La hormiguita cojita. Joaquín González Estrada. Ediciones de la Torre (Recomendado: 7-9 años)

17 Dic

poesianavidad

La hormiguita cojita
rota la patita,
sin poder andar,
la pobre hormiguita
se puso a llorar:

¡A ver cómo voy,
Cojita que estoy!…
La oyó el caracol:
“No llore señora
la llevaré yo…”

A ochenta por hora
pasó una tortuga:
“Suba, suba, suba…”
Pero un gorrión
la cogió en su pico

y se la llevó…
Así es como fue
la pobre hormiguita
cojita
volando a Belén.

Joaquín González Estrada. Poesía de Navidad para niños y jóvenes. Ediciones de la Torre

RECURSOS
Propuestas para mediadoras y para mediadores

Texto

Poesía navideña, para lectoras y lectores pequeños, con esa sencillez que comentábamos. De mucho gusto infantil es ese diminutivo, tan pegado al tamaño como al afecto.

Poesía, por otro lado, perfectamente dramatizable, en las fechas a que hace referencia. Es un número de personajes limitado (la hormiguita, el caracol, la tortuga y el gorrión), pero perfectamente ampliable a un grupo de cada uno de ellos. El público, que también puede participar, apoyará, a su manera, los “actos” que se van produciendo en la poesía.

Ni que decir tiene que la llegada a Belén puede transformarse en una llegada apoteósica, con todos los elementos del clásico belén: el Niño, la Virgen, San José, el portal, el ángel, los pastores, y ese largo etcétera que podemos visitar en páginas como la siguiente o en esta otra.

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es llorar. La pobre hormiguita se puso a llorar. “No llore señora. La llevaré yo…”.
Pero ¿por qué lloraba la hormiguita? De las siguientes frases, señala con V (verdadera) y con F (falsa).

  1. La hormiguita lloraba de risa, porque le hizo muchas cosquillas el caracol. V/ F
  2. La hormiguita lloraba, porque tenía rota la patita y no podía andar. V/ F
  3. Al final, la hormiguita se arregló la patita y pudo correr, a toda velocidad. V/ F
  4. La hormiguita tuvo suerte. Un gorrión, pajarito amigo, la cogió en su pico y volando la llevó. A Belén, la hormiguita, por fin llegó.  V / F

(Solución: las respuestas verdaderas son las números 2 y 4 y las respuestas falsas son las números 1 y 3.)

Cuentame

Ya has visto cuántas cosas contamos sobre una poesía como la de La hormiguita cojita. A lo mejor no estás en Navidad ahora. Pero lo que nos gustaría es que hicieras un poco de memoria y nos contaras, si pones el belén, qué figuras y elementos de la Naturaleza usas. ¿Tienes el pesebre, donde nació Jesús? ¿Y la Virgen y san José? ¿Y los tres reyes magos, montados en sus camello? No sabemos y, si lo que te gusta es celebrar la Navidad con el Árbol, dinos cómo se adorna tu árbol. Una pregunta: ¿dónde has conseguido el árbol? Ya sabes que lo que ahora intentamos es proteger los árboles. A toda la Naturaleza. ¿Hay lugares, en tu localidad, que se dedican a la protección de la Naturaleza?

Además, hay montones de posibilidades de tener un árbol, sin cortar nada de la Naturaleza y, además, muchos adornos navideños. Si te conectas a esta página, vas a ver qué cantidad de cosas. Elige las que te resulten más fáciles. Seguro que podrás.

Autor

Joaquín González Estrada

Nació en 1921 en Puente Genil (Córdoba, España)  y falleció en 1990 en Madrid (España).
Estudió en Cádiz las carreras de Magisterio y Comercio. Ejerció como maestro. Vivió en Madrid donde trabajó en varias empresas pero lo que más le gustaba era escribir. Publicó varios libros para niños y en todos prevalecía el deseo de lo sencillo y cercano.

Ya viene la vieja. Villancico popular (Recomendado: 7-9 años)

10 Dic

villancicos

Ya viene la vieja
con el aguinaldo,
le parece mucho
le viene quitando.

Pampanitos verdes,
hojas de limón,
la Virgen María,
Madre del Señor
.

Ya vienen los Reyes
por los arenales,
ya le traen al Niño
muy ricos pañales.

Pampanitos verdes,
hojas de limón,
la Virgen María,
Madre del Señor
.

Oro trae Melchor,
Incienso, Gaspar
y olorosa mirra
le trae Baltasar.

Pampanitos verdes,
hojas de limón,
la Virgen María,
Madre del Señor
.

Ya viene la vieja. Popular.

RECURSOS
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Texto

Una pregunta: ¿estás ahora en las vacaciones de Navidad? Bueno, no te preocupes. Si da la casualidad de que va a ser pronto o está siendo ahora la Navidad, ¡fantástico! Si no, no pasa nada. En la próxima, ya tienes aquí cosas para recordar: villancicos, canciones, actividades para pasarlo bien y mucho más.

Ahora, empezamos por el villancico que has leído. Aquí tienes su música: Ya viene la vieja.

Esta es una versión del villancico. Y esta es otra. A ver cuál prefieres:

Y espera, espera. Que hay más. Dinos, al final, después de oírlos, cuál es el que más te gusta.

Campana sobre campana

Pero mira cómo beben.

25 de diciembre fun, fun, fun.

Noche de paz.

Jingle bells.
Palabra magica
Hoy la palabra mágica es aguinaldo. ¿Sabes explicar qué es el aguinaldo? Ahora vas a leer varias definiciones. Seguro que consigues decir cuál es la verdadera.

1 Aguinaldo es una vasija que se usa para guardar los zumos de frutas.
2 Aguinaldo es un regalo que se da en la fiesta de Papá Noel (Santa Claus) o en Reyes Magos, o en Navidad. Depende de quién haga el regalo.
3 Aguinaldo es una figura del belén.

(Solución:  número 2.)

Cuentame

Hoy te va a resultar muy fácil lo que nos vas a contar. Consiste sólo en lo que te acuerdas de cómo se celebra, en tu casa, la Navidad. ¿Cuántos años tienes? ¿Te acuerdas de lo que hiciste el año pasado? ¿Es cada vez más divertida la Navidad? ¿Qué es lo más divertido? ¿Y lo más aburrido? Si te apetece, vamos a darnos un paseo por el mundo. Luego nos cuentas si te parece más bonito lo que se hace en otros países, o prefieres lo que se hace en tu ciudad, en tu pueblo, en tu barrio…etc.

Autor

Has visto que pone autor: popular. Eso significa que es un villancico que ha cantado el pueblo, la gente, durante años, muchísimos años. Y para comprobarlo, seguro que si les preguntas a los mayores que conozcas (puedes ir incluso a los abuelos o a los que recuerden ellos), se saben muchas de las cosas que vas a ver y a oír. Por eso decimos que un texto es popular. Es del pueblo, que somos todos.


Bibliografía

Libros sobre villancicos en Canal Lector

 

Silencio. María Jesús Jabato. Editorial Faktoría K de Libros (Recomendado 11-14 años)

3 Dic

amares

En silencio van los peces,
en silencio van y vienen,
en el silencio del agua
se deslizan mudos, leves.

Sobre la piel azulada
del mar frío de noviembre
se adentra en la noche un barco
con una luz en la frente.

En silencio van los peces,
en silencio van y vienen;
también el barco en silencio,
mudo silencio de redes.

