el poema infantil que hoy proponemos es, siguiendo su trayectoria, un texto sencillo. Es la sencillez de la palabra con contenido, con ilusión, esa que llega al lector, que de forma inmediata se reconoce.

Muchos son los poemas, las canciones, las obras musicales que desarrollan este tema del mar. Pero Rodari no quiere abandonar la realidad. Esa que es triste y pobre y de los pobres, por quienes él luchó permanentemente. Actuar de forma inmediata, resolviendo las cuestiones más perentorias.

Siempre queda, para el autor, ese hálito de esperanza. Ese mundo mejor para unos niños que han sufrido y padecido demasiado para su edad.

Historia de los por qué

 Palabra magica
Hoy la palabra mágica es cubito. La utilización del diminutivo confiere a todo el poema esa cercanía al lector de 7 – 8 años, que es la edad en que más aprovechará el texto. La sorpresa la provoca Rodari en los dos primeros versos:

Conozco a un niño que es tan pobre
que nunca ha podido ver el mar.

Rodari utiliza, para ese niño que no ha visto el mar, las “palabras e ideas – fascinación”. Todo un pensamiento complejo, conociendo lo que al niño le puede gustar, genera la ilusión. Es la que él tiene y quiere transmitir al niño. Y en versos más abajo, esa capacidad afectiva del diminutivo, de la que hablaba Amado Alonso, vuelve a estar presente, utilizando el verbo robar (verbo casi prohibido), pero de una eficacia sin límite en la relación de cariño adulto – niño.

Cuentame
¿Has leído, alguna vez, en el periódico, en internet o en otros medios de comunicación, las estadísticas del trabajo infantil en el mundo? Pues el día 23 de septiembre de 2013, tuvimos una buena noticia. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) comprobaba que, en los últimos cuatro años, ha bajado el número de niñas y de niños que trabajan.

En el mundo hay 168 millones de niños y niñas que trabajan o, lo que es lo mismo, el 11% de la población infantil. Son cifras que suenan alarmantes, pero que han disminuido en los últimos años: desde el año 2000, hay 78 millones de niños trabajadores menos. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) constata en un informe la disminución de trabajo infantil en los últimos años, algo que atribuye a varios factores, fundamentalmente al compromiso político y a las inversiones hechas en educación y protección social

No somos políticos, ni gobernantes ni tenemos el poder necesario para que esta situación mejore. Pero es muy necesario que seamos conscientes de que la situación existe. Y, a lo mejor, mucho más cerca de nosotros de lo que imaginamos. Puede ser muy importante que todas y todos los que sabemos qué pasa y dónde pasa, nos organicemos. Hablemos con nuestros mayores, educadores, amigos, familiares etc., porque casi seguro que a ellas y a ellos se les ocurren formas de combatir este problema. No olvides, por ejemplo, que existen formas de protesta: los periódicos, los blogs, el correo electrónico y más cosas. Trabajemos en ello y, a ver si dentro de un tiempo, conseguimos algún buen resultado.

Autor

Gianni Rodari

Nació en 1920, en Omegna (Italia) y falleció en Roma, en 1981. Su padre era panadero y murió cuando Gianni tenía 9 años. De pequeño soñaba con ser músico y recibió clases de violín. Rodari fue maestro de escuela, periodista y divulgador de la nueva pedagogía en Italia. Muy curioso intelectualmente. Mientras trabajaba de periodista comenzó a escribir libros para niños.  En 1953 se casa con Mª Teresa Feretti y cuatro años más tarde nació su hija Paola.
Muchas de sus creaciones fueron difundidas inicialmente en páginas de periódicos y suplementos infantiles. Posteriormente se publicaron en forma de libros. Escribió más de veinte libros en los que combinaba magistralmente el humor, la imaginación y la desbordante fantasía con una visión crítica, no exenta de ironía, del mundo.  Le gustaba viajar e ir a los colegios, charlar con los niños y contestar a sus preguntas. Sus amigos decían que era amable,  generoso y algo tímido. En 1970 se le concedió, por el conjunto de su obra, el Premio Hans Christian Andersen.

Nuestro observatorio

En la siguiente página se puede ampliar biografía, oír y ver testimonios sobre Gianni Rodari, además de ver al autor en una clase con niños

Bibliografía 

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de Gianni Rodari, agrupados por edades, tomada del Canal Lector.

Apunte de paisaje. José Hierro. Editorial Hiperión. (Recomendado: 15-18 años)

2 Oct

 cuadernodenuevayork

Las nubes puestas a secar al sol.
Los ciruelos condecorados por la primavera.
Abril, de manos húmedas,
acaricia la frente de los arces.
La lengua púrpura (1) del atardecer
lame la curva de las lomas de plomo
y las convierte en carne tibia.
Todo ha sido creado
para mayor gloria del viento del oeste
que despeina las aguas del lago.
(Más allá, la ciudad, desplegadas las velas de cemento
navega hacia su olvido, noche, sueño, nunca.)