María Jesús Jabato. A mares. Editorial Faktoría K de Libros

RECURSOS
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Texto

En los primeros versos de esta poesía, leemos algo donde las palabras parecen un dibujo. Casi una fotografía. Porque en la imagen que nos dejan los versos, no suena nada. Sólo en nuestra imaginación, cuando leemos, imaginamos lo que sucede. ¿Cómo se titula la poesía? Pues sigamos en ese silencio. Podemos, para no romperlo, coger una hoja y, si los tenemos, unos lápices, unos rotuladores o cualquier material de dibujo. Porque la poesía se presta a ilustrarla. A lo mejor, no se te ha ocurrido nunca que a determinados textos que te gusten (esperamos que esta poesía sea uno de ellos), podrías encaminar una de tus habilidades.

Palabra magica

Hoy la palabra mágica es agua. Todo gira en torno a ella. El lugar elegido por la autora es el mar, un mar de aguas frías. El tiempo del día y del mes en que suceden todas las imágenes de la poesía son la noche (lleva una luz en la frente); y el mes del año: fría de noviembre. El dónde vamos es el barco. Es en él donde vemos los peces que van y vienen. Y, por fin, sabemos que el barco es de pescadores: mudo silencio de redes. Y en la magia del agua tiene lugar la otra palabra mágica del poema, que nos lleva al principio, al título: silencio.

Cuentame

El título de la poesía de María Jesús posee lo maravilloso que tiene lo desconocido. Si piensas ahora un poco, es posible que te resulte difícil encontrar situaciones donde lo fundamental es eso, el silencio. ¿O tú lo consigues cuando lo necesitas? ¿Crees que el silencio es necesario en determinadas circunstancias? Escribe una relación de circunstancias en las que necesitas silencio. Otra cosa son esas circunstancias en que es obligatorio guardar silencio. ¿Recuerdas en cuáles? Y como no dudamos de tu honestidad, cuéntanos cuándo cumples a rajatabla la indicación de guardar silencio y cuándo, por el contrario, no lo haces. ¿Por qué? ¿Es porque no puedes o porque no te importan esas indicaciones? Escríbenos las cuatro situaciones que consideras muy importante estar en silencio.

Y, ahora, las que te parecen excesivas: -es una “pasada” que te tengan en silencio. Aquí no pasaría nada si hablas.

Veremos en cuántas coincidimos.

vNq6
María Jesús Jabato

Nació en Burgos en 1959.
Doctora en Humanidades por la Universidad de Burgos, licenciada en Derecho por la Universidad de Valladolid y Graduado Social por la Universidad de Salamanca. Ha recibido varios premios por su poesía para niños.

Nuestro observatorio
Más datos curiosos y biográficos en la web de la autora.

Bibliografía
Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de la autora tomada de Canal Lector

Inventos. Jürg Schubiger. Editorial Anaya (Recomendado:9-11 años)

26 Nov

cuandoelmundoerajoven

Cuando el primer hombre llegó al mundo, lo encontró vacío. Fue paseando hasta que se cansó.
“Falta algo –pensó-. Una cosa de cuatro patas para sentarse.”
E inventó la silla. Se sentó y miró a la lejanía.
Wonderful. Maravilloso.
“Pero no del todo. Falta algo –pensó-. Una cosa cuadrada, para estirar las piernas debajo y apoyar los codos encima.”
E inventó la mesa. Puso las piernas debajo, apoyó los codos encima y miró a la lejanía.
Wonderful.
Pero de la lejanía iba llegando un viento, y con él se acercaban unas nubes oscuras.
Empezó a llover.
“No tan Wonderful. Falta algo, una cosa con una cosa encima que le proteja a uno del viento y del agua.”
E inventó la casa. Cogió la silla y la mesa, las llevó dentro, estiró las piernas, apoyó los codos sobre la mesa y miró la lluvia a través de la ventana.
Wonderful.
Bajo la lluvia vio entonces otro hombre. Llegó a la casa.
-¿Puedo meterme debajo? –preguntó el otro hombre.
-Please –dijo el primero-. Por favor.
Le enseñó lo que había inventado: la silla para sentarse, la mesa para las piernas y los codos, la casa con cuatro paredes y techo para protegerse del viento y del agua, la puerta para entrar, la ventana para mirar al exterior.
Cuando el otro hombre hubo visto, aprobado y elogiado todos los inventos, el primero preguntó:
-¿Y usted, querido vecino?
El otro permaneció en silencio. No se atrevía a decir que él había inventado el viento y la lluvia.

Jürg Schubiger. Cuando el mundo era joven todavía. Editorial Anaya

RECURSOS
Propuestas para mediadoras y para mediadores

Texto

Ya has leído lo que se encontró el primer hombre (o mujer, naturalmente), cuando llegó al mundo. Como estaba vacío, tuvo que ir inventando cosas según las iba necesitando.

Una silla. Una mesa. Era Wonderful, es decir, maravilloso, fantástico. Pero hubo algo, el viento que empezó a soplar y la lluvia que empezó a caer, cuando la situación no era “tan wonderful”. Había que inventar algo, para protegerse. Y lo consiguió. Inventó la casa. Todos eran inventos fantásticos de ese primer habitante del mundo.

Lo que sí sabemos, también, es que el otro hombre que llegó no se atrevió a decirle, al primer hombre, que él había inventado el viento y la lluvia. Justo lo que al primer hombre no le gustaba y que por eso inventó casi todo.

Bueno. Pues ahora vas a pensar que te ha tocado a ti ser el primer hombre, o la primera mujer, que va a inventar algo. Hay cosas en el mundo que te gustan mucho y, otras, que te gustan menos. Escribe las cosas que te gustaría inventar. ¿Será un libro, por ejemplo, que todavía no se ha escrito? ¿Será un ordenador especial, que hace todo lo que tú piensas? ¿Será una clase en la que, según entras, ya te sabes todo lo que te toca estudiar? ¿Será un medio de transporte particular, hecho solamente para ti, con el que puedas llegar donde quieras? ¿Será una moneda mágica, que se repite tantas veces, como la gente que la necesita? ¿Tendrá algo que ver con tu familia?

Es tu momento. Piensa en cosas que hay en el mundo y las que tú inventarías. Cuéntanoslo. A lo mejor, el mundo entero dice: ¡Wonderful! ¡Maravilloso!
Palabra magica
Hoy la palabra mágica es inventar. Seguro que conoces esta canción, de Queen and Freddy Mercury.

La canción dice: It’s kind of magic (Es una especie de magia). Y eso es lo que hacemos, como tú ya sabes, en este apartado. No utilizamos varita mágica, ni un anillo especial, ni un lápiz mágico, ni nada de eso. Sólo usamos algo que no nos va a faltar nunca: ¡la Palabra!

En la columna de la derecha, encontrarás nombres de cosas ya inventadas. En la de la izquierda, unos nombres de inventores. Únelas correctamente.  Si tienes alguna duda, utiliza la Red. Internet te lo puede resolver.

INVENTORAS O INVENTORES             INVENTOS

1. Juan de la Cierva, en 1923 A. La bombilla
2. Karl Benz, en 1886 B. El chicle
3. Thomas Adams, en 1869 C. El coche
4. Thomas Alva Edison, en 1880 D. El helicóptero

(Solución: 1-D; 2-C; 3B; 4-A)

Y como nuestra palabra mágica hoy es inventar, puedes consultar la siguiente dirección. Son inventos que, cambiaron el mundo.

http://borjatercero.blogspot.com.es/

Cuentame

Hemos visto, en esta lectura, muchas cosas sobre los inventos y sobre los inventores o inventoras que ha habido desde los orígenes del mundo. Y ahora te toca a ti. Sabemos que no es fácil decidirse por el invento que te resulta el mejor. El más práctico para tu vida. El más barato que se puede adquirir en el mercado. El que le gusta a todo el mundo que uses. El de uso más sencillo. ¿Con cuál te quedarías siempre, si parece que se va aproximando un fin del mundo? Aunque el planeta Tierra desapareciera, podrías ir a otro, que todavía no se conoce, pero te dan la oportunidad de llevar aquello de lo que no te desprenderías nunca. ¿Lo sabrías elegir? Tienes que pensar, eso sí, que en la nave espacial, que te servirá para el viaje, no cabe todo lo que te gustaría. Hay un espacio muy limitado, porque sólo caben, en este primer viaje, quince personas. ¿A quiénes elegirías, para que estuvieran contigo? ¿Por qué esas y no otras?