NOTAS

1 Púrpura: roja.

José Hierro. Cuaderno de Nueva York. Editorial Hiperión

Propuestas para mediadoras y mediadores

RECURSOS

Texto

Se dan, en este poema de José Hierro, entre otras estas dos cualidades:  la palabra sencilla, en su poesía y la pintura, la imagen, que podemos ver en su libro Hierro ilustrado, editado por Nórdica, en 2012.

Empezaremos por las dos palabras del título del poema: Apunte de paisaje. Sabemos que la palabra apunte es una palabra polisémica, con varios significados. Seguro que tú los tomas: tomas apuntes cuando alguien dice algo que nos interesa (en el museo, en clase, en la explicación de un juego o en circunstancias que queremos conservar en un sitio seguro, para no olvidarlas, etc.) Pero la palabra apunte, dicha por un pintor o por una pintora es un dibujo tomado del natural rápidamente. El diccionario de la RAE da, entre otras, estas definiciones de la palabra apunte:

  1. m. Extensión de terreno que se ve desde un sitio.
  2. m. Extensión de terreno considerada en su aspecto artístico.
  3. m. Pintura o dibujo que representa cierta extensión de terreno.

Se dice en la presentación del libro Pinturas inéditas, del poeta José Hierro, “Poemas que son pinturas y pinturas que son poemas”. Es el logro de esta editorial Nórdica, que ha posibilitado conocer tantas cosas buenas de este gran autor.

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es primavera. Todo gira entorno a esta estación del año. El poeta nos invita a ir haciendo un viaje. Como si de un fantástico guía se tratara.

Con la palabra primavera nos dice cómo es el día, empezando desde arriba, con un sol rodeado de nubes. Pero la primavera es mágica y también suena. Escuchad si no, a La Oreja de Van Gogh, cantando Promesas de primavera.

Y como la palabra es mágica, nos permite, gracias a la maravillosa poesía de José Hierro, trasladarnos a contemplar una composición actual, con el autor tomando apuntes del paisaje que se ve y se graba, y un fondo musical de los autores que aparecen en el video, en las Islas Canarias. Esperamos que te guste la magia de esta poesía que has leído, con tantas cosas que nos dice y nos sugiere.

Habrás visto cómo toma el autor del tema, Juan Carlos Casado, sus apuntes del paisaje que ve.

Cuentame

Sabemos que no es fácil que coincidas, con fotografías, videos películas, imágenes, en general, cualquiera que sea el soporte que utilizas, con las palabras (los temas) que trata José Hierro en su poesía. ¿Te atreverías, os atreveríais, a organizar una exposición con esas imágenes que tienes? Y si no las tienes, sería un motivo estupendo para que la creéis entre todas y todos: amigas, compañeros, familiares y todo aquel que pueda estar interesado en ello. Hay temas fantásticos que nos proporciona José Hierro, de arriba abajo, en su poesía: Nubes, sol, frutales (ciruelos, en su poema), Estación del año (primavera en el poema), Árboles como arces en el poema, (que pueden sustituirse por otros que veas más fáciles de conseguir), momento del día (el atardecer en la poesía), lugar con agua: lago, en el poema, (que puedes sustituir por algo más fácil para ti: río, mar, estanque, etc.), imagen de la ciudad, barrio o pueblo en que vivas y, por supuesto, dibujos originales vuestros, referidos a vuestras propias imágenes, por ejemplo, o cosas que os hayan inspirado al arte. Cómic, paisaje, personas, etc. Aquí tienes algunos modelos, a parte del que hemos visto de José Hierro.

Esta página ofrece sugerencias, posibilidades, que ayudan a la creación de esa exposición que podéis realizar. Y no olvides que todo puede surgir de un Poema. Una maravillosa poesía de José Hierro. Gracias a él y a la vida que nos dio con su arte.

Autor

José Hierro
Nació el 3 de abril de 1922 en Madrid (España) y murió en la misma ciudad el 21 de diciembre de 2002

Su familia se trasladará a Santander, donde estudiará perito industrial, aunque no podrá terminar la carrera por la guerra civil. Estuvo en prisión hasta 1944 y es allí donde se interesará por la literatura. Vivirá en varias ciudades españolas (Valencia, Santander, Madrid) y se dedicará a escribir poesía además de realizar crítica de arte. Colaboró en Radio Nacional de España.

Ha obtenido varios premios entre ellos el Cervantes y el Nacional de Poesía.
Nuestro observatorio

En las siguientes páginas se puede ampliar su biografía, oírle declamar una poesía así como verle en una entrevista.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor en Cervantes.