Sí tienes que saber, porque es la suerte del sorteo mundial que se ha celebrado, que te ha tocado a ti. No puede subir toda la Humanidad. Es una pena, pero las reglas mundiales son así.
Puedes enviar tus decisiones a un correo electrónico y, quien lo reciba, intentará ayudarte en el jurado. Creemos que por probar no pasa nada.
No podemos asegurar resultados a ningún habitante del planeta. Lo que sí es condición incuestionable es mandar el correo, con tu nombre y edad.
Nos despedimos deseándote lo mejor. ¡Mucha suerte!

Autor
Jürg Schubiger
Nació el 14 de octubre de 1936 en Zúrich (Suiza) y murió en la misma ciudad el 15 de septiembre de 2014.
Realizó numerosos trabajos en varios países antes de dedicarse a escribir. En los años sesenta del siglo pasado estudió filología germánica, psicología y filosofía en la universidad de Zúrich.  Desde esos años se dedicó a la literatura donde plasmó muy bien sus inquietudes.  Recibió el Premio Hans Christian Andersen 2008.

Nuestro observatorio
Más datos biográficos y discurso de entrega del premio Hans Cristian Andersen en Imaginaria.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros del autor  tomada de Canal Lector.

La nueva granja (Segunda parte). Sid Fleischam. Editorial Alfaguara (Recomendado: 9-11 años)

19 Nov

maravillosagranja

(—) Pues bien, ahí estábamos plantados mirando nuestra granja de media hectárea que no servía para nada más que para zambullirnos en ella en un día de calor como aquel. Y además hacía más calor que nunca. Se batió el récord de calor, según supe más tarde. Aquel fue el día en que, tres minutos antes de las doce, los campos de maíz del estado de Iowa explotaron de palomitas. Eso es historia. Seguro que lo habéis leído ya en alguna parte. Hay fotos que lo prueban.
Me dirigí hacia nuestros niños.
-¡Willjillhesterchesterpeterpollytimtommarylarryylapequeñaclarinda! –dije-. Siempre hay un lado bueno en todas las cosas. Esta charca que hemos comprado está un poco enfangada (1), pero es agua: ¡Al agua patos!
La idea fue acogida favorablemente y en un abrir y cerrar de ojos estábamos con los trajes de baño puestos. Di la señal y cogimos carrerilla. En ese instante nos cayó encima tal ráfaga de sequía que aterrizamos sobre media hectárea de tierra seca. La charca se había evaporado. Fue muy sorprendente.
Los niños habían saltado de cabeza y no se veía de ellos más que las piernas dando patadas en el aire. Los tuve que arrancar de la tierra como a zanahorias. Algunas de las niñas estaban aún sujetándose las narices. Por supuesto que fue una amarga recepción ver desvanecerse ante nuestros ojos aquella piscina.
Pero en el momento en que apresé un terrón entre los dedos, a mi corazón de granjero se le escapó un latido. Aquel fondo de estanque era suave y rico como la seda negra.
-¡Mi querida Melissa! –grité-. Ven a ver. Esta tierra es tan buena que debería guardarse en un banco.
Me encontraba fuera de mí de excitación. Aquella tierra gloriosa parecía estar suplicando que la sembrasen. Mi querida Melissa había traído un saco de judías secas, y mandé a Will y a Chester a por él. No hacía ninguna falta que nos molestásemos en arar aquella tierra. Dirigí a Polly para que hiciera un surco recto con un palo y a Tim para que la siguiese, cavando agujeros en la tierra. Luego me acerqué yo. Dejé caer una judía en cada agujero y la aplasté con el talón.
Pues bien, apenas había avanzado un par de metros, cuando sentí rozar contra mi pie algo verde y con hojas. Miré hacia atrás. Un tallo de judía avanzaba a toda prisa buscando un palo al que trepar.
-¡Válgame Dios! –exclamé-. ¡Esta tierra sí que es rica!
Los tallos se extendían a ojos vista por todas partes. Tuve que apresurarme para que no me alcanzaran. Cuando llegué al final del surco los primeros tallos habían florecido, se habían formado las vainas y se podían ya recoger.
Podéis imaginaros nuestra excitación. Las orejas de Will se agitaban. Los ojos de Jill estaban bizcos. La nariz de Chester se retorcía. Los brazos de Hester subían y bajaban. El hueco del diente que le faltaba a Peter silbaba. Y Tom hacía el pino.
¡Willjillhesterchesterpeterpollytimtommarylarryylapequeñaclarinda! –grité. ¡A recoger las judías!
Al cabo de una hora habíamos plantado y recogido toda la cosecha de judías.

(1) Enfangada: que estaba llena de lodo, barro.

Sid Fleischam. La maravillosa granja de McBroom. Editorial Alfaguara

RECURSOS
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Texto

¡Hay que ver la ilusión con que llegaban! ¡Allí estaban todos! Willjillhesterchesterpeterpollytimtommarylarryylapequeñaclarinda.Pero lo que había hecho Mr. Heck Jones fue una estafa. ¡Una auténtica estafa!, dijera lo que dijera.

Lo más normal habría sido que el señor Mc Broom cogiera al propietario y le hubiera metido la cabeza en la arena, por haber engañado de aquella manera a toda su familia.
Empezaron a suceder una serie de acontecimientos, a cada cual más tremendo. Imagínate que te sucediera a ti, a tu padre, a tu madre y ¡a toda la familia!
Pero ya os habéis dado cuenta de que Mc Brooom y toda su familia eran gente buena y, además, siempre veían el lado positivo de la vida. Dice Mc Broom:
“Siempre hay un lado bueno en todas las cosas. Esta charca que hemos comprado está un poco enfangada, pero es agua: ¡al agua patos!”

Pues sí, Mc Broom y Melissa, su mujer, habían conseguido que sus hijos fueran fantásticos. Allí, en la granja, todo lo que sucedía era genial.

Lo que os recomendamos, para comprender muy bien este texto, es que lo leáis, en la biblioteca o, si podéis comprarlo, para ver las maravillosas ilustraciones que tiene. Son de Quentin Blake, un artista del que ya hemos visto alguno de sus trabajos, como ilustrador. Aquí tenéis su página web.

Palabra magica
La palabra mágica hoy es charca. El diccionario de la RAE la define así: Depósito algo considerable de agua, detenida en el terreno, natural o artificialmente. La tierra que hay debajo de esas charcas es tan maravillosa como dice Mc Broom. Ya sabemos que no es fácil; pero si consiguieras plantar algo en esa tierra húmeda (intenta, por ejemplo, judías, garbanzos, lentejas…), en una maceta que haya en casa, a lo mejor, regando un poquito y dejando pasar tiempo (eso es muy importante), empiezas a ver unas hojitas verdes. Eso es que tu semilla plantada, puede salir adelante. En la siguiente página web, verás un modelo de cómo germinar una planta.

Y ahora, volvemos a la magia de nuestra palabra charca, para ver cosas hermosas que existen en la Naturaleza. Que disfrutes con esta belleza.

Cuentame

Lo que sí se llevó la familia de Mc Broom fue una decepción. Un chasco. Ellos estaban tan contentos pero… Y cuando eso sucede, es mejor buscar el lado positivo de las cosas y, así, a lo mejor lo acabamos consiguiendo.

¿Te ha sucedido a ti, alguna vez, esta situación? Podías contarnos, si te apetece, cuál ha sido tu último chasco. Eso que tú esperabas que pasara, que sucediera y, al final, no se produjo, no lo conseguiste, a pesar de la ilusión que te hacía.

Si pudieras, nos vendría muy bien que nos dieras los consejos para actuar, en esas situaciones. ¿Te ocurrió con alguna amiga o amigo? ¿Te ocurrió en tu casa, con tu familia? ¿Fue en el colegio, con compañeras o compañeros? ¿Se pudo solucionar aquello que tanto te preocupó o te fastidió?

Autor
Sid Fleischam

Nació el 16 de marzo de 1920 en Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos) y murió el 17 de marzo de 2010 en Santa Mónica, California (Estados Unidos).

Viajó por los Estados Unidos con un espectáculo de artistas y magos. Antes de escribir novelas trabajó como periodista y guionista de cine.  Está considerado un maestro de la aventura, la intriga y el humor. Recibió numerosos premios y entre ellos el Mark Twain, que se otorga al mejor escritor de humor.

Nuestro observatorio

Más datos sobre el autor en la wed dedicada al mismo.

Bibliografía

Libros publicados del autor, tomados de la página de Sid Fleischam

La nueva granja (Primera parte). Sid Fleischam. Editorial Alfaguara (Recomendado: 9-11 años)

12 Nov

maravillosagranja

Mr. Heck Jones saltó sobre el estribo y nos guió camino arriba un par de kilómetros. Mis chavales intentaron distraerle durante el camino. Will movió las orejas y Jill se puso bizco. Chester arrugó la nariz como un conejo, pero comprendí que el Sr. Jones no estaba acostumbrado a los críos. Chesteer batió los brazos como un pájaro, Peter silbó por entre los dientes delanteros que le faltaban y Tom intentó hacer el pino en el maletero del coche, pero el Sr. Heck Jones no hizo caso a ninguno de ellos.
Finalmente, levantó su enorme brazo y señaló en la distancia.
-Ahí está su propiedad, vecino –dijo.
¡Debíais habernos visto saltar del coche! Contemplamos encantados nuestra nueva granja. Era amplia y soleada, con un roble sobre una suave loma. Claro que tenía un defecto. Del lado del camino se extendía una charca de media Hectárea, de aspecto pantanoso. En un sitio así podías perder una vaca, pero aquello era una ganga, de eso no había duda alguna.
-Mamá –le dije a mi querida Melissa-. ¿Ves ese magnífico roble sobre la loma? Ahí es donde construiremos nuestra casa.
-Ni hablar de eso –dijo Mr. Heck Jones-. Ese roble no está en su propiedad. Lo suyo es todo lo que ven bajo agua. Ni rastro de roca ni de cepa de árbol, tal como les dije.
Pensé que nos estaría gastando una pequeña broma, aunque no había ni la más mínima sonrisa en su cara.
-Pero, ¡señor! –dije-. ¡Usted afirmó muy claramente que la granja tenía cuarenta hectáreas!
-Exactamente.
-¡Pues esa charca pantanosa apenas si cubre media hectárea!
-Se equivoca usted –dijo-. Hay exactamente cuarenta hectáreas, una encima de la otra, como un pastel de hojaldre. Yo nunca dije que su granja estuviera toda sobre la superficie. Tiene cuarenta hectáreas en profundidad, Mr. McBroom. Lea el contrato.
Leí el contrato. Era verdad.
-Jii-ii, jii-jii –resopló-. ¡Se la he hecho buena, McBroom! Buenos días, vecino.
Se largó a hurtadillas, riéndose para sus adentros, hasta llegar a su casa. Pronto me enteré de que Mr. Heck siempre se reía para sus adentros. La gente me dijo que cuando colgaba su abrigo y se metía en la cama, toda esa risa de dentro le salía hacia fuera y le tenía en vela toda la noche. Pero eso no es verdad.

Sid Fleischam. La maravillosa granja de McBroom. Editorial Alfaguara

Horacio. Gloria Cecilia Díaz. Editorial Anaya (Recomendado: 9-11 años)

5 Nov

oyenmeconlosojos

Al cabo de un rato, ya limpio y abrigado, se sentó junto a su madre en una silla de la cocina. Ella le dio una taza de leche caliente con azúcar y canela.
-Mamá… ¿alguna vez te dio miedo mi sordera? –le preguntó Horacio con sus manos.
-No, hijo. Al principio, tristeza, mucha tristeza. A lo mejor la tristeza también es miedo… -le contestó ella también con las manos.
-¿Y ahora?
-¿Ahora? ¿Por qué habría de estar triste ahora si vas por la vida como cualquier niño? Digamos que en algunas cosas les llevas ventaja a algunos niños, porque ves cosas que ellos no ven. ¿Sabes? Siempre que a uno le falta algo, tiene que luchar más para alcanzar lo que quiere. En el pueblo donde viví cuando era niña había una mujer que lavaba la ropa de la gente rica, de eso vivía. Era muy pobre; recuerdo que iba descalza. Aquella mujer tuvo dos hijos; el menor nació sin brazos. Los crió sola a los dos, porque su marido se fue un día sin despedirse siquiera.
-¿Le…da…ba…mie…do…del…ni…ño…sin…bra…zos? –preguntó Horacio.
-Tal vez, hijo; no lo había pensado. Los niños crecieron. El mayor empezó a ir a la escuela y, cuando el pequeño debía empezar sus estudios, la pobre madre se presentó con él ante el director, pero este no quiso admitirlo.
Horacio miró a su madre espantado.
-¿Sabes qué hizo el niño, Horacio? Se quitó los zapatos, tomó con la boca una hoja de papel y un lápiz del escritorio del director, los tiró al suelo y, mientras con un pie tenía la hoja, con el otro escribía su nombre y apellidos con una letra clara y uniforme.
El director se puso rojo como un tomate, y su secretaria y la profesora de ciencias naturales, que estaban allí presentes, lo miraron como diciéndole: “Debería darle vergüenza, señor director”.
-¿Lo…ad…mi…tió…en…ton…ces?
-No tuvo más remedio. La madre contó lo sucedido a medio pueblo. Ya puedes imaginar cómo se sentía de orgullosa. El niño sin brazos aprendió rapidísimo a leer y a escribir. Pero había algo que aún hacía mejor: dibujar. Había comenzado desde muy pequeño. La lavandera contó que una vez, al volver ella y su hijo mayor de lavar la ropa en el río, se encontró las paredes de la casa, que habían pintado recientemente con cal, llena de dibujos al carbón. Había caballos galopando por el cielo, una flor gigantesca en cuyo centro había un pueblo y un árbol que hacía del sol. Se puso furiosa y llamó a gritos a su hijo pequeño. Ella lo había visto utilizar trozos de carbón de la cocina para dibujar en el suelo todo lo que se le ocurría.
Sin embargo, le parecía increíble que los dibujos tan hermosos que había en las paredes los hubiera hecho él. A la vez, estaba furiosa al ver que las paredes blancas de su casa, de las que se sentía tan orgullosa, ya no eran blancas. El niño llegó del patio, la lavandera miró los pies y vio que estaban negros de carbón.
-Mamá, las paredes eran como una inmensa hoja de papel…-le dijo el niño.
La madre no supo qué decir y se echó a llorar.
-¿Lloraba por lo de las paredes? –preguntó Horacio con sus manos.
-No, hijo, lloraba de emoción. Ella, que no sabía ni leer ni escribir, sabía que esos dibujos que su hijo había hecho eran el comienzo de algo. Sólo los caballos de verdad eran tan hermosos como los que su hijo había pintado. Y la flor, ¿no era el mundo como una flor que albergaba los pueblos? Y el sol, ¿no era acaso la fuente de vida de la que nacían los árboles?
-Qué…pa…só…des…pués? –preguntó Horacio.
-El niño creció y siguió pintando. Muchos años después, mi madre me contó que había ido a estudiar a la universidad. Más tarde, los perdimos de vista.
-Para ese niño los pies eran también sus brazos… -dijo Horacio con sus manos-. Como mis ojos son mis oídos, y mis manos, mi voz…
-Así es, hijo.
-Pero… ¿sabes, mamá? A veces me da rabia ser sordo. Me da rabia no oír tu voz ni la de papá, ni la de Claudio, ni la de Banu, ni los maullidos de Raimundo, ni los gritos de la gente en el estadio cuando voy a ver los partidos de fútbol…
-Mi voz, la de tu padre y la de tus hermanos están aquí –dijo la madre señalando el corazón de Horacio.

Gloria Cecilia Díaz. Óyeme con los ojos. Editorial Anaya

RECURSOS
Propuestas para mediadoras y para mediadores
Texto

Horacio es sordo. Por eso, el libro de donde está sacado este texto se llama: Óyeme con los ojos. Las personas que no pueden oír necesitan comunicarse. Por eso existe una lengua especial, una lengua de signos, que deben conocer quienes hablen con ellos o ellas. Las personas con sordera.

Aquí tienes, en la dirección que te damos, cómo es la lengua de signos que emplean los sordos y también los sordomudos. Hay muchas personas que tienen esas dos carencias o ausencias. No pueden oír y tampoco hablar.

Gracias a esos signos, que se pueden aprender, llegan a tener la posibilidad de comunicarse con otras personas. Son estos signos (aparecen más en la página, por si quieres conocerlos o incluso aprenderlos).

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es la palabra voz. Esa maravilla de la naturaleza que tenemos para hablar, cantar, sentir, ayudar, reír, comprender y todas esas cosas que puedes añadir, hasta hacer un fabuloso diccionario. Protege tu voz. Cuídala. Es un don que nos hace ser tan felices como esos niños que has visto. Suponemos que puede que te suceda lo mismo que a nosotros, cuando vemos la risa de esos niños que oyen, por primera vez, a su madre o a su padre.

Son lágrimas de alegría, porque se ha producido la magia de la voz.

Cuentame

¿Conoces a alguien que, como Horacio, tenga alguna discapacidad? ¿Crees que la sociedad, el mundo que nos rodea, valora y considera a esas personas con discapacidad? ¿Crees que podríamos hacer más cosas por ellas o por ellos? Seguro que te has fijado en algo que te llamó la atención. Piensa un rato y dinos cómo podríamos considerar mejor a las personas ciegas, sordas, mudas o con alguna de las muchas discapacidades que el ser humano puede tener. En la página que te mostramos a continuación, nos hablan de la importancia que tiene la información a la sociedad. Conocer la realidad es algo imprescindible. Puede ayudar a los enfermos y, por supuesto, a nosotras o a nosotros, también.

Has visto a personas discapacitadas y a las que viven con ellas o con ellos. ¿Crees que podríamos trabajar, para que la sociedad admita y colabore con esas personas?

Esperamos, con muchas ganas, las posibles respuestas. Tu colaboración también es muy importante.
vNq6

Gloria Cecilia Díaz
Nació el 21 de septiembre de 1951 en Carlacá (Colombia).
Estudió Lenguas Modernas en la Universidad del Quindío, Armeni (Colombia) y se doctoró en Letras por la Universidad de la Sorbona (Francia). Fue Profesora de Literatura en su país hasta 1982. Ha trabajado como redactora en editoriales,  ha sido corresponsal, traductora y correctora de textos para la Unesco. Es autora de textos de Lengua Española para enseñanza primaria y secundaria, y su obra literaria comprende novela, cuento y poesía. Ha recibido numerosos premios.

Nuestro observatorio
Más datos biográficos y curiosidades sobre la autora en Imaginaria.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros de Gloria Cecilia Díaz tomada de Canal Lector.

Cuento tonto de la brujita que no pudo sacar el carnet. Ángela Figuera Aymerich. Editorial Hiperión (Recomendado: 7-9 años)

29 Oct

cuentos tontos para ninos listos

Era una brujita
tan boba, tan boba,que no conseguía
manejar la escoba.

Todos le decían:
-Tienes que aprender
o no podrás nunca
sacar el carnet.

Ahora, bien lo sabes,
ya no hay quien circule,
por tierra o por aire,
sin un requisito
tan indispensable.

Si tú no lo tienes,
no podrás volar
pues ¡menudas multas
ibas a pagar!
¡Ea! no es difícil.
Todo es practicar.

Bueno… dijo ella
con resignación.
Agarró la escoba,
se salió al balcón,
miró a todos lados…
y arrancó el motor…
Pero era tan boba,
que, sin ton ni son,
de puro asustada,
dio un acelerón
y salió lanzada
contra un paredón.
Como no quería
darse un coscorrón,
frenó de repente…
y cayó en picado
dentro de una fuente:
se dio un remojón,
se hirió una rodilla
sus largas narices
se hicieron papilla
y, como la escoba
salió hecha puré,
pues, la pobrecilla,
además de chata
se quedó de a pie.

Ya no intentó nunca
sacar el carnet.
Se quitó de bruja
y se puso a hacer
labores de aguja.

Ángela Figuera Aymerich. Cuentos tontos para niños listos. Editorial Hiperión

RECURSOS
Propuestas para mediadoras y para mediadores

Texto

¿Has oído alguna vez hablar de las brujas? ¿Has pensado cómo pueden ser, si es que existen? A lo mejor, cuando eras más pequeña o más pequeño, te daban un poco de miedo. Seguro que no querías ver una bruja ni en pintura. Y es que, si las brujas existen, cosa que nadie sabe, las hemos visto ¡horribles!, ¡terribles!, de esas que es mejor no verlas nunca. En la siguiente página, puedes ver brujas espantosas.

Lo que sí puedes, sin miedo, ver en la siguiente página, es a esa brujita de la que nos habla la poesía de Ángela Figuera. Esa brujita que era un poco boba. Era bastante tonta, si lo que quería es lo que te cuenta este video.

¡Pobre brujita! ¿Te imaginas que a ti te sucede una cosa parecida a la de la brujita? Lo que no creemos que necesites es un carné para manejar la escoba. Pero seguro que sí te pasan cosas que, después de pensarlas, te preguntas: ¿pero cómo me pasa esto a mí? Vamos a ir viendo lo que le sucede a la brujita.
Escribe Verdadero o Falso, V / F, según la poesía.

  1. La brujita ya sabe conducir la escoba. V/ F
  2. Para sacar el carnet de conducir tiene que aprender. V/ F
  3. Lo que no se puede, porque te cae una multa gorda, es conducir sin carnet. V/ F
  4. La brujita encendió el motor de la escoba. Arrancó, pero como no sabía, frenó de repente. V/ F
  5. Se iba a dar un coscorrón contra una pared. Frenó demasiado y cayó en picado. V/ F
  6. Menos mal que se cayó en un colchón. V/ F
  7. Para sacar el carnet había que tener un coche. V/ F
  8. Como se dio un morrón, dejó de ser bruja. Ya no quería el carnet. Hizo labores de aguja. Eso sí que lo sabía hacer. Era mejor coser. V/F

(Solución: 1-F; 2-V; 3-V; 4-F; 5-V; 6-F; 7-F; 8-V)

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es acelerón. Es decir, dar más fuerte al acelerador, de repente, para ir más deprisa.

Estamos acostumbradas y acostumbrados a oír y a leer cosas terribles que pasan en las carreteras. Lo dicen la radio, la televisión, internet, los periódicos y muchos medios de comunicación. Las campañas de vacaciones; los consejos para circular en las ciudades; las revisiones de nuestros medios de transporte (coche, moto, bicicleta, patines, etc.). Todo lo que se intenta hacer, para proteger nuestra vida y la de los que están con nosotros. Hoy, la magia de la palabra nos lleva a unas páginas muy importantes, para quienes utilizamos un medio de transporte.

Tu función ahora es conversar, con quienes nos llevan en un medio de transporte, si se cumplen las cosas que son importantes.

 Cuentame
Como es seguro que los adultos que te llevan y tú cumplís con todas las normas de circulación, podías llevarnos de viaje, con tus palabras, al lugar que más te ha gustado la última vez que has ido. ¿Está muy lejos de donde vives? ¿Por qué fuiste a ese lugar? ¿Qué tipo de transporte nos aconsejas que utilicemos? ¿Cuánto tiempo se tarda en llegar? Si se puede ir por carretera, ¿recuerdas qué carretera llevasteis?

Imagina que eres responsable de organizar el viaje. ¿A cuántas personas llamarías, para que fueran contigo? ¿Crees que es muy caro ese viaje? Es que nosotros no tenemos mucho dinero. Por eso, nos conviene que no sea un sitio muy caro. ¿Qué nos aconsejas que veamos allí? A lo mejor, también sabes qué cosas están riquísimas, para comer, en ese lugar. Puede que también sepas si hay buenos restaurantes, que no son muy caros, hoteles, campings, lugares donde pasar unos días divertidos y todo lo que se te ocurra para organizar nuestro viaje.

 vNq6
Ángela Figuera Aymerich

Nació el 30 de octubre de 1902 en Bilbao (España) y murió el 2 de abril de 1984 en Madrid (España).
Estudió Filosofía y Letras. Trabajó en la enseñanza pero no se la reconoció el título después de la guerra civil española. Años más tarde estuvo en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Se inició en la poesía dentro de una línea que puede considerarse heredera de Antonio Machado por su apego a lo cotidiano y paisajístico. Posteriormente, la influencia de Gabriel Celaya la llevó a la poesía social.
El nacimiento de sus nietos, Ana y Gabriel, le impulsó a escribir poesía infantil, género al que pertenecen sus dos últimos libros: Cuentos tontos para niños listos y Canciones para todo el año.

Nuestro observatorio
Más datos sobre la autora en las siguientes páginas: La Casa de los poetas y Guía de Lectura.

Bibliografía

Los dos libros escritos por la autora para el publico infantil fueron publicados en la editorial Hiperión.

 

Reunión de ratones. Popular. Editorial Imaginarium (Recomendado: 9-11 años)

22 Oct

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Un día, una comunidad de ratones estaba más que harta, porque había un gato enorme y tragaldabas, que los perseguía sin piedad hasta donde fueran. No había manera de escapar de aquel terrible enemigo. Cualquier lugar donde pudieran esconderse esos animales tan pequeños y escurridizos, lo conocía el terrible gato. Y a por ellos iba. Su crueldad y ganas de zampar ratones eran ya conocidas en todo el país ratonero. Sí, todos lo sabían.
Pero había que encontrar una solución para poder vivir. Por eso, el anciano ratón “Mil Años”, que así lo llamaban, pensó que lo que mejor podían hacer era reunirse en asamblea ratonera, a la que era muy importante acudir. Todos podrían, allí, expresar lo que les sucedía y lo que pensaban que podrían hacer.
Y así se hizo. En la cueva más profunda, que sólo “Mil Años” conocía, se reunieron más de quinientos ratones, para expresar sus opiniones.
“Mil Años” se subió a una piedra muy alta, que había en aquel lugar, dio dos palmadas lo más fuerte que pudo y empezó a hablar:
-¡Silencio!, ¡silencio! Quiero que todos los que aquí estáis, en orden, expliquéis qué os está pasando con ese gato canalla, que nos hace la vida imposible.
Todos los ratones empezaron a decirse, unos a otros, ¡sí, sí! Tiene razón «Mil Años».
-Mientras no sepamos cuándo va a llegar el gato asesino a acabar con nosotros, no tenemos nada que hacer. Somos débiles y pequeños y él es fuerte y grande. Nunca podremos luchar contra él –dijo Ratonín, un ratón listo que pensaba mucho.
En la asamblea de los ratones, todos se pusieron tristes y se oyó un ¡oooohhhh! Parecía que no iban a encontrar una buena solución, para librarse del horrible gato.
Él llegaba sigiloso, sin hacer ningún ruido y, entonces, de un salto, daba un zarpazo al primer ratón que estaba allí, despistado. Luego, se lo zampaba y a buscar otro.
-Bueno –dijo “Mil Años”. He pensado y pensado, mucho, muchísimo. Creo que lo más importante es enterarnos de cuándo llega el odioso gato, para poder escapar al rincón más oculto que conozcamos. Ese al que nunca podrá llegar el terrible animal.
-¡Bieeeennn! -Gritaron todos los ratones.
Entonces, cuando acabaron de gritar, levantó la mano un ratón que estaba en la fila doce de los ratones. O sea, muy atrás. Casi no podía ver ni oír a “Mil Años”.
-A ver –dijo “Mil Años”. Allí veo una mano que pide la palabra. Escuchemos todos, en silencio, al compañero de la fila doce.
-Es que yo pienso, compañeros, que el secreto para nosotros está en saber cuándo viene el maldito gato.
-¡Perfecto! –dijo “ Mil Años». Sí señor ratón de la fila doce. Fíjense ahora, todos los que están aquí, lo que tengo en la mano.
-¡A veeer! –dijeron todos.
-¿Qué es eso? –dijo un ratón de la reunión.
-Pues sí –dijo «Mil Años»-. Esto que veis aquí es un cascabel. Eso que llevan los humanos cuando son pequeñitos. Se lo ponen al niño o a la niña y así saben los mayores dónde está.
-¡Hala, qué guay! –dijo un ratón-. Ya lo entiendo. Si le ponemos un cascabel al gato, sabremos si viene o no a zamparse alguno.
-¡Exactamente! -dijo «Mil Años».
-¡Bien, bien! –gritaron todos, entusiasmados.
Pero una ratoncita vieja y muy delgada alzó la mano y preguntó:
-Y decidme, compañeros, ¿quién le pone el cascabel al gato?

Popular. ¿Quién le pone el cascabel al gato? Editorial Imaginarium

Texto

Todos los ratones se reunieron en una cueva para decidir qué iban a poder hacer, para librarse del gato que se los comía. Allí estaba Mil Años, un sabio anciano, que iba a ayudar a toda la asamblea de ratones, para encontrar una solución. La cosa iba muy bien y todos parecía que estaban contentos, porque se iba a saber cuándo venía el gato y así, ellos se podrían esconder. Mil Años dijo que había que ponerle un cascabel al gato y así lo oirían. La cosa no terminó del todo, porque una viejecita, que sabía mucho, hizo una pregunta, para ver quién la respondía: “¿Quién le pone el cascabel al gato?”

No sabemos si salió algún valiente o alguna valiente ratona, que se arriesgaría a poner el cascabel al gato. La cosa no era nada fácil. Pero ¿tú crees que alguien le pondría el cascabel al gato? Si crees que sí, porque era algo muy importante, dinos tu opinión. Marca con una X lo que decidas:

NO. No le pondrán el cascabel al gato, porque era muy peligroso.
. Sí le pondrán el cascabel al gato, porque les iba la vida en hacerlo, para salvarse. Oirían el cascabel y se esconderían.
Ni SÍ ni NO, porque era una decisión demasiado difícil para ellos.

Aquí tienes, unas líneas más abajo,una dirección, con dibujos y audio relacionados con la fábula que has leído. Son para gente de menos edad que tú, pero resumen muy bien el pensamiento del texto. Si conoces a niñas o niños de menor edad que tú, puede que le guste esta págins. Seguro que te lo agradecerán.

Y como los ratones son animales que aparecen mucho en los cuentos, en la siguiente página tienes otra historia. Y también encontrarás la moraleja. O sea, la enseñanza que nos da esa historia.

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es solución. Ahora verás una serie de definiciones de palabras. Pero sólo una es la definición de la palabra solución. Delante hay unos números. Une los números con las definiciones:

1. No encontrar lo que buscamos. A. Solución
2. Final de algo en que teníamos dudas. B. Perder
3. Distintas opiniones sobre algo. C. Sigilo
4. Silencio que se hace con cuidado. D. Discusión

(Solución: 1 – b;  2 – a; 3 – d;  4 – c).

Cuentame

Una de las cosas que nos enseña este texto que has leído es la importancia que tiene la comunicación. Esta era entre ratones, pero vale, igualmente, para las personas. Si los ratones hubieran actuado, cada uno por su lado, sin ponerse de acuerdo en cómo actuar, probablemente el terrible gato grande y come-ratones habría ganado la partida. Por eso son tan importantes las asambleas. Sabes que una asamblea es una reunión numerosa de personas (en este caso eran ratones), para discutir determinadas cuestiones y tomar decisiones sobre ellas. En muchos casos, en vez de asamblea se llama reunión. Por ejemplo: reunión de vecinos, reunión de alumnas y alumnos, reunión de profesoras y profesores, reunión de directores de cine, etc.

Y tú, ¿has tenido alguna vez una reunión? ¿Con quién te reuniste? ¿Tomasteis alguna decisión importante, para vosotras y para vosotros? ¿Crees que las reuniones son buenas para hablar y decidir cosas que os afectan?

Puedes contarnos tu opinión sobre esa forma de actuar. ¿Crees que siempre es bueno hablar, aunque no todo el mundo esté de acuerdo? De lo contrario, puedes contarnos cómo crees que es mejor actuar, para tomar las decisiones importantes.

Autor

Ya sabes que, en los textos que proponemos, siempre viene, al principio, después del título de la lectura, un nombre. Es el de la autora o autor que lo han escrito. Pero hoy es diferente. No hay un nombre, sino una palabra: popular. ¿Te acuerdas de lo que significa esa palabra? Vamos a hacer un poco de memoria. Ya verás cómo la recuerdas. Hubo un texto en Los Fundamentales donde pusimos popular, en vez de un nombre de autora o autor fue: Yo tenía diez perritos. Te ponemos ahora, unos versos de esa poesía y ya verás cómo te los sabes:

Yo tenía diez perritos.
Uno se perdió en la nieve:
Solo me quedaron nueve.

De los nueve que tenía,
Uno se tragó un bizcocho:
No me quedan más que ocho.

Y así, con más versos, llegamos al último perro que tenía.

El perro que me quedaba
Se perdió detrás de un cerro.
Ya no tengo ningún perro.

Y hoy has leído la fábula que se llama Reunión de ratones. Te recordamos que una fábula es relato ficticio, es decir, que no ha sucedido en realidad, en prosa o verso, con intención de enseñar. Al final de las fábulas hay una moraleja, o sea, una enseñanza de cómo hacer bien las cosas. En una fábula pueden intervenir personas, animales y otros seres animados o inanimados. Reunión de ratones es, también, un texto popular. Lo que quiere decir que es un texto que conoce el pueblo, la gente, durante años, muchísimos años. Eso es lo que significa que un texto es popular.

Bibliografía
Libros sobre ratones en Canal Lector

Pudin de mar. Tove Jansson. Editorial Siruela (Recomendado: 9-11 años)

15 Oct

lagraninundacion

El barco atracó junto a un prado cubierto de flores silvestres y el Mumintroll bajó a tierra con un cabo (1) de amarre.
-Saludad a los hatifnat y dadles gracias por el viaje –dijo Mamá Mumin. Y el Mumintroll hizo una reverencia solemne y el animalito agitó la cola.
-Muchas gracias –dijeron mamá Mumin y Tulipa antes de bajar a tierra firme. Pero cuando todos volvieron a alzar la cabeza comprobaron que los hatifnat ya se habían marchado.
-Deben de haberse hecho invisibles –dijo el animalito-. Una gente extraña.
Luego los cuatro se adentraron entre las flores. Ahora el sol estaba subiendo y sus rayos se reflejaban y titilaban (2) en el rocío.
-Me gustaría vivir aquí –dijo Tulipa-. Estas flores son aún más bonitas que mi tulipán. Además, mi pelo no terminaba de hacer juego con él.
-¡Mirad, una casa de oro puro! –gritó de repente el animalito y señaló con el dedo. En medio del prado se erguía (3) una torre que reflejaba el sol en una larga fila de ventanas. El último piso estaba hecho entero de cristal y allí el sol rojizo brillaba como oro rojizo incandescente.
-Me pregunto quién vivirá allí –dijo Mamá Mumin-. A lo mejor es demasiado temprano para despertarlos.
-Pero es que tengo un hambre voraz –dijo el Mumintroll.
-Yo también –dijeron el animalito y Tulipa, y todos se quedaron mirando a Mamá Mumin.
-Bueno, en ese caso… -dijo ella dirigiéndose a la torre y llamando a la puerta.
Al cabo de un momento se abrió una trampilla en la puerta y un niño con el pelo rojo asomó la cabeza.
-¿Sois náufragos? –preguntó.
-Casi –dijo Mamá Mumin-. Pero estamos hambrientos, de eso no cabe duda.
Entonces el niño abrió la puerta de par en par y los dejó pasar. Y cuando vio a Tulipa hizo una reverencia, porque nunca había visto un pelo azul tan hermoso. Y Tulipa le hizo también una reverencia, porque su pelo rojo le parecía fascinante. Después todos siguieron al anfitrión por unas escaleras de caracol hasta el último piso, de cristal, desde donde podían ver el mar en todas direcciones. En el centro de la sala había una mesa con una fuente enorme llena de pudin (4) de mar humeante.
-¿De verdad es para nosotros? –preguntó Mamá Mumin.
-Sí, por supuesto –dijo el niño-. Cuando hay tormenta, yo vigilo el mar y todos los que entran en mi puerto para salvarse son invitados a pudin de mar. Así es como siempre ha sido. –Entonces se sentaron a la mesa y pocos instantes después la fuente ya estaba vacía. (El animalito, que a veces no tenía los mejores modales, cogió la fuente y se escondió con ella debajo de la mesa para pasarle la lengua.)
-Muchísimas gracias –dijo Mamá Mumin-. Me parece que ya has invitado a unos cuantos a pudin de mar aquí arriba.
-Vaya que sí –dijo el niño-. A gente de todas las partes del mundo. A snusmumriks, a fantasmas marinos, a bichitos y a gigantes, a snorks y hemules. También a algún que otro marulk.
-¿No habrás visto por casualidad a algún mumintroll? –preguntó Mamá Mumin, y estaba tan expectante que le tembló la voz.
-Sí, a uno –dijo el niño-. Después del ciclón del lunes pasado.
-¿¡Y si era papá!? –gritó el Mumintroll-. ¿Se metía la cola en el bolsillo a menudo?
-Sí, de verdad que sí que lo hacía –dijo el niño-. Lo recuerdo muy bien porque me parecía muy curioso.
Entonces el Mumintroll y su madre se pusieron tan contentos que se fundieron en un abrazo, y el animalito empezó a dar saltos de alegría y a dar vítores (5).
-¿Adónde fue? –preguntó Mamá Mumin-. ¿Dijo algo en especial? ¿Dónde está? ¿Cómo estaba?
-Muy bien –dijo el niño-. Cogió el camino al sur.
-Pues tenemos que partir enseguida –dijo Mamá Mumin-. A lo mejor podemos alcanzarlo. Daos prisa, niños. ¿Dónde está mi zurrón? –Y luego bajó corriendo las escaleras de caracol tan deprisa que los demás apenas pudieron seguirla.
-¡Esperad! –gritó el niño-. ¡Esperad un segundo! –Los alcanzó en la puerta.
-Disculpa que no nos hayamos despedido como es debido –se excusó Mamá Mumin, que estaba dando saltitos de impaciencia-. Pero entenderás que…
-No es eso –dijo el niño, que estaba igual de rojo que su pelo-. Solo estaba pensando… quiero decir, no sé si cabe la posibilidad…
-Venga, suéltalo –le apuró Mamá Mumin.
-Tulipa –dijo el niño-. Bella Tulipa, ¿no te apetecería quedarte aquí conmigo?
-Me encantaría –respondió Tulipa al instante, y se le iluminó la cara-. Allí arriba he estado pensando todo el rato en cómo brillaría mi pelo para los marinos en tu torre de cristal. Y soy una experta preparando pudin de mar. Pero también estaba un poco angustiada. –Y miró a Mamá Mumin-. Por supuesto, también me encantaría ayudaros a buscar… -dijo.
-Ah, seguro que nos las apañamos –le respondió Mamá Mumin-. Os enviaremos una carta para contaros cómo ha ido todo.
Luego se abrazaron todos a modo de despedida y el Mumintroll continuó con su madre y el animalito hacia el sur.

 

  1. Cabo: Cualquiera de las cuerdas que se utilizan a bordo de un barco, en este caso para sujetar, agarrar.
  2. Titilaban: centelleaban, resplandecían con un pequeño temblor.
  3. Se erguía: se levantaba.
  4. Pudin: especie de dulce, postre.
  5. Vítores: aplausos.

Tove Jansson. La gran inundación. Editorial Siruela

RECURSOS
Propuestas para mediadoras y para mediadores

Texto

El barco es el que los lleva. Se detiene, al llegar a tierra. La vista de la naturaleza, cuando llegan es algo maravilloso. Pero al llegar a tierra firme, después de viajar en barco, por el mar, hay una pieza muy importante. No podemos permitirnos que el barco se mueva, sin nosotros y se dirija al mar. Por eso, se pone una cuerda gorda y fuerte, para amarrar. Es decir: para asegurar que el barco no se mueva. Pero, además de esas flores extraordinarias, las que decía Tulipa que eran más bonitas que su tulipán, vieron algo maravilloso. Aquella llegada a tierra fue distinta, diferente, casi mágica. ¿Cuáles de las siguientes cosas sucedieron? Contesta, Verdadero o Falso (V/F) a lo que ahora vas a leer:

1.Cuando bajaron, vieron una casa de oro puro.   V/F    
2.La Mamá Mumin dijo que tenían mucha hambre.  V/F
3.
Tulipa tenía el pelo azul.  V/F
4.Tulipa dijo que era una experta preparando pudin de mar.   V/F

(Solución: 1V; 2V; 3V; 4V)

Palabra magica
Hoy la palabra mágica es gracias. ¿Te has dado cuenta de la cantidad de veces que los personajes de esta historia dicen gracias? Es que la palabra gracias es fantástica, es mágica. ¿Has hecho tú magia, alguna vez, con las palabras? Ahora sólo tienes que recordar. En los recuerdos encontramos cosas maravillosas. A veces se olvidan, porque no somos capaces de acordarnos de todo. Pero seguro que si lo intentas, lo puedes conseguir. ¿Cuándo fue la última vez que dijiste gracias? ¿Por qué diste las gracias? ¿Sería porque te ayudaron o porque te regalaron algo? Pues explora ahora en tu cabeza y cuéntanos las últimas tres veces que dijiste gracias. Es muy sencillo y lo vas a lograr de un modo rápido. Rellena con tus recuerdos los tres números que aparecen.

1
2
3

¿Cuál de las tres veces que diste gracias fue la más importante para ti? ¿A quién le diste gracias? ¿Le diste también un abrazo? ¿Es una amiga o un amigo? ¿Es un familiar? ¿Es alguien del colegio? ¿Es algún o alguna deportista, que te ayudó a ganar un trofeo?
Cuentame

Los personajes creados por Tove Jansson, la escritora finlandesa, ganadora del premio Andersen de Literatura infantil,  son los Mumin. Y ahora, como si fuera en un concurso para la televisión, vamos a jugar a un “quién es quién”.
Sólo tienes que relacionar el nombre o los nombres de los personajes con el título del libro o de la página web que puedas conseguir. Une números y letras.

1.La madrastra y las hermanastras la trataban muy mal.
2. La mujer que se casó con el leñador quería convencerlo para que abandonara a sus hijos en el bosque.
3. Geppeto era un viejo carpintero. Un día creó un muñeco de madera. Un hada convirtió al muñeco en un niño de verdad.
4. Su amo era el marqués de Carabás. El animal llevaba un calzado mágico y era tan listo, que consiguió hasta que el marqués se casase con la hija del rey.

A. El gato con botas.
B. Hansel y Gretel.
C. Pinocho.
D. La Cenicienta.

(Solución: 1- d; 2-b; 3-c;  4-a)

autora
Tove Jansson
La autora nació el 9 de agosto de 1914 y murió el 27 de junio de 2001 en Helsinki (Finlandia).
Se formó en la Facultad Universitaria de Arte, Artesanía y Diseño de Estocolmo (Suecia) , en la Escuela de Artes Gráficas de la Academia Finlandesa de Bellas Artes y, finalmente, en varias escuelas de París (Francia).
La fama de Jansson se debe principalmente a sus libros sobre los Mumin, una familia de trolls blancos, cubiertos de pelo y de apariencia redondeada, con grandes hocicos, que nos recuerdan a los hipopótamos. Son historias para niños. El primer libro de la saga fue escrito e ilustrado por Jansson en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial. Confesó más tarde que la guerra la deprimía y que buscaba algo inocente.
Escribió también novelas para adultos y teatro además de seguir su carrera como pintora.
Ha recibido varios premios, entre ellos destaca el Premio Hans Christian Andersen por su contribución a la literatura infantil.

Nuestro observatorio

Más datos biográficos y curiosidades en Imaginaria  y en la web de la autora.

Bibliografía

Ofrecemos, a continuación, una selección de libros  sobre los Mumin tomada de Canal Lector